Calidad es palabra de orden en fábricas
de habanos
Por Roberto F. Campos
La Habana, 1 mar.2018. La calidad
constituye la principal preocupación de técnicos y obreros de las fábricas de
habanos en esta isla, recalcaron hoy directivos de ese sistema productivo.
Durante visitas a las factorías de tabaco de los delegados al XX
Festival del Habano (26 de febrero al 2 de marzo), pudieron constatar el
laborioso proceso de enrollar los puros Premium, sobre todo en dos industria de
esta capital.
Los asistentes recorrieron la industria H.Umpann José Martí, en la calle
de Belascoaín de Centro Habana, donde dialogaron con torcedores, técnicos y
otros responsables de dichas elaboraciones.
Además, los participantes en el Festival estuvieron presentes en la fábrica
La Corona, otra de las importantes industrias de torcido, plantas que
significan paso previo para el envío al mercado internacional del los habanos.
En H.Upmann este periodista conversó con el jefe de galera, Eduardo
Rodríguez, quien además de describir los complejos pasos para lograr los
habanos mayores y de mejor calidad, ilustró que allí la calidad es el principal
punto de acción.
Bajo su mando tiene 150 torcedores que van desde las categorías séptima
a la novena, siendo la última mencionada la de mayor nivel. Comentó que cuenta
con 50 alumnos, pues en esas fábricas constantemente se reactivan los
conocimientos y formación.
Señaló el experto que en esa industria, matriz de la marca H.Upmann,
también producen Hoyo de Monterrey, Montecristo, y Romeo y Julieta, entre otras
elaboraciones.
Dijo que en su industria se revisa el ciento por ciento de los puros por
la máquina que prueba el tiro, y existe un riguroso proceso de revisión que
viabiliza la extrema calidad.
Los puros que no pasan la revisión se separan, e incluso aparece otro
nivel en cuanto a escogida por colores para agrupar los habanos según los
requerimientos de cada marca en cuestión.
En esta factoría laboran 500 empleados, entre directivos, técnicos y
obreros, y otro de los procesos de interés es el despalillo, cuya jefa es
Rosaida Espinosa, quien también coincidió en que todos los pasos de la
industria conducen a la mejor calidad posible.
Esta calidad la celebran los clientes que en cualquier parte del mundo
fuman los puros elaborados en estas industrias.
El Festival del Habano en su versión 20 concluirá mañana en esta
capital, en el recinto ferial Pabexpo, con la realización en la noche-madrugada
de la ceremonia de entregas de Premios Habano del Año y subasta de siete lotes de
humidores artesanales con tabaco cubano.
Por Roberto F. Campos
La
Habana, 1 mar.2018. Las fabricas habaneras dedicadas a los puros artesanales de
este país tienen una historia acumulada por muchos años y que hoy constituyen
punto de atracción para muchos extranjeros que llegan a la capital cubana.
Precisamente, en esta villa están las
factorías de habanos más importantes no solo del país, sino del mundo teniendo
en cuenta que aquí es donde se elaboran los puros Premium que clasifican como
los mejores de su tipo en el Planeta.
De ahí la relevancia de que los
participantes en el XX Festival del Habano (26 de febrero al 2 de marzo,
Palacio de las Convenciones) las recorran y compartan con obreros y técnicos de
todos los escalones de esta industria.
Detrás hay mucho que conocer, cuando las
visitas de este jueves incluyeron dos de las más importantes: la H.Upmann y La
Corona.
La marca H.Upmann fue creada en el siglo XIX
por dos hermanos alemanes de apellido Upmann, quienes combinaron la H lo mejor posible para que su
industria se nombrara Hermanos Upmann, en tal caso H.Upmann, quedando como
marca y nombre de planta.
Desde ese entonces tuvo variaciones y de un
establecimiento con 80 empleados llegó en épocas de hasta mil. En 1944, cuando
se cumplió su centenario, paso al local de la calle Amistad, y el 3 de
noviembre de 2003 se fue a otro edificio, ahora en la calle Belascoaín.
Uno de los primeros comercializadores de esa
marca resultó la firma británica Hunter and Frakau, que aún vende tabaco cubano
en el Reino Unido.
H.Upmann tiene un enlace muy directo con los
tabaqueros que marcharon a laborar a Tampa, Cayo Hueso (Estados Unidos) en la época
colonial cubana y precisamente, desde allí colaboraron financieramente con la
guerra contra España.
Fue en sus galeras que el famoso músico
cubano, ya fallecido, Francisco Repilado (Compay Segundo) trabajó como torcedor
durante 19 años.
La Corona, por su parte, abrió en 1903 como
industria en la calle Zulueta número 106, la enorme planta frente al antiguo
Palacio Presidencial, hoy Museo de la Revolución Cubana, muy cerca del malecón
habanero.
Esa factoría pasó desde febrero de 2005 a otro
lugar, mejor acondicionado, moderno. Reabrió sus puertas en la Avenida 20 de
Mayo número 520 en el municipio capitalino del Cerro.
La nueva Corona está diseñada para 515
tabaqueros en mesa, lo que significa un plan mensual de 50 mil tabacos, o un
millón de piezas mensuales (12 millones de puros por año), según estimados para
operaciones a su ciento por ciento.
El edificio actual pertenecía a la empresa
de cigarrillos Orlando Nodarse (Dorado), cuya producción pasó a la fábrica
Brascuba, y el resto de los equipos y máquinas a otras industrias de este
producto.
Otra marca y fábrica de obligatoria mención
es Partagás, que apareció en 1845 en el edificio detrás del Capitolio de La
Habana, aunque hoy también opera en un inmueble de Centro Habana.
Precisamente, el XX Festival del Habano está
dedicado a Cohiba y Partagás, la primera con producciones fundamentales en la
planta de El Laguito, y la segunda en la edificación de la parte más bulliciosa
de esta capital.
rfc
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