PASEOS POR CUBA
Mirar a La Habana con mirada siempre renovadora
Por Roberto F. Campos, FOTOS El Autor
LA HABANA.- Arropada por la Corriente del Golfo de
México, y por leyendas de corsarios y piratas, La Habana se enseñorea en el
Caribe como una ciudad exótica, sobre todo eso, muy exótica.
Fundada
definitivamente en 1519 a la sombra de un frondoso árbol, una Ceiba, La Habana
devino de repente como una ciudad muy cosmopolita cargada de viajeros de todas
partes del mundo deseosos por conocerla.
Un ambiente
delicioso, al mejor estilo de la Torre de Babel, se respira en sus calles por
donde pasean gente llegada desde cualquiera de los cinco continentes, ahora
muchos menos debido a los problemas económicos y a lo que dejó la pandemia de
la Covid-19, para unos terminada para otros todavía en la palestra sanitaria.
Precisamente,
en la capital cubana se pueden observar perfectamente las bondades principales
del turismo, como elemento de unificación y comprensiones comunes de diferentes
culturas y pueblos, sin embargo los paseos pueden tener una connotación
política, dependiendo con el prisma que se mire.
Cuba, y La
Habana Vieja como esencia de esencias, representa a un pueblo muy mezclado,
donde las principales procedencias lo constituyen lo español y lo africano,
pero también confluyen lo chino, haitiano, alemán, francés, hebreo y de otras
muchas partes.
Por si fuera
poco, en 1982, esa porción citadina (Habana Vieja) fue declarada por la Unesco
como Patrimonio Cultural de la Humanidad, resaltando su conservación y
propuestas para un turismo histórico-cultural.
La Villa de
San Cristóbal de La Habana, como realmente es su nombre, se fundó un 16 de
noviembre a orillas del Puerto Carenas, luego de que en 1515 tuviera un
asentamiento inicial en la costa sur del país.
Esta primera
ciudad en la zona occidental insular la definen los expertos como un lugar de
grandeza debido a sus monumentos y por una escala humana relacionada mediante
sus valores patrimoniales únicos donde se asientan más de cinco siglos de
historia, cargada de riqueza y originalidad.
La bahía se
conformó en punto de reunión de toda la flota española en su viaje hacía la
metrópoli llevando las riquezas de América, custodiada por barcos de guerras,
bajo el constante asedio de piratas.
Visto este
atractivo particular de una ciudad invadida en 1555 por el pirata francés
Jacques de Sores y en 1792 por la flota inglesa, con sus murallas y refugios,
de los cuales aún se conservan pedazos y piedras, podemos decir que es una urbe
muy turística.
Es buena
parte de la capital de la República, localizada en los 23 grados y nueve
minutos de latitud norte y los 82 grados y nueve minutos de longitud oeste, en
la costa septentrional de la parte occidental de la Isla, con limites hacia el
norte con el Estrecho de la Florida, y por sus otros costados con la propia
Habana rural.
Abarca
completamente La Habana, como provincia, 732 kilómetros cuadrados y posee 15
municipios de los cuales nueve son totalmente urbanos, de ellos 4,5 kilómetros
cuadrados corresponden a la parte vieja, la más interesante propiamente.
Pero esto es
una mirada, digamos estadística, cuando la realidad es mucho más rica, sobre
todo en estos momentos que la economía, la sociedad y la política cargan a esta urbe con un peso que incluso se
puede descubrir a través de las imágenes que se tomen de ella./rfc
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