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sábado, 23 de enero de 2021

Un paseo de fin de semana por La Habana Por Roberto F. Campos

Un paseo de fin de semana por La Habana

Por Roberto F. Campos

Algunas fotos tomadas hoy sábado 23 de enero de 2021 en La Habana, un día soleado en momentos difíciles.

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miércoles, 20 de enero de 2021

Interesantes fotografías de Cuba. Por Roberto F. Campos (IMÁGENES TOMADAS POR EL AUTOR)

Interesantes fotografías de Cuba. Por Roberto F. Campos

  Fotos tomadas antes de la pandemia de la Covid-19, parte de mi archivo y de los más agradables recuerdos de viajes por toda la isla.

   Algo para vuestro disfrute, para recordar paseos, en el caso de quienes son cubanos o estuvieron en Cuba en algún momento. Para otros, constituye simplemente una motivación para cuando vengan tiempos mejores. Una cordial sugerencia.

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El autor durante una excursión de snorkeling en Cuba.
 El autor durante una excursión de snorkeling en Cuba



 

martes, 5 de enero de 2021

¿Volverá el turismo cubano a ser lo que fue? Por Roberto F. Campos

INDUSTRIA DE LOS VIAJES EN CUBA

¿Volverá el turismo cubano a ser lo que fue?

Por Roberto F. Campos

 

.  Bajo la triple presión de la Covid-19 , los problemas económicos internos y las cada vez más reforzadas barreras estadounidenses en materia de economía, finanzas y comercio, Cuba pretende retomar el turismo como locomotora impulsora de su futuro a juzgar por las declaraciones oficiales y los manifiestos deseos. Pero, ¿podrá este sector recuperarse totalmente en la isla?.

 

  Retomar el camino del turismo dejado antes del inicio de la Covid-19 constituye hoy todo un reto para las autoridades de Cuba, enfrascadas en resolver una parrilla de serios problemas económicos dependientes tanto de factores externos como internos.

   Por una parte, la pandemia aportó uno de los más serios eslabones en los frenos al obligar restricciones, cierres de aeropuertos y hoteles, o simplemente poner una barrera a la espiral ascendente de la industria de los viajes en la isla.

   A ello se suma el recrudecimiento de las presiones desde Washington,  sobre todo con el gobierno de Donald Trump que desde junio de 2019 -antes de la pandemia- ya impulsó recortes en viajes de cruceros, por ejemplo, entre otros aditivos.  Esta barrera, conocida en la isla como Bloqueo, representa clave importante para el archipiélago.

   Sin embargo, al turismo cubano hay que examinarlo a partir de todo este conjunto de problemas, a los que se suma la deuda externa de la nación caribeña, y deficiencias de diferentes tipos reflejadas oportunamente por los medios de prensa nacionales.

  Centrémonos entonces en el turismo, como industria impulsora de la economía y que en Cuba tomo vuelo propiamente desde 1994 cuando se reorganizó la sociedad para otorgarle un impulso particular a fin de obtener divisas frescas que permitan sostener y desarrollar el resto de los sectores.

   Fue esa la fecha de reorganización y surgimiento de cadenas hoteleras, firmas de recreación diversa, establecimiento de contratos de administración e inversión extranjera y el surgimiento como tal del Ministerio de Turismo (Mintur).

   Cuba tiene como principales segmentos para lograr divisas exportaciones básicas como es el caso de los Puros Premium, los Habanos, y bebidas espirituosos (Ron), pero antes se encuentran los servicios de personal calificado en más de 50 países, y la producción biotecnológica que precisamente ahora, con la pandemia, se pone de manifiesto.

   Entonces el turismo acapara las miradas en otro orden de cosas, debido a un desarrollo impetuoso y a que esta isla ocupa el tercer puesto de interés en el Caribe detrás de República Dominicana y Puerto Rico.

   A partir de estos puntos fundamentales de enfoque, es necesario por demás, tener en cuenta las tendencias internacionales, los impactos globales de la enfermedad y una crisis sanitaria que parece nunca terminar, dependiente de la aparición de vacuna o vacunas que limiten los cierres de los viajes.

