Por
Roberto F. Campos
Los autos antiguos o clásicos corren por La
Habana y toda Cuba de una manera significativa. Constituyen imagen sumamente turística que todos quieren
atrapar en sus cámaras fotográficas, para exhibirlas luego en sus hogares, al
regreso de vacaciones.
Para los cubanos, significa una ilustración
rodante habitual, pero no por ello menos agradable o atractiva, por tanto los
coches clásicos de la capital cubana, sobre todo, aportan un toque de
distinción muy particular.
Por una parte esta verlos como el primer día
al salir de fábricas, y por el otro se encuentra el ingenio de los conductores
y los mecánicos que los mantienen contra viento y marea. Y se trata de una
comparativa de transportes frente a otras ciudades latinoamericanas, pues estos
vehículos por lo general en el resto del mudo solo están en museos o
colecciones privadas.
Desde 1959 Cuba parecía un museo vivo del
automóvil, debido a las limitaciones para poder importar vehículos, entonces
los lugareños se adaptaron a las circunstancias y los viejos coches siguieron
rodando, algunos son solo carrocería, pues los motores llevan piezas de
cualquier parte del mundo, marca o modelo.
Entonces estos coches antiguos son símbolo,
experiencia, colorido y cultura cubanos, sobre todo a partir de piezas
estadounidenses de los años 40 o 50 (se pueden encontrar algunos incluso de los
años 20).
Estamos hablando del paraíso de los Cadillac,
Buick, Chevrolet, Plymouths y hasta Studebakers, arreglados y mantenidos a
duras penas, con los remiendos más inverosímiles.
Sin embargo, otro apelativo les caracteriza,
el de Almendrones, y otra función también, la de significar una de las
alternativas al transporte público más viable, pues estos carros antiguos son
los Taxis en el archipiélago (coexisten con los más modernos coches de turismo
y traslado de viajeros).
Sin lugar a dudas, la poesía de La Habana,
por ejemplo, lleva el sello de los Almendrones, su colorido, la ingeniosidad de
sus conductores y el variopinto espíritu de los cubanos.
Ahora tienen como toque particular el que se
empleen para los turistas, una novedad pasearse por las más importantes
ciudades cubanas en uno de ello, aunque no solo son automóviles, también se
encuentran camiones de carga.
Los colores son brillantes, constituyen un
valor agregado a las rutas, las principales arterias, o el contorno de hoteles
muy modernos, con el recorte de estos vehículos. Por ello, se puede decir que
una excursión en uno de estos carros bien puede evaluarse como el pasatiempo
mas apreciado por los extranjeros que llegan a Cuba.
/rfc
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