Por: Roberto F. Campos
. En los últimos meses algunos acontecimientos importantes destacaron en el acontecer turístico cubano. Aquí va un resumen de esos encuentros, entrevistas y sucesos.
VII Fiesta Internacional del Vino del Hotel Nacional de Cuba
El gran momento habanero para Baco
Como parte del interés de autoridades y profesionales de la mayor ínsula caribeña por desarrollar una industria recreativa de alta calidad se desarrolló del 4 al 6 de Octubre en el Hotel Nacional de Cuba la VII edición de la Fiesta Internacional del Vino.
Con tres días para encuentros, catas y charlas, la cita agrupó a alrededor de 200 personas y ocho expositores que mostraron productos de las más importantes bodegas del mundo, procedentes de países como España, Francia, Italia, Alemania, Australia y Chile.
El especialista del departamento comercial del hotel, Damián Fuentefría, se mostró muy satisfecho por el evento y recordó que se incluyeron en el programa presentaciones de productos e intercambio de sommeliers, con la finalidad de potenciar esta cultura.
A la cita acudieron especialistas de otras esferas del turismo, tanto compradores de alimentos para hoteles, maitres, chef, cantineros, ejecutivos de diferentes niveles y profesores de la Escuela de Altos Estudios de Hotelería y Turismo.
En Cuba laboran más de 200 sommeliers, en todo el país, y una buena parte de estos expertos realizaron estudios superiores, tanto en esta nación como en el extranjero, e incluso lucieron sus conocimientos en eventos en Francia y otras naciones europeas.
Como expositores aparecieron Bodegas del Caribe, Joan Sardá, Juanita Mateo, Torres, Destilerías MG, Inversiones Pucara, Havana Club y Bodegas Félix Solís, esta ultima procedente de Sevilla, España, por primera ocasión en este encuentro.
La reunión se inició con un tradicional toque de campana de bronce y corte de cinta del Salón 1930 -por ejecutivos y expertos en culinaria del Hotel-, lugar donde se efectúa la Fiesta tradicionalmente.
El Hotel Nacional de Cuba constituye insignia del turismo de la Isla, fundado en 1930, acoge a importantes reuniones, sobre todo de agencias de viajes y gastronomía; desde hace siete años organiza la importante fiesta del vino con muchos atractivos.
Bodegas participantes
Luego de tres días de catas, encuentros y exposición, concluyó la VII Fiesta, cuando un grupo de compañías otorgan toque de distinción al turismo del país, sobre todo a partir de ingresar productos de muy alta calidad en la esfera vitivinícola.
Entre esos ejemplos empresariales se encuentra Juanita Mateo S.L. que importa, entre otros productos, las cavas españolas Fraixenet, de la región barcelonesa del Penedés.
El representante de esos vinos espumosos, Luis Ortega, constituye uno de los principales animadores de la cultura del vino en Cuba, fundador de la iniciativa del Hotel Nacional y organizador de cursos para sommeliers.
En noviembre de 2006, precisamente, Freixenet cumple 20 años de su presencia en esa nación y ahora, además importan otros vinos de calidad como el australiano Monty´s Hill, que lleva ya mucha aceptación por parte de los sommeliers.
Su equipo trae a la ínsula 50 vinos de las zonas productoras más importantes en la actualidad en el mundo, como Australia, Chile, Argentina, Francia, Italia y España.
Otra bodega relevante lo constituye, también de España, Miguel Torres S.A. que comenzó negocios con el turismo insular desde 1995.
La historia de esta empresa la recuerda su responsable comercial en La Habana, Carlos Antelo, pues la relación con Cuba data de 1870, cuando el tatarabuelo del actual presidente estaba en ese país e hizo fortuna para crear sus bodegas posteriormente.
Explica el ejecutivo que tienen 24 referencias de Bodegas Torres en la ínsula, y como los más conocidos están Sangre de Toro, Torres Coronas, y Viña Sol.
