¿Desea convertirse en Vampiro?

Aunque este Weblog está dedicado a Tabaco y Turismo, me pareció interesante incluir (entre col y col una lechuga), algo distinto: tenebroso, interesante, y a tono con aquellos que quieren llegar a los 120 años o ser inmortales; nada, un entretenimiento basado en datos encontrados en Internet. Y si quieren divertirse aun mas, pues entonces visiten el sitio:

http://paranormals2.tripod.com/vampiros.htm







Por: Roberto F. Campos

. En este mundo moderno, donde reina la tecnología, pueden leerse a través de Internet interesantes recetas de la antigüedad, con temas tan apasionantes como el de los vampiros; para algunos, simple entretenimiento mediante libros y películas, para otros increíble devoción.












De seguro que si leyera un anuncio en el periódico que dijera ¿Desea convertirse en Vampiro?, acompañaría la lectura con una maliciosa sonrisa.
Ello ocurre al común de los mortales de la actualidad, pero siempre existe una minoría que toma muy en serio estas propuestas y piensa poder llegar a ser eterno, con apariencia juvenil, volar como murciélago y chupar sangre.
Algunos documentales, poco comunes, refieren sectas en las que sus integrantes son incapaces de tener contacto sexual sin chupar sangre, y para ello se acompañan con capas negras y rojas, y buscan lugares tenebrosos como ruinas de casonas abandonadas.
Esas alusiones señalan que la sangre bebida era de animales como cerdos o vacas, pero de alguna manera les apuntala la imagicación; además, sus rituales del amor, creen los protagonistas, bebiendo sangre, les acercan a ser verdaderos Vampiros.
Tales prácticas y reportes en Internet muestran los rincones ocultos de la mente humana, hasta el punto de encontrar supuestas recetas para convertirse en vampiro.

Un poco atrás en el tiempo, solo un poco


Usted pone en cualquier motor de búsqueda de la red de redes la palabra Vampiro y le aparecen infinidad de novedosas proposiciones, por lo que constituye interesante retomar el asunto y verlo desde varias aristas, incluida la receta de marras.
Magia negra, hechizos de amor, dinero, salud y belleza, belleza extrema y hasta Vudú, lo relacionan con el vampirismo, harto difundido por películas como “Entrevista con el Vampiro” basada en un libro de Anne Rice.
Un vampiro es un no-muerto, aclaran los “expertos”, criatura que fue humana, pero abandonó a sus congéneres de viaje a la tumba y se quedó vagando por el mundo, a medio camino entre vivos y fallecidos.
Sin embargo, es tan poderoso que nada humano le afecta, aunque puede tener un par de defectos principales: debe alimentarse de sangre y no puede salir de día.
Las leyendas, en todas las civilizaciones, los ubican en la antigüedad, desde Egipto a Sumeria, con una primera referencia en la obra de Lucio Apuleyo, escritor y filósofo romano que existió entre 125 y 180 años de Nuestra Era, auque las crónicas carecen de precisiones sobre si fue vampiro.
Ese autor escribió la novela “De Asino Áureo” que narra la historia de dos hermanas muy malignas, Meroe y Panthia, quienes bebieron la sangre a un tal Sócrates (no el famoso filósofo griego).
Como las malévolas le habían cerrado a Sócrates las heridas con unas esponjillas, al otro día, cuando este se acercó al río a beber, los tapones se desprendieron y con ellos el último aliento de su vida.
Cuentan además que la palabra “Vampiro” proviene de la alocución alemana “Vampir” que se deriva del polaco “Vaper”, y a su vez del eslavo arcaico “Oper”.
El vocablo posee raíces indoeuropeas en el turco y en el persa con el significado de “ser volador”, “beber o chupar” y “lobo”, además de referir cierta especie de murciélago.
Para la época del romanticismo europeo, el vampiro se convirtió en tema del momento, en leyenda oral que incluía castillos y salones elegantes, y se le vinculó, en 1347, con la gran peste negra y varias alusiones fantásticas.
En 1463 una canción del juglar germano Michel Beheim, hacia referencia al noble rumano Vlad Draculea. El cantante era súbdito del Rey húngaro Matthias Corvinas, en cuya corte se refugió Draculea cuando escapó de Valaquia.
Esa ciudad fue fundada en 1290 por Rodolfo el Negro, que no era negro, una comarca de Transilvania (Rumania) –las tierras más allá de los bosques.
Y con el tiempo, como se conoce, el Conde Drácula y Transilvania quedaron como el sello perfecto del vampiro. Dracul, por demás, significa Dragón, palabra rumana para hacer referencia al Demonio.






