Ciencia Ficción y Ciencia: El Tiempo ¿nos lleva y nos trae?

Por: Roberto F. Campos

.- La conocida Paradoja del tiempo tiene mucha tela por donde cortar, pero mientras más nos adentramos en ella, más insatisfechos y confundidos estamos, en un mar de conjeturas desde esa inevitable “Máquina” de la cinematografía hasta las más complicadas teorías.
. Viajar en el tiempo, por tanto, constituye desvelo de literatos y artistas, y de estudiosos.
Desde que el ser humano empleo a fondo sus neuronas, el Tiempo constituyó una de sus principales preocupaciones. Y como símbolo de estas disquisiciones podemos poner la tan traída y llevada “Máquina del Tiempo”, instrumento capaz de permitir los viajes hacia el futuro o al pasado.
Pero esta herramienta mencionada es solo Ciencia Ficción, fruto de la imaginación de mentes de alguna manera adelantadas, como el escritor británico H.G. Wells.
De cualquier manera, sobre la faz de la tierra se colocó la duda de si es posible hacer esas travesías y son decenas de obras de artes las que abordan el tema, mientras los más concienzudos físicos y matemáticos, también emplean “su tiempo”, en examinar horas, minutos y segundos.

La gran Paradoja



Detrás de los filmes de momento que tratan el asunto, está por tanto “La Paradoja del tiempo” o del Abuelo, atribuida por primera vez al escritor francés de ciencia ficción René Barjavel y esbozada en su libro
Le voyageur imprudent (El viajero imprudente) de 1943.
En la actualidad, el tema se puede encontrar en Internet con gran profusión, desde la enciclopedia interactiva Wikipedia, en cuadernos científicos y hasta en los blog o bitácoras personales de miles de personas de todas las edades, creencias, y formaciones profesionales.
La tal Paradoja parte de que un viajero en el tiempo va al pasado y mata a su abuelo biológico antes de que este conozca a su abuela e interrumpe la propia posibilidad de existencia de ese viajero, y por lo tanto, no pudo viajar en el tiempo.
Sin embargo, sino pudo ser concebido, tampoco existió y mucho menos pudo viajar al pasado, ni asesinar a su abuelo. Entonces, al no haber matado a su abuelo toda la cadena se produjo y él nació, viajó al pasado y mató a su abuelo, en una interminable vía de suposiciones.
Esta paradoja es empleada para argumentar que viajar al pasado es imposible; pero existen más complicaciones, pues cabria la posibilidad de mundos o realidades paralelas, y realmente el viajero no va al pasado propiamente sino a una copia de este.
Existen varias teorías, muy complicadas de explicar, entre ellas las de los famosos agujeros negros, la de cuerdas, y todas ellas apuntan a la posibilidad de un encuentro en un punto determinado que permita un viaje en el tiempo, entre otras preocupaciones mucho más complejas.