Además aparece el Torres Mirmanda, el blanco que se sirvió en la cena de gala de la XIV Cumbre de los Países No Alineados celebrada en septiembre pasado en La Habana.
Otra de las notas interesantes, la aportó Bodegas del Caribe que genera desde hace varios años la experiencia de crear un vino cubano, Castillo del Wajay, y ahora anuncia la aparición del Marqués de La Habana.
La especialista comercial de Bodegas del Caribe, Amelia Regateiro, elogió sin reparos la Fiesta del Vino, por significar el único evento de su tipo en Cuba que permite el intercambio y el desarrollo de esta cultura, además de elemento comercial.
Precisamente, esta firma propició un encuentro de productores agrícolas en la Sala Baracoa del propio hotel, que por segunda ocasión se realiza y permite un intercambio muy fructífero.
Refiere que en la localidad de Banao, en la central provincia cubana de Sancti Spíritus, prevén el fomento de 150 hectáreas de vid para el año próximo.
En febrero de 2002, se firmó la empresa mixta de Bodegas del Caribe con el Ministerio de la Agricultura de Cuba y se hizo una sola producción del vino Castillo del Wajay. Ahora auguraron la creación del nuevo producto Marqués de La Habana.
Novedades y figuras
Fernando Fernández: promotor del vino en Cuba
Cuando en 1995 Fernando Fernández dio los primeros pasos para crear un fuerte ejército de sommeliers cubanos, estaba seguro que se trataba de una especialidad que mucho daría a hablar, como realmente ocurrió.
Tal es el caso, que en la actualidad ya suman alrededor de 200 personas, sobre todo en La Habana, pero también en el resto de la nación, que abrazan esta especialidad con profundos conocimientos.
Y como nota adicional, Fernández fue uno de los creadores de la iniciativa del concurso Habanosommelier, que cada año sesiona como parte del Festival del Habano.
Los siete hombres de oro
De mirada alegre, conversador y profesor por naturaleza, este Sommelier tiene rasgos muy característicos que sobrepasan una presencia común: su versatilidad profesional, cultura general y facilidades para comunicarse.
Por ello, además de arrastrar a un buen grupo de expertos en vino, tiene un sello muy particular entre los periodistas que le conocemos, desde los inicios mismos del Club de Sommelier de Cuba, que aunque aún está por institucionalizarse, funciona en la práctica a las mil maravillas.
Fernández dirige sus operaciones en la actualidad, como primer profesor, desde su cátedra en la Escuela de Altos Estudios de Hotelería y Turismo del Hotel Sevilla, parte del sistema de Formación Turística del país (FORMATUR).
Allí ya tiene un curso que repite por quinto año consecutivo y tiene nuevos valores en sus nóminas, como lo recuerda a este periodista.
Los antecedentes, comenta, radican en 1995, cuando en un bar del Hotel Nacional de Cuba (nombrado Bar Billar en ese entonces, ahora Cyber Café) se reunieron los primeros interesados en dar vida a este oficio que requiere mucha cultura y esfuerzo.
De ese grupo solo siete ostentan altos estudios de universidades británicas y acaparan una tercera categoría en espera de la cuarta y última con la finalidad de poder acceder a estudios del Instituto Master Wine de Londres.
En la lista, además de Fernández se encuentran el maître del Hotel Habana Libre, Yamir Pelegrino; Joel Beguet del restaurante La Bodeguita del Medio; Orlando Blanco del restaurante Floridita; René García del Hotel Meliá Cohiba; Julio García del restaurante Las Américas del balneario de Varadero; y Jorge Miranda quien labora en República Dominicana.
Planes
Los estudios en Cuba, reseña, gradúan ahora a un especialista básico, pero espera que en breve pueda aumentarse el nivel de ese curso para crear verdaderamente sommeliers, ese es uno de sus primeros planes.
