Buenos músicos cubanos y turismo: proyecto Legendarios
del guajirito
Por Roberto F. Campos
La Habana, 20 dic.2017. La música y el baile constituyen
partes indisolubles del turismo cubano, cuando hoy un proyecto de añejos intérpretes
facilita complacer el gusto de muchos visitantes extranjeros, sobre todo
europeos, grupo bautizado como Legendarios del guajirito.
Este inusual nombre
apunta fundamentalmente a lo mejor de las piezas de la tradición cubana y
completa el estilo del muy conocido en su momento Buena Vista Social Club,
donde canciones, rumba, bolero y otros géneros se complementan con el
intercambio con el público.
La más reciente
presentación esta semana del grupo ocurrió en el Salo Rojo del Hotel Capri, un
establecimiento con mucha historia y recuerdos de buenas actuaciones
artísticas, lo que corrobora la estrategia del Ministerio de Turismo (Mintur)
de un sólido nexo entre cultura e industria de los viajes.
Los Legendarios constan
de grandes músicos y cantantes que atesoran 14 nominaciones y ocho Premios
Grammy, como miembros, precisamente, del Buena Vista Social Club, Afro-Cuban
All Stars y la orquesta Aragón (www.legendariosdelguajirito.com).
Figuras que
reinaron en su momento en los famosos cabarets cubanos Tropicana y Parisién, y
que de manera más reciente lograron dos premios Congo de Oro en Barranquilla,
uno Campana de Oro en Cali, Colombia, y dos Distinciones por la Cultura
Nacional de Cuba.
Lo integran: Félix
Baloy, Carlos Puisseaux, Ernesto Bacallao, Alfred Thompson, Alberto Virgilio,
Maida Mitchell, Xiomara Valdés, Hilda de la Hoz, Luis Barzaga, Benitico Llanes
(con más de 80 años), Javier Zalva, Alden Knight (muy conocido actor), Lázaro
Villa, Teté Caturla, y Luis Valiente (Betún).
Luego de cuatro
años de presentaciones y esfuerzos, ahora se presentan en el Salón Rojo del
Capri, para una unción perfecta de tradiciones e historias con una mirada de
nostalgia hacia la música de los años 50 del pasado siglo.
El Hotel Capri reabrió
sus puertas en diciembre de 2013, y tiene un atractivo particular para quienes
conocieron la Cuba
de otros tiempos, o simplemente prefieren disfrutar de un lugar céntrico.
Abierto en
noviembre de 1957, resultó de los primeros de la zona moderna de La Habana, en la Calle 21, a solo dos cuadras del
Hotel Nacional de Cuba, el insignia de la hotelería y el turismo de la isla que
cumple este 30 de diciembre 87 años de inaugurado.
El casino del
Capri (Salón Rojo) tuvo gran apogeo, y su piscina de la azotea se puede
apreciar en filmes significativos como el de Carol Reed, Nuestro hombre en La
Habana o (después de 1959) Soy Cuba, de Mikhail Kalatazov.
Dicho
establecimiento destilaba mafia por los cuatro costados, pues su propietario
era Santo Trafficante Jr., de Tampa, Florida, y su casino estaba operado por
Nicolás Di Costanzo y Charles Turín (conocido como Carlos Tourine, y Charley
The Blade).
La lista de
nombres y apodos de quienes dirigían u operaban desde el Capri es interesante,
como Sonny el carnicero (Santino Masselli, del Bronx).
El Capri agrandó su expectativa al cerrar en
2003 y recomenzar la reparación general en 2010.
A unos 10
minutos en coche de La Habana Vieja,
y a media hora del Aeropuerto Internacional José Martí, cuenta con 250
habitaciones y su Salón Rojo, que nunca dejó de funcionar (ni durante la
reparación), lugar que sirve para apreciar mucha música y baile cubanos, ahora
con los Legendarios.
Este hotel,
mantiene a sus fantasmas mafiosos como el
actor George Raft, deambulando por los pasillos, o así les gusta creerlo a los
huéspedes estadounidenses, y de otras procedencias, que pasan por allí.
Tal nostalgia,
digamos psicológica o literaria, por llamarla de algún modo, estimula
hospedarse en sus habitaciones, ahora con su nuevo empaque, sin perder el
estilo de antaño, y con muy buenos músicos cubanos en el Salón Rojo.
/rfc
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