Por
Roberto F. Campos
Cayo
Saetía, Holguín, 17 jun 2017. Un apartado rincón del oriente cubano bajo el
sugestivo nombre de Cayo Saetía atrae hoy con fuerza a los viajeros europeos,
que llegan a este archipiélago interesados en la naturaleza y aventuras.
La parte Este del país está cargada de
colorido y posibilidades para quienes pasan sus vacaciones de manera activa.
Tal afirmación la corrobora mucha gente que ya visitó lugares capaces de dejar
una huella en el visitante, mediante fotos, pero sobre todo en la memoria.
Uno de esos lugares que prácticamente
conmociona a los europeos, es Cayo Saetía, a donde se llega de preferencia por
mar, en un viaje de dos horas que permite un disfrute visual de la Península
del Ramón.
Es una
isla con bellos escenarios en la oriental provincia cubana de Holguín. Se
encuentra a 120 kilómetros al sureste de esa ciudad, entre la Bahía de Nipe y
el océano Atlántico, pero sus playas, y la variedad de la vegetación crea las
delicias de los más exigentes turistas.
Bajo la administración del Grupo de Turismo
Gaviota, este lugar se puede visitar en busca de playas vírgenes, y la
posibilidad de acceder a un recorrido en jeep o camión que permite observar la
fauna del lugar, muchos ciervos, búfalos y hasta algunas avestruces.
Para el director de la Villa Cayo Saetía,
Alberto Ricardo González, se trata de un inmejorable paraje.
Dice que el cayo está enclavado en la parte
norte oriental del municipio de Mayarí, en la mencionada provincia de Holguín,
y abarca sus 42 kilómetros cuadrados cinco formaciones boscosas.
Esas formaciones están integradas de
conjunto con la explotación y el desarrollo de las especies exóticas, algunas
de ellas introducidas en el país desde el extranjero con un cuidado
medioambiental.
Menciona 14 especies como es el caso de
cebras, dromedarios, venados antílopes, búfalos, que se adaptaron perfectamente
al entorno.
Muchas de ellas llegaron de la India y África
para permitir en este parque natural recorridos mediante vehículos apropiados y
el disfrute de dicho panorama por los turistas.
Para ello ya existe una villa de cuatro
estrellas con 12 habitaciones, en un paraje recóndito, pero que facilita tanto
estos viajes y paseos, como caminatas, o la práctica de otras modalidades como
es el caso del buceo y el snorkeling, pues por allí hay mucha agua y fondos bellos.
Dice el directivo que el Grupo Gaviota, que opera
tanto la villa como las excursiones y las posibilidades del Cayo, también tiene
las ofertas de safari a través de las praderas del lugar, paseos a caballo, en
lancha y propuestas gastronómicas muy tradicionales, y otras exóticas.
El centro es La Playa del Cristo, donde
aparece un rancho de balneario y a donde se llega en catamarán, a veces –según
como este la marea- obliga a mojarse hasta la cintura para desembarcar, lo que
otorga un toque de distinción al viaje.
De esos paseos y navegaciones contabilizan a
unos 100 clientes diarios en la temporada alta (noviembre a abril) y de tres a
cuatro recorridos por el cayo, en distintos medios, por jornada, pero ahora
crecen los pedidos.
Los turistas llegan desde la también
oriental ciudad de Baracoa en la provincia de Guantánamo, en excursiones de un
día, junto a estancias de más tiempo en la villa, fundamentalmente alemanes,
italianos, franceses y canadienses.
/rfc
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