La Habana sigue como centro de muchos turistas. Por Roberto F. Campos
La Habana, 17 ago.2018. La capital cubana marca hoy
el interés de la mayoría de los visitantes extranjeros que llegan este 2018 a la
isla, debido a su colorido y, sobre todo, a la gente.
Impulsados por los anuncios de que La Habana cumplirá 500 años el 16 de
noviembre del año próximo, muchas personas pasan vacaciones en esta isla
interesados en recorridos culturales y turísticos.
Uno de
los puntos de destaque está en el Memorial José Martí, uno de los monumentos y
plaza de más importancia en la capital cubana.
Dedicado al
Héroe Nacional de Cuba (1853-1895) cuenta dicha estructura con una vista
maravillosa y una torre que constituye el mirador más importante de La Habana.
El conjunto monumentario está formado por la
base, la estatua y seis columnas, la torre con el mirador, la tribuna, fuentes
y áreas verdes. Fue como tal inaugurado al público el 27 de enero de 1996.
Por demás, el mirador es el punto mas alto
de la ciudad, situado en una colina a 30 metros sobre el nivel del mar y con
una altura de 109 metros; en días claros la visibilidad alcanza hasta 50 kilómetros
a la redonda.
Anteriormente se nombró Plaza Cívica, ubicada
en la Loma de los Catalanes. Esta plaza está relacionada con el proceso de
urbanización de la ciudad. De 1953 a
1958 se realiza la construcción de lo que hoy es el Memorial José Martí.
La Bodeguita del Medio, es otro sitio
atractivo, no solo por ser un restaurante de los años 50 sino por todo su
glamur.
Ese establecimiento es el más emblemático
del turismo cubano, con las paredes atestadas por unos dos millones de firmas de
sus comensales de diferentes épocas, y fotografías dejadas allí por
celebridades.
Entre los famosos que pasaron por el lugar
mencionan a Ernest Hemingway, Mario Benedetti, Pablo Neruda o Errol Flyn.
Le
sigue en la lista de interés de los turistas el Museo Ernest Hemingway, ubicado
en el poblado capitalino periférico de San Francisco de Paula, a unos 15
kilómetros del centro de La Habana (morada del escritor por más de 20 años).
Los viajes de interés cultural también incluyen
al Museo Nacional de Bellas Artes, reabierto el 18 de julio de 2001, complejo muy especial para los sentidos, con
tres edificios implantados en la historia de La Habana y una importante
actividad cultural y social.
Otro
de los restaurantes de renombre aquí es el Floridita, cuna del daiquirí, un
trago y toda una leyenda de la coctelería cubana, confeccionado a partir del
ineludible ron.
Se trata de una mezcla, en esencia, de ron,
limón, azúcar y hielo molido envuelta en los avatares de la cubanía con un
manto de rebeldía y deseos de gourmets, especie de bandera para cualquier
bebedor.
Ese establecimiento abrió sus puertas en
julio de 1817 en las entrecalles de Obispo y Monserrate, uno de los sitios más
concurridos de La Habana Vieja.
Pero los guías mencionan aún más lugares
como la Plaza de La Catedral, cuando su nombre se debe a la imponente
catedral construida en un principio como oratorio de los Hijos de San Ignacio,
de la orden de los Jesuitas, cuya primera piedra fue colocada en 1748.
Ineludible es pasar una noche en el Cabaret
Tropicana (1939), visitar el sistema de fortalezas coloniales de La Habana, o
simplemente –y sobre todo- departir con los cubanos en la calle, esto de las múltiples
posibilidades de paseo.
/rfc
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