  

UN MUNDO CONVULSO, CON GUERRAS Y ¿SIN TURISMO?

    De todos los analistas es conocido que  el turismo representa una industria sumamente dinámica y que además de sus beneficios económicos, aporta comprensión entre los pueblos, tolerancia y conocimiento cultural, en medio de constantes conflictos regionales e incomprensiones.

   Para tener una idea mucho más clara de la situación, es oportuno recurrir al criterio de expertos que siguen de cerca desde hace mucho tiempo el desarrollo del turismo cubano y su impacto en la sociedad, además de brindarle especial atención a este sector luego de la aparición de la pandemia.

   Ese es el caso de Miguel Alejandro Figueras, Premio Nacional de Economía de la República de Cuba en 2007, quien significó a este periodista que el  turismo de salud y calidad de vida - por ejemplo- constituyen fuerzas importantes de la industria de los viajes en Cuba.

   El tema viene a colación en el sentido de que tanto en momentos de retomar el turismo aún con la pandemia, pero sobre todo después de esta (augurios de entendidos para 2021-2022) la isla tendrá un futuro en aportar viajes para recuperación.

  Por ello, Figueras sentencia que es necesaria una ofensiva en cuanto a publicidad para poner en primeros planos esta posibilidad del turismo de salud, lo cual daría un empujón importante, teniendo en cuenta como antecedente algunos elementos.

   Uno de esos elementos está en las brigadas medicas de colaboración en más de 50 países, y la perspectiva de un candidato vacunal contra la Covid-19, que se multiplicó por cuatro, con Soberana 01, 02, Mambisa y Abdala, nombres vinculados a la historia nacional.

    Cuando se cerraron las fronteras cubanas en marzo de 2020 debido a la enfermedad, transcurría precisamente la temporada alta del turismo insular y muchas voces esperaban un récord de atención de cinco millones de visitantes extranjeros.

  Ahora el problema añade rebrotes de la pandemia en Cuba y el mundo, y la esperanza de las vacunas, para esperar 2021 sea un año mejor para la vida social, y en particular para el turismo.

    Para Figueras la clave está en las preguntas de los turistas ante el presente y en una etapa posterior al nuevo coronavirus, entre ellas: ¿Cuál debe de ser el destino de mis futuras vacaciones? ¿Dónde encontrar seguridad personal, seguridad sanitaria, trato humano?.

   Y por demás, el experto se responde en el sentido de que se trata de un destino sin drogas, juegos, con seguridad en las calles y amabilidad, tanto de los empleados del turismo como de los lugareños.

   Pero la industria de los viajes en Cuba tiene que ver con el mundo, y la solución de este problema (Covid), sobre lo que comenta el profesor cubano José Luis Perelló, investigador,  consultante y asesor, quien tiene una larga trayectoria de indagaciones turística.

    Recuerda que pese al poder de resiliencia del turismo en las más recientes décadas, tardará ahora años en reconquistarse los mil 500 millones de turistas de estancias reportados por la Organización Mundial del Turismo (OMT ) en 2019.

   Mencionó como factores post-pandemia, si se logra en los años mencionados de 2021-2022,  a la intensidad de la crisis económica, el desempleo, la recuperación del comercio internacional y las cadenas de suministro, la confianza del consumidor y, sobre todo, la recuperación del sector aeronáutico.

   La aviación,  es el principal motor impulsor de la industria de los viajes y el turismo, y la demora de su rescate podría ser un factor muy negativo.

   Pronósticos señalaron al comienzo de la década de 2020 que el número de pasajeros podría tener un incremento del cinco por ciento y la OMT consideraba alcanzar los mil 600 millones de turistas este año debido a eventos como los Juegos Olímpicos de Tokio y la Expo de Dubái.

   Esos mismos datos anotan que 2019 cerró con mil 465 millones de turistas internacionales aéreos, y la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) anunció en su momento un alza del 5,5 por ciento en el número de pasajeros.

   Al comenzar el 2020, a nivel mundial existían 29 mil aviones distribuidos en 297 compañías, cuando las tres principales aerolíneas estadounidenses (American, Unites y Delta) reunían mil 600 aparatos,  mientras las chinas Southern, Eastern y Airline Gruop mil 550 aeronaves.

