Por: Roberto F. Campos
. Una cervecería
recién inaugurada en La Habana
hace las delicias de lugareños y turistas extranjeros, que pueden degustar
lúpulo austriaco fabricado en ese mismo lugar.
Al cubano le gusta mucho la cerveza, de ahí
recientes iniciativas turísticas habaneras como recuperar escenarios históricos
donde servirla, destacable el Antiguo Almacén de la Madera y el Tabaco, lugar
para degustar incluso lúpulo austriaco.
Dicha novedad no es propiamente nueva, pues
mediante un convenio entre La
Oficina del Historiador de la Ciudad y la compañía
austriaca SALM, en 2009 se abrió una taberna en la Plaza Vieja, de La Habana Vieja, donde
se sirve cerveza austriaca, establecimientos operados por la compañía local
Habaguanex.
Ahora se repite la experiencia, debido a su
éxito, a partir de tener una taberna de gran porte, con su fábrica incluida,
donde se produce la cerveza, a partir de carta tecnológica, materias primas y accesoria
de ese país europeo.
LA NUEVA CERVECERIA
El 15 de marzo de 2014 abrió sus puertas la
segunda versión de este tipo de casa de recreo, en un lugar sumamente amplio y
fresco (teniendo en cuenta los veranos cubanos), que además de recordar el
trasiego de mercancía en el pasado, propicia el turismo.
Esta apertura forma parte de un plan mayor
que busca potenciar el turismo en el entorno de la Bahía de La Habana, por tanto retoman
un viejo espigón que resultó muy significativo en siglos pasados debido a su
trasiego de madera y tabaco.
Ahora, el local está dedicado a la nueva fábrica
de cerveza, donde se sirven la clara, oscura y negra, en jarras de cristal de
alto porte y acompañadas con una surtida carta de alimentos a picar, para una
estancia sumamente agradable.
El gerente Osmel Pérez Rodríguez significa
que se trata de un nuevo establecimiento para complacer el gusto por la
cerveza, tanto de lugareños como los centenares de viajeros provenientes de
todo el mundo que visitan diariamente las calles habaneras.
Ese espigón
del puerto tiene una vista privilegiada de la bahía, además de tener muy cerca
los Almacenes de San José, donde se vende mucha artesanía cubana.
La entrada |
Pérez Rodríguez señala que la remodelación se
realizó a partir de una idea de la
Oficina del Historiador de La Habana (Eusebio Leal
Spengler), un lugar con 430 capacidades, dispuestas en horarios de 1200 del día
a la media noche.
Mariscos, carnes de diferentes tipos, aros de
calamar, por ejemplo, y una larga lista, permiten acompasar los efectos del
alcohol, además de tablas de queso, área fría y caliente, parriladas y pinchos,
entre otras muchas propuestas.
La nueva cervecería opera con 82 trabajadores
en un área de unos 150
metros cuadrados y con la fabricación de 10 hectolitros
diarios de los tres tipos de cerveza mencionados, que se consumen totalmente.
Belkis González Pérez, es la principal
especialista de la producción, junto a dos de sus colegas, encargados de los
procesos tecnológicos e industriales. Este equipo se rota por turnos para producir
la cerveza que se sirve en el lugar.
Recuerda que esa tecnología se compró a la
empresa austriaca SALM, bajo la idea de un lugar de esparcimiento, ahora
amenizado mediante imágenes televisivas y música grabada, pero con la
perspectiva de actuaciones en vivo.
El gerente del local cuenta con más de 17
años de experiencia administrativa vinculado al turismo y la tecnóloga 32 años
en la industria cervecera cubana.
Los empleados |
La experta explica que se trata de un
producto de alta calidad, con una fábrica de tecnología avanzada con la
finalidad de realizar una producción tradicional.
Señala que la materia prima es austriaca, y
la carta tecnología –también de ese país- facilita una cerveza de 12 grados,
cruda, con un sabor natural, que no se filtra ni se pasteuriza,
solo se sedimenta.
El dióxido de carbono (CO2) generado en el
proceso se conserva para favorecer una espuma de alta calidad. La cerveza
cuenta con un excelente aspecto, sabor y olor (esto último casi nunca se tiene
claro por el consumidor).
No es una cerveza filtrada, pero sí bastante
brillante, de alta calidad, que se fabrica mediante métodos de reposo y
decantación.
Reitera la especialista que se producen 10
hectolitros (mil litros) diarios que se consumen completamente, en sus variantes
clara, oscura y negra.
En cuanto a la clara, lleva malta Pilsen y
caramelo clara; la oscura malta Munich, Pilsen y caramelo clara; y en el caso
de la negra o Dunkel, incluye malta Pilsen, Munich, caramelo clara, caramelo
oscura y malta tostada.
Reconoce la tecnóloga que la atención,
servicio y experiencia en el sector gastronómico lo aportan los cubanos, y el
montaje, y primer caldo, junto con la garantía, corre a cargo de los
representantes de SALM.
LA CERVEZA AUSTRIACA HABANAERA Y SU ENTORNO
Un gran proyecto de rehabilitación del
puerto habanero, intenta recuperar naves que sirvieron para mercancía, y ahora
se transforman paulatinamente en centros de recreación con estímulo del
turismo.
Recientemente, las autoridades y directivos
de la compañía turística Habaguanex S.A., inauguraron el espacio bautizado como
Antiguo Almacén de la Madera
y el Tabaco, con una cervecería de 430 capacidades, el mismo espigón donde
estuvo la Nave
del Tabaco y la Madera
(de ahí su nombre actual).