El curso tiene alta profesionalidad con seis asignaturas y recalca que se muestra muy orgulloso por haber participado en su creación.
Este año terminarán estudios 33 jóvenes, incluso del interior del país, y será la quinta graduación, dedicada al sector del turismo.
Explica que esta profesión constituye una figura para la alta restauración, la restauración de lujo, como parte del programa cubano por otorgarle más calidad al turismo del país.
Otro de sus planes se expande fuera de las fronteras cubanas cuando ya organizo y graduó en Venezuela, en compañía del funcionario también cubano Mario Escalona, en la ciudad de Mérida, a los seis primeros sommeliers de ese país, o pichones de sommelier, a su decir.
Significa que los expertos en vinos son traídos del extranjero por las cadenas turísticas allí, pero de una manera integral y propia de la República Bolivariana de Venezuela significa el primer curso, realizado en el Instituto de Altos Estudios de Hotelería y Turismo de Mérida – antiguo Colegio Universitario de Los Andes.
Mucha tela por donde cortar
Fernández también está entre los fundadores de la Fiesta del Vino que ahora se realiza por séptima ocasión en el Hotel Nacional y por demás, propicio hace seis años un concurso inusual, el de Habanosommelier.
Ese certamen, cada inicios de año junto con el Festival del Habano, premia a quienes proponen la mejor la selección, corte y encendido de una habano, y su maridaje con buenos platos y bebidas.
Recuerda que en cinco ediciones, los cubanos ya tuvieron un primer lugar, tres segundos y un tercero, en una lid reñida, por la amplia participación foránea.
En el plano internacional ya son varios los escenarios europeos que vieron el eficaz desempeño de los sommelier cubanos, como Austria en 1998, con la presencia de Jorge Miranda y el propio Fernández en catas a ciegas.
“La Fiesta del Vino representa para nosotros el punto culminante en la formación y en la integración, señala; realizamos intercambios, catas, encuentros especiales, degustamos los productos mas sobresalientes, nos ponemos al día”.
Fernando Fernández, con 52 años de edad, se graduó hace 27 de Ingeniero Químico especializado en alimentos y su mayor orgullo lo constituye aportar su granito de arena a este interesante mundo vitivinícola.
“Mas allá del comercio de este producto, se trata de un fenómeno cultural del ser humano y tengo mucha satisfacción por mi condición de cubano y lo que representamos en el mundo de iniciar muchos de estos eventos”, concluyó.
Jorge Miranda, primer presidente del Club de Sommeliers
Jorge Miranda tiene en sí todos los ingredientes del Caribe: piel oscura, expresión viva, fácil para el diálogo y las amistades, y una mente muy viva que lo convirtió en uno de los profesionales insignia del vino en Cuba.
Por demás, Miranda fue de los primeros expertos en vinos que vinculó este producto con los Habanos, y en particular –comenta- los puros van perfectos con los Oportos.
Con una trayectoria de mucho estudio, tiene en su expediente dos elementos de suma relevancia: primer presidente del Club de Sommeliers de Cuba (en fase de institucionalización) y participar en 1998 en Viena, Austria, en Vinexpo, una de las más importantes ferias del mundo del sector.
Sommelier de formación en Cuba ahora trabaja con la Compañía Antillana de Distribución en Guadalupe, donde se encuentra su casa matriz, a la que representa para Centroamérica, América y el Caribe, y desde donde comercializa grandes vinos como los de Antinori y otros de la Toscaza italiana.
Con 40 años de edad, hace base en Guadalupe y Martinica, y lleva más de 13 años vinculado con el mundo vitivinícola. Debido a su experiencia y dedicación le eligieron como el primer líder de los sommeliers cubanos, y ahora presidente honorario.
La asombrosa cava de “El Aljibe”
Una cava de vinos es, además de bodega para conservar productos de Baco, una especie de santuario, reducto donde se respira la mejor adoración a los líquidos de la uva, y perfecto escenario cultural, como la del restaurante El Aljibe.