   Esos mismos pronósticos de la IATA sentenciaban que para 2036 existirían 46 mil 950 aeronaves comerciales en operación, de las que 41 mil serian nuevas. Sin embargo, esas mismas fuentes luego del impacto económico de la pandemia auguraron un recorte del 80 por ciento en el turismo global.

   Con estos datos, resalta Perelló la relevancia del sector aéreo para una recuperación activa del turismo a nivel mundial, siempre teniendo en cuenta una salida airosa de la pandemia, de manera paulatina y con los protocolos adecuados, o adaptándonos a ella como endémica, lo que en buena parte está ocurriendo al terminal el problemático año.

   Y si tenemos en cuenta estos criterios y datos, también podemos considerar que Cuba es una isla, y por lo tanto la única forma de llegar a ella es por barco o avión, de ahí la preeminencia de las aerolíneas y su recuperación.

 

MALES MAYORES Y MALES MENORES

     Para poder determinar una evaluación de si Cuba podrá recuperar sus cotas de turismo, es necesario tener en cuenta algunas estadísticas.

    La 39 edición de la Feria Internacional de Turismo de Cuba (FITCuba 2019) fue catalogada por los asistentes como exitosa. Dicha versión se efectuó en La Habana del 7 al 11 de mayo, y resultó momento para presentar la convocatoria de la de 2020 prevista para el balneario de Varadero, Rusia como invitado de Honor y sol y playa como producto.

   Sin embargo, esa feria del 20 fue aplazada para 2021 en el mismo lugar y con iguales propósitos. Pero ¿que representa dicho encuentro realmente?

   FITCuba es la mayor bolsa de recreo no solo de la isla, sino del Caribe, y con buena influencia en el resto del mundo, debido al interés que despierta entre turoperadores y agentes de viajes, así como en otros directivos de compañías aérea y firmas hoteleras.

   Y tal es así que en la versión más reciente, la de 2019, cuando ni se suponía la pandemia que llegaría después, participaron siete mil 567 profesionales del sector, de 53 países, incluidos 263 periodistas especializados en turismo.

   Las naciones de mayor concurrencia a la Feria fueron España con 482 expertos, México con 166 e Italia con 106,  y resultó la edición mayor de las realizadas hasta ese momento.

   Entre lo más destacado de las negociaciones aparecieron dos contratos de administración con la firma canadiense Blue Diamond y la hotelera cubana Gran Caribe para operar dos nuevos hoteles en Cayo Coco y Varadero.

   También como significativo ocurrió un taller para los representantes de las 19 cadenas hoteleras extranjeras que operan en Cuba, y un foro de empresarios locales y españoles, este último con 150 asistentes.  Durante los días de feria se abrieron el Hotel Cueto (Grupo Gaviota) y el Vedado Azul (Cadena Isla Azul).

   Todos los datos motivaron al criterio del entonces ministro de turismo, Manuel Marrero (en la actualidad primer ministro de Cuba)  a decir que pese a las campañas de los Estados Unidos para disminuir las visitas y afectar su turismo, "la isla está cada vez más de cara al mundo, y el mundo se abre con más ímpetu hacia esta nación".   

   Y esta afirmación parece ser cierta, pues luego de la anunciada reapertura al turismo el 1 de julio de este año, el inicio de vuelos el 4 de septiembre y el reinicio de operaciones del aeropuerto internacional José Martí el 15 de noviembre de 2020 (el ultimo que faltaba de los 10 internacionales del país), los ojos de los expertos vuelven a Cuba.

   Canadienses y alemanes fueron las primeras procedencias en recuperar miradas en la práctica, cuando en el segundo caso incluso llegaron a la isla un grupo de 150 turoperadores y otros directivos para evaluar la posibilidad de la reapertura de viajes.

    Es positivo recordar que al cierre de 2019 llegaron poco más de cuatro millones de visitantes extranjeros, cifra reiterada en los más recientes años -antes de la pandemia, con Canadá como  principal mercado emisor al sobrepasar siempre el millón de visitantes por año.