Para esto, la física cuántica tiene aun que resolver algunos problemas, nada sencillos por cierto, y el malagradecido viajero que intenta matar al abuelo, para eliminarse el mismo, tiene aun mucho que esperar para tal acto vandálico.
Otra manera de enunciar el problema aparece en la conocida serie televisiva estadounidense Star Trek o viaje a las estrellas, donde se menciona como “paradoja de Pogo” en alusión a un personaje de historietas con ese nombre, cuando dice: “Hemos conocido al enemigo, y éste es… nosotros”
Por tanto, si tomamos los universos paralelos, cuando viajas en el tiempo y matas a tu abuelo, lo harás en un espacio paralelo, donde nunca serás concebido, pero seguirás existiendo en el original.
Tenemos entonces, una sola línea temporal en la que viajamos, o unas líneas paralelas, entre muchos fenómenos que pueden adelantarnos un viaje en el tiempo o desecharlo.
A esto sumemos otra suposición, si la raza humana tiene una línea ascendente en su desarrollo tecnológico y en el pensamiento, ¿Por qué entonces no hemos sido visitados por turistas del tiempo, del futuro, quienes ya llegaron al momento de descubrir cómo hacer esa travesía?
Pues para algunos, eso ya ocurrió y señala que muchos adelantos de varias culturas descubiertos por arqueólogos son muestra de esos contactos y entonces desarticularían versiones de viajes extraterrestres, por viajes de nosotros mismos, sobre nosotros mismos.
Otras teorías abordan que pudiéramos viajar al pasado, pero no podríamos alterar lo que allí ocurre, siempre existiría una circunstancia capaz de impedir al viajero matar a su abuelo, en ese caso seríamos como fantasmas en nuestro propio mundo.
Entonces, vamos a otra paradoja, la de la Predestinación, donde todos los actos dan lugar a un resultado futuro imposible de modificarse, lo que tiene que ocurrir, ocurrirá.
Todo está matematizado y mecanizado con lo que no puede ser alterado por nada ni por nadie, y a su vez esto choca con la teoría del libre albedrío.
En tanto, este mar de conjeturas no nos conduce a parte alguna, o más bien nos lleva y nos trae a antojo.
Algunos científicos señalan que de acuerdo con la descripción convencional de la teoría de la relatividad de Albert Einstein, las partículas materiales al trasladarse a través del espacio-tiempo se mueven hacia delante en el tiempo (hacia el futuro) y hacia un lado u otro del espacio.
La teoría especial de la relatividad de Einstein permite un tipo de dilatación temporal que ordinariamente se podría denominar “viaje en el tiempo”, sin embargo en la práctica no tiene nada que ver con lo que el común de los mortales quisiera hacer, ni con la ciencia ficción.
Por tanto, cualquier paradoja puede ser explicada al ocurrir eventos paradójicos en un universo diferente, tal y como lo expresa el científico británico Stephen Hawking, cuando los físicos creen que dicha interacción o interferencia entre estas historias no es posible.
En cuanto a otras explicaciones están las de Kurt Gödel, teoría conocida como universo de Gödel, con ecuaciones que incluyen líneas temporales curvadas alrededor de un círculo y reconectadas con su propio pasado.

La ficción ¿que después es ciencia?

Para la ficción los viajes en el tiempo tienen algunos caminos diferentes, por un lado la línea de tiempo es rígida y no se puede cambiar, por el otro alguien que viajara en el tiempo no podría generar paradojas, pues solo crea una nueva línea de tiempo.
Otra interpretación acude a una línea de tiempo flexible y sujeta a cambios. En la primera interpretación no se admiten paradojas ni cambios, y en la segunda sí.
El otro problema está en qué tipo de máquina emplear para estos viajes, pues hasta el presente esos artefactos emplean a la Tierra como el mismo marco de referencia, sin tener en cuenta sus traslaciones.
Tales paradojas conducen sin embargo a una amplia producción literaria y cinematográfica sobre tema que preocupa tanto al ser humano, sobre todo si recordamos películas como:
The Time Machine (1960), Time After Time (1979), Somewhere in Time (1980, con Christopher Reeve), Terminator (1984), Regreso al futuro (1985), Star Trek IV, La máquina del tiempo (2002), El efecto mariposa (2004) o Déjà Vu (2006), entre una casi interminable lista de filmes.
En cuanto a las referencias literarias podemos mencionar a Isaac Asimov, El fin de la eternidad, Michael Crichton, Esfera y Rescate en el tiempo, Mark Twain, A Connecticut Yankee in King Arthur's Court, o H.G. Wells, La máquina del tiempo.
Los investigadores especulan con que el viaje en el tiempo puede ocurrir dentro de una especie de rizo retroalimentado donde el movimiento hacia atrás es posible, pero únicamente en una forma que sea “complementaria” con el presente.
El nuevo modelo, que utiliza las leyes de la mecánica cuántica, elimina la famosa paradoja. De modo que, si se conoce el presente, es imposible cambiarlo.
“La mecánica cuántica distingue entre algo que podría suceder y algo que realmente ha sucedido”, dijo oportunamente a BBC News el profesor Dan Greenberger de la Universidad de la Ciudad de Nueva York, Estados Unidos.


Indudablemente, este tema seguirá como preocupación de los seres humanos por “mucho tiempo”, al margen de los adelantos científicos reales y es posible que en algún momento se pueda viajar de esa manera, pese a la contundencia de estimar inexistentes las presencias de turistas de épocas futuras, más desarrollados, en el presente.
De cualquier manera, estas paradojas, las máquinas del tiempo y el ser humano constituyen una hermosa complicación que estimula los sueños de los más imaginativos y los estudios de los cerebros avanzados.
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