Por Roberto F. Campos
Barinas, Venezuela, 4 sep. 2012. El desarrollo del
turismo de aventuras tiene hoy su mayor empuje en el occidental estado de
Barinas con seis campamentos dedicados al rafting y 300 personas por semana en
búsqueda de esta práctica.
El dueño y
alma del campamento Colibrí, Ricardo Torres, guió a un grupo de periodistas de
varios medios internacionales, incluida Prensa Latina, a probar suerte en esta
actividad y explicó detalles tanto para lograr el éxito de expedición como para
informar.
Dijo que al
margen de considerarlo como un deporte extremo, su equipo sigue la filosofía de
un turismo de aventuras que puede permitir emociones a personas desde los 12 hasta
70 años, cuando incluso allí, junto a sus padres, navegó un niño de nueve años.
El grupo
siguió el régimen de entrenamiento corto, que incluyó pasar los rápidos a pie
como parte de una cadena humana para evitar ser arrastrados por el agua; o
elementos de rescate, al dejarse llevar por la corriente y tomar una cuerda en
medio del cauce.
Estas prácticas
permiten seguridad a la hora de hacer el rafting o deporte que lleva en un bote
de goma por la fuerte corriente tratando de sortear todo tipo de trampas, entre
ellas rocas y bajos fondos.
La
expedición transitó por seis kilómetros de rápidos en el rio La Acequia, donde
Torres tiene hace dos años su campamento, luego de siete años con instalaciones
de este tipo en la zona, y toda una década dedicada al turismo de aventuras.
En su
equipo se incluyen 10 instructores, todos muy jóvenes pero experimentados,
incluido uno con estudios de esta actividad obtenidos en Europa.
Explicó el
guía que dos días de esta actividad cuestan alrededor de 135 dólares, sin
embargo tienen un programa para la comunidad gratuito que permite
entrenamientos, participación en familia y también seleccionar los más capaces
para competencias.
Durante el
remonte de los rápidos se organizan grupos de entre cuatro y seis personas por
balsa, y de igual forma se duerme en el campamento para lograr la cohesión,
pues todo el trabajo se hace en grupo, de ello depende la seguridad.
Al iniciar
la marcha, cada balsa –liderada por un instructor- lleva cerca personal de
apoyo en kayak. En los descansos es necesario rociar constantemente con agua
las balsas, para que el aire no se caliente y expanda lo que provocaría una
explosión.
Estos
instructores y campamentos perteneces a la Asociación Venezolana de Aguas
Bravas, que a su vez se rige por los reglamentos de la Asociación Internacional
de Rafting.
El turismo
de aventuras constituye en esta nación una diversificación de la oferta
recreativa internacional al aprovechar diferentes climas y potencialidades, con
mucha riqueza natural.
La práctica
de rafting por los periodistas internacionales, forma parte de las actividades
previas a la 7ma Feria Internacional de Turismo de Venezuela Fitven 2012
prevista del 6 al 9 de septiembre próximo en Caracas.
rfc/
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