Leal al centro durante un receso del Encuentro |
Por Roberto F. Campos
La relevancia de la cocina tradicional cubana de cara al turismo, constituye hoy uno de los peldaños más atractivos para expertos como el Historiador de La Ciudad de La Habana, Eusebio Leal.
En este punto, muchos de los investigadores y estudiosos del tema en el mundo, coinciden al considerar que una de las curiosidades más destacadas para los viajeros es la forma de alimentarse de las personas del lugar a donde llegan.
Leal, quien participó en el II Encuentro de Rescate y Promoción de la Cultura Culinaria de Cuba (Hotel Ambos Mundos, 16-18 de noviembre), manifestó la necesidad de estudiar cada día más para rescatar las recetas populares, que mucho gustan a los visitantes.
El estudioso reseñó distintas maneras que coinciden con el gusto de los cubanos y resaltó la confluencia en el mundo de las tradiciones locales, como una muestra de la integración de este pueblo a la cocina global.
Se pronunció el historiador por mostrar una manera de alimentación lo más genuina posible, frente a algunos intentos –con buenas intenciones- de otros cocineros, por estilizar el recetario popular para adaptarlo a los gustos de quienes llegan del extranjero.
Sin embargo, mostró su convencimiento de que los visitantes buscan aprender la forma de comer de los cubanos y la preparación de sus alimentos, sobre todo en cuanto a recetas que forman parte de la memoria popular.
Luego de explicar que muchos de los platillos más emblemáticos para los locales, como el cerdo -traído por los españoles-, tienen sus orígenes en otras partes del mundo, fortaleció la idea de que en La Habana Vieja deben respetarse esas tradiciones cada día más.
En ese parecer es importante tener en cuenta la insularidad del país, su clima y las influencias, para sin desconocer la llamada cocina internacional, y las tendencias saludables de comer, exhibir los gustos y tradiciones de la familia de este país, sugirió.
Luego de un recorrido por la gastronomía mundial, desde las costumbres, éxitos y carencias en el caso de los romanos, resaltó a la cocina mexicana como una de las más variadas, o el destaque de la papa en el caso de la peruana, extendida por todo el planeta.
Dijo que el concepto de “lo nuestro” es lo universal, pues el criterio de Patria se integra con lo americano y lo universal, y ejemplificó con el caso del maíz, de tanto consumo en América.
Y concluyó al defender la capacidad para los profesionales de la cocina de ser cada vez más originales, exclusivos y diferentes en sus preparados, y ser capaces de obtener la libertad de la cocina, mediante un camino propio.
rfc/
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