Cumple 85 años restaurante frecuentado por Hemingway en Cuba

Por Roberto F. Campos

La Habana, 20 may. 2010. Apoyado en una espiral creciente del turismo como industria, el 85 cumpleaños hoy del restaurante La Terraza de Cojimar constituye además un homenaje a uno de sus más frecuentes clientes, el novelista estadounidense Ernest Hemingway.
Abiertas sus puertas el 20 de mayo de 1925, de una inicial taberna prosperó hasta convertirse en un bar-restaurante de fama mundial al cual concurrieron artistas de renombre como Imperio Argentina, Hugo del Carril, y Lola Flores, de entre una larga lista.
Sin embargo, Hemingway le otorgó un toque de distinción al lugar, donde se reunía con los pescadores que llegaron a ser sus más entrañables amigos en esta Isla, y cerca de cuyo establecimiento anclaba su yate Pilar, ahora en seco para siempre en el museo que lleva su nombre en Finca Vigía.
La fecha sirvió para reunir a turoperadores, agentes de viajes y periodistas especializados, que recordaron figuras y momentos, de la mano de la propia directora de Finca Vigía, Ada Rosa Alfonso, y mediante el gerente del lugar Mario Muñoz (el lugar lo administra el grupo Palmares).
La Terraza, ahora con 80 plazas en el restaurante y 15 en el bar, tiene como platos principales la paella y el filete de pescado, y su trago insignia está bautizado como Don Gregorio (limón, azúcar, marrasquino, curazao azul y ron), en honor a Gregorio Fuentes, patrón de Hemingway.
Por los cuatro costados el lugar transpira aventura y bohemia, pues Don Gregorio tuvo allí su puesto, muy cerca de su casa, donde traspasó los 100 años de vida repletando de anécdotas a los comensales del lugar, hasta su fallecimiento.
El trago, repleto del color azul del mar, fue idea de los cantineros Daniel Cárdenas, Iván Murgado y Eider Guilarte, con 17 años de labor en el lugar, los más antiguos de los 24 empleados del establecimiento.
Sin embargo, la celebración tuvo un tono menos intimista que en época de Hemingway, con las jaranas del showman Mulet y los boleros del popular cantante local Héctor Téllez, cuando los administrativos del lugar aspiran a tener allí a muchos viajeros, sobre todo en las noches de brisa marina.
En sus inicios era un lugar obligado de pescadores pobres, con el nombre Las Arecas, propiedad de Manuel García, en la calle más antigua del poblado de Cojimar (la Calzada Real de la Reina Isabel II), conceptuada como bodega mixta.
El tiempo transformó el lugar en una modesta fonda de paso y en 1940 adquiere su nombre actual de manos de Salvador Blanco, dueño para ese entonces.
Precisamente, en su barre Hemingway conoció al pescador Anselmo Hernández, quien le inspirara su novela El Viejo y el Mar que definitivamente le permitiera acceder en 1954 al premio Nobel de Literatura.
El novelista llegó por primera vez a La Terraza con el patrón de su yate y amigo Gregorio Fuentes, y desde ese momento resultó uno de los más asiduos visitantes.
Cada año miles de turistas llegan el lugar, sobre todo europeos, ahora a partir de una gira nombrada la Ruta de Hemingway, por lo tanto este restaurante jamás tiene temporada baja.
Cojimar constituye un poblado de pescadores capitalino, en la zona este con un rustico muelle, un fuerte antiguo y una glorieta con un busto del escritor norteamericano construido a partir de piezas de marinería recolectadas por sus amigos los pescadores.
El poblado está a siete kilómetros del centro capitalino, en el municipio de La Habana del Este y cuenta con más de 20 mil habitantes. Aunque oficialmente nunca fue fundado, los historiadores señalan al 15 de julio de 1649 como su fecha de aparición, terminación de su fortín.

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