Ese establecimiento, del barrio habanero de Miramar, donde se encuentran las sedes diplomáticas y las oficinas comerciales extranjeras, puede decirse que constituye el restaurante cubano de mayor concurrencia y atractivo en la actualidad en ese país, con un servicio de alta calidad y muchos asombros que obligan a repetir la visita.
Entre las bondades, aparte de la excelente receta de Pollo al Aljibe, aparece –desde hace dos años- una cava de vinos muy bien estructurada y con un inmejorable guía, el sommelier Regino González, quien señala que ahora la bodega está en pleno auge.
Ministros caribeños abogan por turismo sustentable
Ministros de turismo caribeños abogaron en Cuba por una industria del recreo en la región, sostenible, con destaque a sectores como los cruceros, formación, transportes e integración y la búsqueda de mejoras económicas para sus naciones.
El Presidente del Comité Especial de Turismo Sustentable de la Asociación de Estados del Caribe (AEC), Luís Simón, refirió la significación del encuentro durante una sesión en el Hotel Nacional de Cuba.
Agregó que transcurrió la I Reunión de Ministros de Turismo del Gran Caribe, luego de tres días de la tercera cita preparatoria para la ministerial y la XVI Reunión del Comité Especial de la AEC sobre Turismo Sustentable (17 al 19 de Octubre de 2006).
En la charla también estuvo presente el Secretario General de la AEC, Rubén Sillé, quien viajó a la Habana para tomar parte en las discusiones y el Ministro de Turismo de Venezuela, Wilmar Castro.
Simón explicó que la cita estuvo orientada fundamentalmente a la aprobación de una declaración final de los participantes, cuyas indicaciones están destinadas a fomentar el turismo.
En el documento se establece una estrategia y el apoyo a un plan que se ejecuta por el Comité Especial, integrado por representantes de República Dominicana, Martinica, Haití y Las Bahamas.
El texto abunda en las políticas para impulsar esta actividad y las principales sugerencias sobre el estudio del impacto de los cruceros desde el punto de vista social, ambiental y económico.
Además se pronunciaron por una integración lingüística a través de un centro de promoción, políticas de transporte, formación, y seguridad para los turistas; teniendo a este sector como motor de desarrollo económico y lucha contra la pobreza.
La declaración criticó la decisión del gobierno de los Estados Unidos de exigir a sus súbditos el uso de pasaportes para viajar a la región, medida que se pondrá en práctica el 8 de enero próximo.
Por su parte, el Ministro de Turismo de Cuba, Manuel Marrero, ratificó la política de su gobierno sobre aceptar un crucerismo que respete las legislaciones del país, destacas las ambientales.
Significó que desde hace algún tiempo llega a la Isla el crucero Pullmantur que cumple con esos requisitos y otros como estancias de sus clientes en hoteles del país, viajes a otros polos como Varadero y relacionarse con la cultura de la nación.
La AEC constituye una organización para consulta, cooperación y acción concertada en las áreas de comercio, transporte, turismo sustentable y desastres naturales. Esta entidad regional cuenta con 25 miembros, incluida Cuba.
Proponen a viajeros en La Habana cata de puros y ron
Las combinaciones en las mesas de mas alto vuelo están a la orden del día; maridajes, como se le conoce, que vinculan las mejores recetas de gastronomía, con bebidas o puros, o espirituosos con cigarros.
Y tal es el caso, que los dos productos más emblemáticos de Cuba, el ron y el tabaco, aparecen ahora en una propuesta casi ineludible para quienes quieran aprender un poco mas de la mayor ínsula antillana.
Por tanto, el Museo del Ron de La Habana, acaba de difundir un valor añadido a sus paquetes para turistas, con cuatro combinaciones muy exclusivas de estas joyas.