     Y como dato curioso, en FITCuba 2019, y pese a las presiones de Donald Trump, participaron como seña representativa una delegación representante de 26 compañías estadounidenses con 50 empresarios.

    Como reflejo de esa espiral en ascenso, truncada por la pandemia, La Habana, capital insular y ejemplo destacable, tiene el dato de que a ella vuelan 51 aerolíneas con enlaces con 36 urbes del mundo, cuando en la temporada alta del turismo cubano (noviembre-abril) se registran 450 vuelos semanales.

     A la capital viajaban 12 de las 17 compañías de cruceros en trayectos a toda la nación, y en 2018, por ejemplo llegaron a todo el archipiélago 850 mil cruceristas en 25 barcos pertenecientes a 17 compañías, siempre según datos oficiales.

   En sentido general los principales mercados, detrás de Canadá, son Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y España (aportaron un millón de visitantes), el 20 por ciento del total de arribos. Otros mercados contribuyeron con récords de llegada como México con 21 por ciento, Rusia (30), China (10), junto a Colombia y Portugal.

 Todo ello lo respalda un fuerte proceso de inversión con 13 nuevos hoteles, solo en La Habana y la entrada de fuertes administradores como es el caso de Kempinski.

   La cartera de oportunidades prevé 170 proyectos. Existen 27 empresas mixtas, 94 contratos de administración y 19 de gerencia, que acaparan 44 mil habitaciones, el 62 por ciento de todas las existentes (sobrepasan las 72 mil en todo el país).

   Complementan ese alcance 26 mil habitaciones privadas que se gestionaban mediante turoperadores y agencias de viajes,  muy demandadas., otro aspecto a tener en cuenta en la recuperación turística insular.

    En ese caso,  La Habana  incrementa su inversión debido al reclamo de alojamiento, cuando para el cierre de esos datos en FITCuba, contó con 12 mil 488 habitaciones, cuyo 51 por ciento se corresponde con establecimientos de cuatro y cinco estrellas, insuficientes para la demanda de viajeros a la capital, principal polo de recreo del país.

   Le sigue a La Habana en predilección de viajeros Varadero (occidente), Jardines del Rey (Cayo Coco)- centro,  y Holguín (oriente).

    Con estos datos a cuesta,  y pese a sopesar los problemas económicos mencionados, las dificultades  de la crisis sanitaria, las presiones estadounidenses y los problemas internos, aún así, se puede augurar que Cuba puede volver a retomar el ascenso del turismo.

   En ese sentido coinciden directivos tanto cubanos como extranjeros, investigadores como Figueras y Perelló, y otras muchas personas consultadas para este reportaje.

  Por supuesto, que se trata de un camino bastante difícil, pues los impactos económicos obligaron a transformaciones en el comercio usual de las ciudades, incluida La Habana, cierres de restaurantes y lugares de fiesta,  por lo que recuperar tales cotas es bastante complicado y de medianos y largos plazos.

  Pese a ello, opiniones favorables de viajeros se suman y enfrentan otras no tan amigables, pero sobre todo de quienes representan aquí agencias y otras empresas con negocios turísticos vislumbran que por lo menos en dos años la isla podría recuperarse del golpe.

   Funcionarios como el español Francisco Camps, delegado de Meliá International Hotels y los voceros de Iberostar, ambas compañías españolas con tradición en sus relaciones con el turismo cubano, ponen su granito de arena con fórmulas de seguridad y son las primeras en reanudar el turismo desde finales de este año, seguidos por la canadiense Blue Diamond.

   Cabria esperar el desarrollo de los candidatos vacunales que pondrían una nota de alegría en la industria de los viajes, pero aún con las estrictas medidas tomadas por la pandemia, la recuperación paulatina del turismo podría garantizar volver a cotas de convocatoria como las anteriores e la enfermedad, solo mediante  persistencia, cordura y eficacia.

   Faltaría por mencionar planes de protección medioambiental, energía renovable, remodelación a partir de estrategias nuevas para la recuperación económica y social, o lineamientos políticos determinados, pero todo ello deberá funcionar como mecanismo de relojería para volver a la espiral ascendente del turismo en Cuba.

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