La cervecería aplica un concepto ya exhibido
en la Factoría Plaza
Vieja, otro punto de la ciudad, donde se fabrica el lúpulo, lugar íntimo y con
una vista especial de la bahía.
El 15 de marzo el historiador de La Habana, Eusebio Leal
Spengler, participó en la apertura del nuevo establecimiento en el espigón con
ese nombre, en la Avenida
del Puerto de La Habana,
y reseñó los planes futuros.
La cervecería lleva tecnología austriaca y
cuenta con tres maestros cerveceros, con gran experiencia en ese tipo de
industria.
Leal comentó en esa oportunidad que en breve
abrirán otras obras de parte de la
Oficina del Historiador, entre ellas la Casa de la Obrapía y el Museo de Arte
Colonial.
Además anunció que iniciarán labores
constructivas en el segundo piso del cercano Almacenes San José, espacio
parecido, dedicado a artesanos. Los nuevos espacios, dijo, dedicarán la
atención a libreros, que en la actualidad están en la Plaza de Armas, otro punto
muy concurrido de La
Habana Vieja.
El Espigón de Paula o Almacén del Tabaco y
de la Madera
tuvo su fulgor a fines del siglo XVIII, cuando se apreció un desborde de los
muelles y espigones con sus espacios de ventas.
Constituye un muy valorado patrimonio
industrial, y en la actualidad forma parte de los planes de recuperación del
entorno de la bahía habanera de cara al turismo y a fomentar los negocios
culturales, mientras propiamente el trasiego de barcos se trasladará a la bahía
del Mariel, hacia el oeste de la capital.
LA COMPAÑÍA SALM
La tecnóloga |
La casa O. SALM & Co GmbH fue fundada en
Viena en 1924 por Georg Welledits y Otto v. Salm, tal y como lo difunde la
propia empresa. En 1932 SALM ya contaba con establecimientos en Praga,
Bucarest, Sofía y Budapest.
Señalan que la guerra tuvo como consecuencia
la destrucción completa de todas las empresas productoras y sucursales.
Terminado el conflicto tardaron cinco años hasta que la empresa estuviera
parcialmente restaurada.
En 1962 se inició una cooperación muy fructífera
entre Sümak en Stuttgart y SALM en Viena. SALM desarrolló varias máquinas
utilizadas en la técnica embotelladora que fueron fabricadas por Sümak y
distribuidas en Austria por SALM.
Después de una trayectoria reconstructiva,
desde 1994 hasta 2012 registraron la exportación de más de 80 plantas a más de
38 países del mundo.
En 2004 el primer mando computerizado
inteligente entró en funcionamiento para las plantas de cocción de Salm, y un
año más tarde Salm fue condecorado con el Premio Austriaco de Exportación. En
2009 se abre en La Habana
una cervecería mediante convenio con SALM.
LA CERVEZA EN LA
HISTORIA
Los primeros reportes del comercio del
producto están en Alemania en el siglo XI, referencias sobre impuestos de uso,
del llamado Grut que en inglés se reflejaba como Gruit o conjunto de yerbas empleadas
en la cerveza, finalmente sustituido ese nombre por el de lúpulo.
Pero la cerveza tiene antecedentes aún más
lejanos en el tiempo, debido a que fue desarrollada por los antiguos pueblos
elamitas, egipcios y sumerios, con evidencias en alrededor de 3500 ANE,
hallados vestigios en Godin Tepe, en el antiguo Elam (hoy Irán).
La receta más antigua de cerveza es el
Papiro de Zoísmo de Panópolis del siglo III. Antes se bebía caliente como
medicina, dicen documentos antiguos.
ALEMANIA Y LA CERVEZA SIN ALCOHOL,
UNA CURIOSIDAD
Una curiosidad relacionada con la cerveza la
aportó recientemente Alemania, con su peor nivel en 25 años, de acuerdo con un
informe presentado por las empresas cerveceras del país en marzo de 2014.
Ese reporte refleja que el consumo del
lúpulo decae con los años, tal y como aparece en cifras de 2013 mostradas en Berlín.
Las empresas cerveceras germanas registraron
en 2013 la séptima caída consecutiva en sus ventas que, con 94,6 millones de
hectolitros, se situaron en el escalón más bajo desde 1989.
Esta cifra es dos por ciento inferior a la
registrada en 2012, de acuerdo con los datos de la Oficina Federal de
Estadísticas de Alemania (Destatis).
Dicha fuente explicó que las malas ventas se
deben en parte al incremento de la popularidad de cervezas sin alcohol y de
cervezas mezcladas con limón, coca-cola o zumos de fruta.
Aclaró el presidente de la Federación Alemana
de Cerveceros, Holger Eichele, que una de las razones de la caída de las ventas
en Alemania en 2013 fue el largo invierno seguido de un verano desigual.
Eichele destacó el envejecimiento de la
población como otra razón de la tendencia a la baja en la venta del que es uno
de los motivos de orgullo del país.
Tales malas cifras se vieron compensadas en
parte con la demanda de cerveza en los Estados Unidos y China.
La mezcla de cerveza y las cervezas sin
alcohol representaron en 2013 un 4,5 por ciento de las ventas de cerveza en
todo el país, comparado con el 1,9 por ciento de 2012, reseñó Destatis.
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