Se trata de una selección realizada por un equipo de expertos que tuvo muy en cuenta los gustos de más de 600 mil visitantes de todo el mundo que ya pasaron por el lugar, desde su apertura el 31 de marzo de 2000.
Este maridaje tiene cuatro variantes, a escoger una, previamente seleccionada a la hora de comprar la opcional, por lo tanto, junto al recorrido por el Museo, la compra de ocasión y la estancia en el bar del lugar, también está la Oferta de Degustación de Ron y Tabaco.
Los rones elegidos son de lo mejor de la casa y los habanos tienen algún elemento novedoso, como ser lo más vendido en el mundo, o contar con una combinación muy especial.
Por lo tanto, en la primera degustación aparece el Romeo y Julieta Exhibición No.4 con Havana Club Añejo 3 años; en la segunda propuesta viene un Montecristo No.4 con Havana Club Añejo Especial.
La tercera opción se compone de un Robaina Famoso con Havana Club Añejo Reserva y la última, siempre subiendo la parada, un Siglo II de Cohiba con el Havana Club Añejo 7 años; y en todos los casos la explicación de los especialistas.
De mas está insistir en que se trata de buenas combinaciones de bouquet, en el caso de estos espirituosos, e inmejorables aromas en cuanto a los habanos, considerados los mejores puros tipo Premium del mundo.
Y son los mejores porque en su producción se combinan suelo, clima y experiencia de los productores; ahora con un añadido adicional, el Museo del Ron, entidad que combina de manera perfecta el conocimiento cultural y el placer inmediato de probar lo mejor.
Tecnología y producción
Software y vinos se dan la mano
El vino, ese adorado producto de Baco, ahora constituye otro de los beneficiados de las nuevas tecnologías de la información, con un software creado para controlar los procesos agrícolas relacionados con la vid.
Un informe reciente muestra la alianza entre el grupo de programación Sonda y la Universidad Católica de Chile, mediante su filial DICTUC.
Este programa de computadora ofrece a la industria vitivinícola un sistema de planificación de la cosecha de la uva que antes no existía.
El informe de esas entidades añade que diseñar un software con la más moderna tecnología permite controlar el proceso de producción de los vinos.
De esta manera se atiende el tema de mejorar su calidad, primer objetivo de la alianza entre Sonda y el Centro del Vino de la Universidad Católica (Ceviuc), a través de DICTUC, una filial de ingeniería de la propia casa de estudios.
Si bien Sonda ya cuenta desde hace ocho años con Kupay, una solución que permite medir la historia del vino o su trazabilidad, el nuevo servicio es complementario, tal y como lo relata el subgerente de sistemas de Sonda Gestión, Alfonso Escobar.
“Permite abarcar más negocios con las viñas – recalca- y pone en la industria un sistema de planificación de cosecha de la uva”, programa inexistente en el mercado.
Señaló el ejecutivo que ya implementan un plan experimental con dos viñas, Concha y Toro y Ventisquero, y los primeros resultados son satisfactorios.
El acuerdo busca presentar en el mercado una solución para dar a los viñateros las mejores herramientas para su negocio, de ahí la alianza entre tres partes encargadas de las investigaciones.
Este software, en la actualidad, pasa pruebas en las dos viñas mencionadas y sus productores muestran gran satisfacción por las prácticas.
Saber cuando la uva está lista
Ese programa aporta el elemento de conocer cuando la uva estará madura para cosecharse o la cantidad de mano de obra necesaria para cumplir los distintos plazos de la labor agrícola.
Tales elementos pueden marcar verdaderamente la diferencia entre un buen vino, el de media calidad o uno aspirante al mercado internacional.
Por lo tanto, el programa determina la mejor organización de las tareas de cosecha. El enólogo ingresa los datos a la computadora como la fecha optima para la recogida de la uva, posibles plazos de retraso o anticipación, y si será mecánica o manual.
