Los autos antiguos y el turismo en La Habana Por Roberto F. Campos

Los autos antiguos y el turismo en La Habana

Por Roberto F. Campos

   Ya parece  fórmula perfecta y atractiva la relación que existe en Cuba, en particular en La Habana,  de turismo y autos antiguos y clásicos, por el colorido y la demanda de paseos que muchos viajeros reclaman en cuanto llegan a esta isla.

   De ahí que una inusual selección ocurrió el 1 de diciembre en capital del archipiélago al evaluar un jurado a autos clásicos y antiguos para posteriormente, el 15 de diciembre, participar en un rally por el malecón habanero.

   Esta demostración ya ocurrió en varias oportunidades en La Habana y ahora se refuerza con la elección de dichos coches y el paseo que atrae, cada vez que lo organizan a miles de turistas y nacionales, interesados en tomarse una foto junto a ellos, o simplemente verlos transitar.

   El equipo técnico de la iniciativa mencionada examinó en su momento sobre todo que los motores y otras partes fueran originales de cada marca y modelo, lo que le permitió a sus propietarios tomar parte en dicha caravana.

   El coordinador del Proyecto Amigos de Fangio, Lorenzo Verdecia, señaló oportunamente que tal iniciativa tiene sus orígenes hace 22 años en una primera elección de 120 coches de este tipo en el Club Taramar, en la periférica capitalina.

  Ahora, extienden la convocatoria a las provincias aledañas a La Habana y a todo el que quiere participar del resto del país.

   Se trata de concursos de coches antiguos que ponen una nota de color al turismo cubano, en particular a su capital, y muy de realce el rally del 15 de diciembre, que al margen de un premio por piezas originales y el de la popularidad, tuvo como mejor galardón la atención de los transeúntes y de muchos viajeros que por esos días pasaban vacaciones en Cuba.

   En su momento, ejecutivos del recién abierto Hotel Grand Iberostar Packard, ubicado en el Paseo del Prado de esta ciudad,  se mostraron como organizadores e ilustraron acerca de un sui géneris certamen en el que se premian sobre todo la originalidad de motores.

  Buscan con la idea destacar a los autos clásicos y antiguos que aquí se nombran Almendrones.

  Ya de por sí, estos coches inundan a La Habana, y forma parte el plan de las actividades por los 500 años de esta urbe a celebrarse el 16 de noviembre de 2019.

   La directora de marketing de Iberostar Cuba, María Barrera, el presidente del Proyecto Amigos de Fangio (famoso corredor argentino), Lorenzo Verdecia, y el director técnico de esa iniciativa, Pablo Álvarez, muestran en cada convocatoria su satisfacción por la acogida de la idea.

El autor de este blog en el encuentro de autos antiguos

   Explican que la idea se repetirá en lo posible con la relación de Iberostar Hotels and Resorts, y el Proyecto Cultural Amigos de Fangio, luego de la mencionada Primeras Jornadas de Autos Clásicos Cubanos, en homenaje a la capital.

   Para ello convocaron al Gran Premio Anual Iberostar a la Conservación de Autos Antiguos.

   Declararon que los llamados Almendrones son parte de la historia de ese hotel (el Packard) y de la urbe, cuando para la ocasión celebraron además los 120 años de la llagada del primer automóvil a Cuba.

   El centro de las pruebas técnicas, siempre es la zona conocida como La Piragua, cerca del Malecón,  en la parte del barrio de El Vedado, allí ocurren en primer momento las inscripciones de los que posean este tipo de coches, y se les evalúan para luego, como en la largada del 15 de diciembre, participar en un recorrido de cinco kilómetros.

  Ese viaje desde La Piragua hasta el Paseo del Prado, donde se encuentra el Packard, un hotel con mucha historia, y ahora lujo se transforma por tanto en emblemático del turismo cubano, y ejemplo de actividad colorida e interesante.

  Consideran los organizadores como antiguos a los vehículos de fabricación anteriores a 1960, en particular en Cuba pues la mayoría son estadounidenses, y en ese año comenzaron las restricciones económicas y comerciales de Washington contra La Habana, que se prolongan por más de 50 años y se recrudecen en la actualidad, recordaron los organizadores.

   Tales barreras, que ahora se refuerzan por la administración de Donald Trump, impidieron la entrada de coches y piezas, pero pese a ello hasta el presente los autos de ese tipo cubanos se mantienen rodando.

   De ahí que ya constituya una especie de cuño o bandera de la industria de los viajes y su desarrollo este tipo de actividad que involucra a muchas personas, sean dueños de tales coches, mecánicos, chapista, familiares, amigos, como al público en general, y a muchos turistas de paso por la atractiva Habana.

 

El presidente del Proyecto Amigos de Fangio