Sitios de la historia

Convertirán isla de Santa Elena en escenario turístico
--------------------------------------------------------------------------------------
. El turismo rescata para el conocimiento mundial escenarios relacionados con personalidades como el emperador Napoleón Bonaparte.
--------------------------------------------------------------------------------------
Cada día, viajeros de todo el mundo buscan nuevas emociones y, sobre todo, ponerse en contacto con escenarios relacionados con hechos y personalidades históricas.
Una de esas celebridades acaparadora de atención lo constituye el emperador francés Napoleón Bonaparte, quien motiva innumerables discusiones, todas encaminadas a buscar verdades y conocimiento, sobre todo vinculados con la muerte.
Muchos son los artículos que abordan el tema de su final en la inhóspita isla de Santa Elena, lugar agredido por un clima variable y hostil, pero interesante espacio, con imágenes perfectas para atraparlas con una cámara fotográfica.
¿Quien le diría entonces al famoso militar que su última morada sería como un imán para personas de todo el mundo, a la espera de una comunicación más factible con ese lugar para conocerlo, vivirlo y retratarlo? ¿Quien le diría, que ese mundo cosmopolita del que fue desterrado volvería a él, mucho después de su muerte?

Una propuesta aplaudida por unos, rechazada por otros
-----------------------------------------------------------------------
Pues el caso es que las autoridades británicas informaron recientemente su propósito de convertir en atractivo turístico la isla de Santa Elena, lugar donde fue desterrado y murió en 1815 el emperador francés Napoleón Bonaparte.
El lugar, insistieron, lo constituye una pequeña isla volcánica de 122 kilómetros cuadrados a dos mil kilómetros de la costa oeste africana y a mil 130 de la isla más cercana, la Ascensión, también territorio del Reino Unido.
Londres aspira, dijeron sus voceros, a construir allí un aeropuerto con una pista de 2,5 kilómetros de largo con la posibilidad de que aterricen aviones del tipo Boeing 737 y Airbus A320.
La isla pertenece a Gran Bretaña desde el siglo XVII y su única vía de comunicación en estos momentos es mediante barco una vez al mes, que llega desde Ciudad del Cabo, en Sudáfrica.
Ese lugar cuenta con una población en declive de cinco mil personas y recibe 19 millones de euros de apoyo del gobierno de Londres (un euro equivale a 1.21 dólar).
Como parte de ese proyecto, la Unión Europea enviará a Santa Elena 14,6 millones de euros. Santa Elena carece de partidos políticos, sindicatos y el delito mas reciente resultó el robo de una computadora personal.
El aislamiento de la isla, señala una nota del periódico británico “The Independent”, terminará con el proyecto turístico, aunque algunas voces ecologistas critican el plan, argumentando que podría hacer peligrar su flora y fauna.
Por una parte, se encuentra la posibilidad de beneficiar el conocimiento humano, y por el otro el riesgo que constituye exponerlo; ahora solo falta coherencia entre el buen propósito turístico y la protección medioambiental.
rfc/