TURISMO
Mítica Habana Vieja revive al turismo de Cuba
Por Roberto F. Campos. FOTOS El Autor
. Muchas dificultades, pero como dice el refrán La
esperanza es lo último que se pierde, mientras La Habana intenta regresar.
La Habana, 25 mar.2022. El movimiento en la Habana Vieja revive como
parte de la reanimación turística de toda Cuba sobre todo a partir de
recorridos histórico-culturales.
Colorido,
familias de paseo y personas de cualquier parte del mundo tomando fotografías
constituyen en la actualidad una imagen esperanzadora para la industria de los
viajes no solo en esta ciudad sino en todo el archipiélago.
Arropada por
la Corriente del Golfo de México, y por leyendas de corsarios y piratas, La
Habana se enseñorea en el Caribe como una ciudad exótica, donde el colorido
tiene tonalidades especiales y la música significa la espiritualidad de la
gente.
Tal
movimiento se aplazó con el impacto de la Covid-19 y transformó sus parques y
sinuosas calles en un desierto debido a las medidas de protección sanitaria.
Sin embargo,
ahora -sobre todo en los fines de semana- vuelve a resurgir un constante
movimiento en sus calles, poco a poco poblándose de personas con maneras de
vestir y hablar que denotan ser de otras partes del mundo.
Fundada
definitivamente en 1519 a la sombra de un frondoso árbol, una Ceiba, La Habana
devino de repente como una ciudad muy cosmopolita cargada de viajeros de todas
partes del mundo deseosos por conocerla.
Un ambiente
delicioso, al mejor estilo de la Torre de Babel, se respira siempre en sus
calles por donde pasean gente llegada desde cualquiera de los cinco continentes.
Esa imagen
antes de la enfermedad, paulatinamente se puede apreciar en un recorrido actual
por sus arterias, con aumento del gentío en lugares como la Plaza de Armas,
museos, el malecón habanero y otros sitios, sobre todo los integrados a la
parte añeja.
Cuba, y La Habana Vieja como esencia de
esencias, representa a un pueblo muy mezclado, donde las principales
procedencias lo constituyen lo español y lo africano, pero también confluyen lo
chino, haitiano, alemán, francés, hebreo y de otras muchas partes.
Por si fuera
poco, en 1982, esa porción citadina fue declarada por la Organización de las
Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) como
Patrimonio Cultural de la Humanidad, resaltando su conservación y propuestas
para el turismo.
La Villa de
San Cristóbal de La Habana, como realmente es su nombre, se fundó un 16 de
noviembre a orillas del Puerto Carenas, luego de que en 1515 tuviera un
asentamiento inicial en la costa sur del país.
La bahía se
conformó en punto de reunión de toda la flota española en su viaje hacía la
metrópoli llevando las riquezas de América, custodiada por barcos de guerras,
bajo el constante asedio de piratas.
Este
atractivo particular lleva la trayectoria de una ciudad invadida en 1555 por el
pirata francés Jacques de Sores y en 1792 por la flota inglesa, con sus
murallas y refugios, de los cuales aún se conservan pedazos y piedras, o partes
enteras.
Abarca
completamente La Habana, como provincia, 732 kilómetros cuadrados y posee 15
municipios de los cuales nueve son totalmente urbanos, de ellos 4,5 kilómetros
cuadrados corresponden a la parte antigua, la más interesante propiamente.
En La Habana
Vieja se respira la algarabía de la Salsa, pero también la suavidad del Son y
el Danzón, ritmos bailables que se arrastran desde hace mucho y representan la
forma de danzar en un solo ladrillo, contra la explosión de movimientos de La
Timba.
Posee
atractivos y valores histórico, monumentales, culturales y paisajes marinos con
su bahía y castillos que en su tiempo defendían a la ciudad de los ataques
extraños, y ahora significan una manera de comprenderla y pasarla bien.
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