También se añaden elementos como clima, costos, personal a contratar y otros antecedentes de la región, y el software examinará los elementos para entregar, la mejor opción en cuanto a eficiencia, costo y rendimiento.
Sonda, con casa matriz en Santiago de Chile, constituye uno de los principales integradores y proveedores de servicios de tecnologías de la información en América Latina, con ventas anuales por 300 millones de dólares y más de tres mil empleados.
Entre sus gestiones se encuentra la búsqueda de soluciones de calidad y servicios empresariales con alcance, además de en Chile, en Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México, Perú, Uruguay y Venezuela.
El programa Kupay, antecesor del que se prueba, está diseñado bajo una estructura modular, que se convierte en una herramienta única para la gestión del viñedo y permite actualizaciones periódicas, según las necesidades.
Nuevo brillo para La Zaragozana
Como parte de la estrategia de las autoridades turísticas cubanas de cada día mejorar los servicios gastronómicos, hoy se aprecian nuevos brillos en el restaurante habanero La Zaragozana.
Ubicado en la céntrica calla de Monserrate, la casa de comidas constituye una de mucha tradición, historia y gusto para sus comensales que provienen de todas partes del mundo, en particular de España.
Precisamente, esa instalación tiene entre sus principales recetas los platillos de la culinaria ibérica, por lo mismo que se hizo famoso desde su apertura en el siglo XIX.
Ahora, su nueva presencia contiene un reservado para 15 personas y otro salón aun mas reducido, que pretenden convertirlo en cava de vinos.
Banderas, pañoletas, bufandas y fotos de futbolistas engalanan el lugar, todas regaladas por los clientes, muchos de ellos repitentes debido a la calidad de la comida en el lugar.
La Fabada Asturiana, los clásicos Garbanzos Fritos con Chorizo, Paella y los excelentes mariscos, integran un selecto menú que hace las delicias de sus clientes.
Luego de un cierre por unos meses, el restaurante viste sus nuevas galas y complace a todos por la elegancia, ambiente agradable y, sobre todo, esmerada culinaria.
Especializado en comidas internacionales, pero con un sello puramente español, ese establecimiento se abrió en 1830 por Los Curray, familia de españoles instalada en Cuba.
El nombre del restaurante se originó en un cuadro colocado en su pared central, cuyo tema era el sitio de Zaragoza, región del noreste español, cercana a la frontera francesa.
Su ubicación original es la misma de hoy, Avenida de Bélgica número 352 (conocida popularmente como Monserrate) entre Obispo y Obrapía, en la parte vieja de la capital cubana.
Los nombres de esas arterias dicen mucho de la historia citadina ya que Monserrate se basa en una ermita bautizada así y ubicada en la zona, Obispo por la vivienda de Fray Jerónimo de Lara, y Obrapía por una casa de ayuda a niñas huérfanas.
Cuentan que Los Curray consideraban como restaurante de lujo una estancia para comidas en familia y no para debates de negocios, y como “La Zaragozana” se llenaba de comerciantes, los dueños, incómodos, la llegaron a calificar despectivamente de “fonda”.
Por esa preocupación surgió entre ellos la idea de abrir otro restaurante que se materializó después como el “1830”, inaugurado en 1954, un homenaje de ese clan gastronómico a la fecha de apertura de “La Zaragozana”.
La Zaragozana, el más antiguo restaurante de La Habana, actualmente muestra un estilo de “Colmao” español con separaciones en el área central, motivos hispanos y alguna arcada morisca, mesas y sillas de madera dura torneadas y una barra con banquetas altas.
La instalación cuenta con 15 banquetas en el bar y 120 puestos entre las mesas, incluido el reservado, finamente adornado.
rfc/
QUINTAESENCIA CUBA. Bitácora sobre Turismo, Viajes, Curiosidades y Sugerencias. Textos y fotos: Roberto F. Campos Correo: rcamposster@gmail.com rfc@prensa-latina.cu
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