Cojímar, un lugar de Hemingway en Cuba
Por Roberto F. Campos FOTOS EL AUTOR
La Habana. Domingo 7 sep 2025. El
escritor estadounidense Ernest Hemingway disfrutó de muchos lugares en Cuba,
como es el caso de un poblado marinero nombrado Cojímar, incluso inmortalizado
en su obra El Viejo y el Mar.
Colorido, versatilidad, mirada perenne al mar, constituyen algunas de
las peculiaridades de su gente.
Allí vivió hasta su muerte Gregorio Fuentes (Lanzarote, Islas Canarias,
11 de julio de 1897 – Cojímar, Cuba, 13 de enero de 2002), quien fuera patrón
del Pilar, el yate perteneciente al escritor norteamericano Ernest Hemingway.
Cojímar es una localidad de Cuba, situada a unos siete kilómetros de La
Habana, que forma parte del municipio de la Habana del Este.
Con poco más de 20 mil personas, su nombre proviene del idioma taíno
aborigen que significa Entrada de agua en tierra fértil.
Nunca fue fundada, pero aparece como fecha originaria la terminación del
castillito el 15 de julio de 1649, que se toma como la del nacimiento del
centro urbano, aunque la conmemoración se celebra el 16 de ese mismo mes y año,
Día de la Virgen del Carmen, estrella del mar y patrona de los navegantes de
acuerdo con el catolicismo.
El censo de 1943 registra en Cojímar una población de siete mil 51
habitantes, y el de 2016 publicado por la Oficina Nacional de Estadística e
Información de Cuba (ONEI), 21 mil 102 habitantes.
Luego de los originarios, los primeros pobladores están vinculados a la
fundación del pueblo de indios de Guanabacoa, y como primer núcleo poblacional
del actual municipio de La Habana del Este.
La presencia estable de colonizadores españoles en la zona data de 1554.
En 1633 existe constancia de la donación de mil ducados por sus habitantes para
la construcción del Torreón. En 1649, al concluirse, el sitio de población
correspondía a 137 personas, distribuidas en 37 viviendas.
Hubo una prohibición de construir viviendas en los alrededores del
castillito y no es hasta 1831, con la publicación de un edicto del cabildo de
Guanabacoa, que se autoriza y dispone la edificación de viviendas, permiso al
que estaba negado el Comandante militar de la zona.
Este cabildo publica un edicto el 3 de noviembre de 1837, en el que se
otorga oficialmente a Cojímar el nombre de Nuestra Señora del Rosario, en
virtud de un oratorio establecido por Vicente Gonzáles en la casa de Cecilio
Jácome, consagrado a dicha virgen desde 1823.
Cuando en Europa y Norteamérica se ponen de moda los balnearios para
veranear, a mediados del siglo XIX, la burguesía criolla cambia sus costumbres
de descansar en los ingenios, cafetales o quintas de recreo del Cerro y
Marianao, Puentes Grandes y Santa María del Rosario.
Entonces se reúnen en las costas de la playa de Baracoa, momento en que
Cojímar poseía riquezas conocidas por sus aguas mineromedicinales, que desde
principios de ese propio siglo fueros descubiertas por la población desposeída
de los barrios pobres de Regla, Casablanca, Santa María del Rosario y
Guanabacoa.
En 1878 se establece en Cojímar el punto de entrada y salida del cable
submarino para la comunicación telegráfica entre Cuba y Cayo Hueso, Estados
Unidos, operada por la empresa Western Union.
El 10 de marzo de 1907 se inaugura el Hotel Campoamor, con la asistencia
de Carmen Zayas Basán, viuda de Martí y su hijo el Capitán José Francisco Martí
Zayas Basán, entre otras personalidades.
En ese hotel se hablaban cuatro idiomas y fue el lugar preferido de la
clase media-alta y alta para pasar la luna de miel.
El Hotel Campoamor, el exclusivo Residencial Loma y La Quinta Pedralves,
marcaron intentos por convertir la playa de Cojímar en un elegante balneario al
que llamaban la Tasa de Oro de la Costa Norte.
Poblado repleto de curiosidades, pues en junio de 1945 se pesca a unos
tres kilómetros frente al castillito el mayor tiburón blanco fotografiado en
Cuba, pesaba más de siete mil libras y 21 pies de longitud.
De acuerdo con Eduardo Echenique, famoso pescador internacional, este se
pudo capturar con palangres y arpones. Fueron seis pescadores los que
participaron (se le nombró en el periódico francés Le Monde como El Monstruo de
Cojímar).
Y, por supuesto, la presencia de Hemingway es fundamental, de ahí que
tal poblado cuenta con la glorieta y busto dedicado al escritor a partir de
material de navegación de desecho recopilado por los pescadores del lugar, sus
amigos.
El autor resultó Premio Nobel de Literatura en 1954, sobre todo por la
obra El Viejo y el Mar que toma por inspiración precisamente a Cojímar, donde
anclaba su yate Pilar y compartía historias, de sus más de 20 años de estancia
en Cuba, hasta decir que él era Un cubano sato.
Por tanto, relacionados con Cojímar se encuentran, además de Hemingway,
personalidades de la cultura como el actor Salvador Wood y su hijo Patricio,
Raúl Corrales, fotógrafo de renombre internacional, los escritores Mirta Yáñez
y Arturo Arango, y el famoso artista de la plástica Nelson Domínguez.
También mencionan los guías al artista internacional Jesús Abreu, y al
compositor de fama internacional Rene Touzet.
LA MIRADA DE HEMINGWAY EN COJÍMAR
El busto de Hemingway en Cojímar es significativo, con su mirada puesta
en el mar, y sobre su historia, comenta la investigadora cubana Gladys
Rodríguez Ferrero en un artículo titulado Hemingway y las dos esculturas del
Floridita: un espíritu, una presencia…(2022).
El busto fue ejecutado en mármol por el escultor cubano Fernando Boada
Martín (1902- 1980). Graduado de Escultura en la Academia Nacional de Bellas
Artes San Alejandro en el año 1925.
Boada fue un excelente retratista. Autor de obras escultóricas
importantes como la Cabeza de Martí, entre otras muchas.
Hemingway y Boada trabaron relaciones amistosas, cuando aceptó posar en
dos sesiones de trabajo, por lo que esa pieza resultó el único retrato
escultórico realizado en vida del autor, apunta el biógrafo ruso Yuri Páporov.
Fue expuesta, por vez primera, en el vestíbulo del desaparecido cine Rex
de La Habana, en 1957 (posó en 1955), en ocasión de una exposición personal del
artista.
Y la escultura fue al sitio del Floridita inaugurado en abril de 1958,
con la inscripción A nuestro Ernest Hemingway laureado con el Premio Nobel. Sus
amigos del Floridita.
Comenta la autora que la escultura presente desde julio de 1962, el
memorial a Ernest Hemingway en Cojímar, es copia del busto esculpido por Boada.
Como para esa época escaseaba el bronce, solo pidió a los pescadores que
consiguieran el material, por lo que juntaron propelas, tornillos, piezas de
bronce vinculadas con barcos.
Es así como se ejecuta esta obra que se puede ver hoy en día allí,
develada el 21 de julio de 1962 (el autor hubiera cumplido 63 años, Ernest
Miller Hemingway, 21 de julio de 1899, Oak Park, Illinois, Estados Unidos – 2
de julio de 1961, Ketchum, Idaho, Estados Unidos).
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