Sommelier cubana aspira a liderar concurso mundial

Por: Roberto F. Campos


. Una arista importante donde se desarrolla la mujer cubana lo constituye el servicio turístico de alta calidad, como es el caso de los Sommelier. En esta profesión, de aproximadamente 100 especialistas en todo el país, tres son mujeres, entre ellas Zudlay Nápoles, por demás segundo puesto en el concurso internacional Habanosommelier, del que busca ser líder.


Un gran desarrollo cultural y estudios constantes requiere la profesión de Sommelier, especialista en turismo dedicado a proponer las cartas de vinos a clientes exigentes.
En Cuba, esta especialidad se desarrolló desde 1995 y en la actualidad ya tiene un fuerte arraigo y cada día se preparan muchos mas jóvenes en esa esfera, entre ellos mujeres.

La historia de una campeona

La Sommelier cubana Zudlay Nápoles aseguró a este periodista que se prepara con fuerza para lograr el primer lugar en la competencia internacional de febrero de 2007, cuando se prueban habilidades sobre vinos y puros.
Este torneo, nombrado “Habanosommelier”, se celebra cada año durante el Festival del Habano, cuando acuden a Cuba aficionados al tabaco de este país, provenientes de todo el mundo.
En la lid pasada, Nápoles logró el segundo puesto, luego de una detallada preparación que incluye conocimientos teóricos sobre tabaco y vinos, y habilidades prácticas, tales como selección, corte, encendido y vinculación con propuestas culinarias.
Nápoles, quien labora desde hace ocho años en el famoso restaurante Floridita de La Habana, constituye una de las tres sommeliers mujeres de Cuba, entre aproximadamente 100 especialistas de este tipo laborando en todas las provincias.
Los sommeliers son presentadores de cartas de vino en restaurantes de lujo, y las otras dos mujeres encargadas del tema son Martha Señá, del restaurante La Ferminia, y Miriam Alfonso del Hotel Saratoga, todas en la capital.
Graduada en la Escuela de Altos Estudios de Hotelería y Turismo del Hotel Sevilla capitalino, la experta comenzó sus labores en el propio Floridita, primero como dependienta y luego se preparó como Sommelier, ayudada por el titular Orlando Blanco.
Además, recibió un impulso considerable de parte de sus familiares, en particular su esposo Pedro Tejeda, quien trabaja en otro importante restaurante cubano, La Bodeguita del Medio, y del principal profesor de la materia Fernando Fernández.
Luego de varios cursos de especialización, en la actualidad Nápoles es una de las mejores entendidas cubanas en la combinación de puros, vinos y alimentos, y para diciembre de este año concluirá estudios universitarios de economía.
Considera que desde muy pequeña le gustó el mundo de la gastronomía y fue aproximándose al tema hasta concluir los estudios de enseñanza media superior y matricular en la escuela de turismo.
La especialista confesó que pretende continuar cursos superiores, siempre relacionados con vinos y habanos.
Confiesa la Sommelier que fuma junto a su esposo puros cubanos, en momentos de ocio, en casa, luego de dormir a su hija de tres años, y además les sirve para confrontar conocimientos sobre los tabacos tipo Premium, los de mayor calidad.
Entre sus propuestas favoritas, se encuentra la combinación del trago Daiquirí (ron blanco, limón y hielo molido), que tomaba el celebre novelista estadounidense Ernest Hemigway, y la Panetela de la marca de cigarros Cohiba, la mas emblemática del país.
Otra relación de su agrado, lo constituyen los mariscos, el ron San Cristóbal de la compañía Havana Club y el habano Siglo VI de Cohiba; también propone marinar con los rones Cuban Barrel Proof y Havana Club 15 Años.
El Floridita es uno de los restaurantes más lujosos de la capital cubana, fue comandancia de Hemingway y por eso en uno de sus rincones, donde se acodaba, se encuentra una estatua en bronce, a tamaño natural, del autor de “El Viejo y el mar”.
Nápoles participó durante cuatro ediciones en el concurso anual Habanosommelier, antes de colocarse como segunda a nivel mundial y ahora aspira al primer puesto.
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