El peligroso panorama del turismo ante la Covid-19
Por Roberto F. Campos
La Habana, 4 may.2020. La industria de los viajes transita hoy ante la disyuntiva de mantenerse en reposo debido a la Covid-19, o abrir sus puertas pese al riesgo de contagio y retroceso que significa tal paso.
Esta disyuntiva aparece en la palestra pública, luego que este lunes la Unión Europea (UE) y muchos de sus países más afectados por la pandemia, como es el caso de Italia, iniciaron un proceso de descongelamiento, en medio de anuncios de nuevos contagios.
El terreno es peligroso, si se tienen en cuenta las advertencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que apuntan a que aún no se derrotó a la enfermedad, e incluso puede llegar en varias oleadas posteriores.
Recientemente, los medios notificaron que miles de profesionales del turismo en Alemania secundaron manifestaciones para pedir el levantamiento de las restricciones protectoras.
Esas protestas también apuntan a una falta de ayudas del gobierno a las pequeñas y medianas empresas.
De estas acciones se hicieron eco varios medios de comunicación germanos, las protestas se verificaron en grandes plazas emisoras de turismo como es el caso de Múnich, Berlín y Frankfurt. Y pese a que la participación fue limitada y en cumplimiento de estrictas medidas, se trata de un problema.
La pretensión está en que Berlín respalde con medidas efectivas a las miles de agencias que operan en el país (11 mil puntos de venta).
Esos turoperadores están abocados a un cierre definitivo, y protestan también en el sentido de que el turismo es algo más que los grandes como la mayor agencia del mundo TUI y la aerolínea Lufthansa.
Por su parte, el primer ministro británico, Boris Johnson, señaló recientemente la necesidad de reabrir el turismo deprisa.
Dijo en ese momento que tienen que recuperar dicha industria con normalidad, pero sin embargo acotó que no pueden dejar que un flujo de viajeros cree un repunte de la enfermedad.
Por otra parte, la Comisión Europea (CE) ya salió al rescate del sector turístico y pidió a los gobiernos de la Unión Europea (UE) que reabran las fronteras interiores lo antes posible para ayudar a relanzar el turismo paralizado por la Covid-19.
En estos momentos al menos 13 países de la UE, entre ellos España y otros tres del espacio Schengen, mantienen el paso cerrado a sus fronteras interiores para tratar de evitar la propagación de la pandemia, una situación que se prolongará al menos hasta el 15 de mayo.
Tras la reapertura de la frontera interior, la CE señaló que debe contemplarse una segunda fase para reabrir fronteras exteriores tras evaluar la evolución de la pandemia, y siempre y cuando se adopten medidas en materia de salud y seguridad.
Los planes incluyen que los aviones lleven menos asientos para permitirse el alejamiento en los vuelos, y que cada viajero sea pesquisado en sus trayectos, así como en los lugares a visitar.
Autoridades de varios países europeos aceleran hoy el desconfinamiento para resolver problemas económicos creados por el nuevo coronavirus. A la cabeza de esa aceleración se encuentra Italia, una de las naciones del viejo mundo más golpeadas por la enfermedad.
Todo parece indicar que la disyuntiva aparece entre la salud ciudadana o sus finanzas, cuando es cierto que la economía, el comercio y las finanzas están en serio peligro, pero visto desde un punto de vista simple, sin vida no importa el dinero.
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Por Roberto F. Campos
La Habana, 4 may.2020. La industria de los viajes transita hoy ante la disyuntiva de mantenerse en reposo debido a la Covid-19, o abrir sus puertas pese al riesgo de contagio y retroceso que significa tal paso.
Esta disyuntiva aparece en la palestra pública, luego que este lunes la Unión Europea (UE) y muchos de sus países más afectados por la pandemia, como es el caso de Italia, iniciaron un proceso de descongelamiento, en medio de anuncios de nuevos contagios.
El terreno es peligroso, si se tienen en cuenta las advertencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que apuntan a que aún no se derrotó a la enfermedad, e incluso puede llegar en varias oleadas posteriores.
Recientemente, los medios notificaron que miles de profesionales del turismo en Alemania secundaron manifestaciones para pedir el levantamiento de las restricciones protectoras.
Esas protestas también apuntan a una falta de ayudas del gobierno a las pequeñas y medianas empresas.
De estas acciones se hicieron eco varios medios de comunicación germanos, las protestas se verificaron en grandes plazas emisoras de turismo como es el caso de Múnich, Berlín y Frankfurt. Y pese a que la participación fue limitada y en cumplimiento de estrictas medidas, se trata de un problema.
La pretensión está en que Berlín respalde con medidas efectivas a las miles de agencias que operan en el país (11 mil puntos de venta).
Esos turoperadores están abocados a un cierre definitivo, y protestan también en el sentido de que el turismo es algo más que los grandes como la mayor agencia del mundo TUI y la aerolínea Lufthansa.
Por su parte, el primer ministro británico, Boris Johnson, señaló recientemente la necesidad de reabrir el turismo deprisa.
Dijo en ese momento que tienen que recuperar dicha industria con normalidad, pero sin embargo acotó que no pueden dejar que un flujo de viajeros cree un repunte de la enfermedad.
Por otra parte, la Comisión Europea (CE) ya salió al rescate del sector turístico y pidió a los gobiernos de la Unión Europea (UE) que reabran las fronteras interiores lo antes posible para ayudar a relanzar el turismo paralizado por la Covid-19.
En estos momentos al menos 13 países de la UE, entre ellos España y otros tres del espacio Schengen, mantienen el paso cerrado a sus fronteras interiores para tratar de evitar la propagación de la pandemia, una situación que se prolongará al menos hasta el 15 de mayo.
Tras la reapertura de la frontera interior, la CE señaló que debe contemplarse una segunda fase para reabrir fronteras exteriores tras evaluar la evolución de la pandemia, y siempre y cuando se adopten medidas en materia de salud y seguridad.
Los planes incluyen que los aviones lleven menos asientos para permitirse el alejamiento en los vuelos, y que cada viajero sea pesquisado en sus trayectos, así como en los lugares a visitar.
Autoridades de varios países europeos aceleran hoy el desconfinamiento para resolver problemas económicos creados por el nuevo coronavirus. A la cabeza de esa aceleración se encuentra Italia, una de las naciones del viejo mundo más golpeadas por la enfermedad.
Todo parece indicar que la disyuntiva aparece entre la salud ciudadana o sus finanzas, cuando es cierto que la economía, el comercio y las finanzas están en serio peligro, pero visto desde un punto de vista simple, sin vida no importa el dinero.
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