Pero ¿Cómo me convierto en vampiro?


Con las historias de un Vlad III, guerrero, empalador –tortura de la época-, enamorado perdido y otras historias, los vampiros llegaron al cine y a la literatura.
Por una parte, tenia un componente importante y preocupación de todo ser humano, la inmortalidad y de otra poderes sobrenaturales.
Vlad III Draculae, el Empalador, tenía una brutal y corta vida, como ocurría a los nobles de aquella época, con una esperanza inferior a los 30 años.
Este personaje murió a “la avanzada edad de 45”; fue rehén de invasores, tomó el trono de Valaquia y mató a sus contrincantes por el poder, para luego caer luchando contra los turcos.
Pero se hizo famoso por tres cosas: su valentía, un implacable sentido de justicia y extraordinaria crueldad, cuyo argumento y método principal era el empalamiento.
Esta técnica consistía en introducir un palo afilado por el ano, en el caso de los hombres, o por la vagina en las mujeres, hasta la boca o el hombro, lo que como se comprenderá fue famoso hasta para esa época, premio a la crueldad en medio de la crueldad.
Todo ello entonces llevaría a una leyenda de horror y misterio. Vlad se divertía con empalamientos masivos y luego dejaba a las víctimas pudrir durante meses.
Paralelamente, las historias pudieron surgir desde 1460, pues sus enemigos señalaban que poseía poderes necrománticos o mágicos, única manera para explicar su maldad.
Entonces se comenzó a hablar de un ejército de por lo menos 100 mil almas de las víctimas de Vlad: adultos, mujeres y niños, que comenzaban a vagar por las noches, chupadores de sangre, fantasmas de guerreros, surgieron así los vampiros.
Siempre hubo un filosofo, poeta, escritor o político interesado en los vampiros en diferentes épocas: como Dom Augustin Calmet (1672-1757), exégeta católico o el legendario poeta inglés Lord Byron (1788-1824) quien comenzó a escribir una novela sobre vampiros.




Pero ¿Cómo me convierto en vampiro?


Drácula es físicamente poderoso, con virilidad extraordinaria, no proyecta sombras, debido al consumo de sangre es eternamente joven, y es señor de los murciélagos, las polillas, los lobos, las ratas, los zorros y el búho (tome notas).
Es capaz de transformarse en una nube de polvo o vapor, trepar por las paredes con facilidad y controlar la furia de los elementos.
Un vampiro tiene que dormir en un ataúd que contenga tierra natal, es enemigo de la flor del ajo, no su bulbo como suele decirse, y la luz del día le molesta, aunque no le daña significativamente, como también se difunde.
A un vampiro solo se le mata atravesándole el corazón con una estaca de madera de fresno o álamo y cortándole la cabeza inmediatamente después.
Para recordar algunas obras, Bram Stoker escribió entonces Drácula en 1897, el paradigma moderno de los vampiros. En esa obra también las balas, dagas, espadas y proyectiles de plata pura le pueden herir, pero no las comunes de plomo o acero (ni el uranio empobrecido mata a un vampiro).
El crucifijo y el agua bendita fue algo que Stoker estuvo obligado a incluir por el carácter religioso de la época.
Otro paradigma aparece en el siglo XX el actor Bela Lugosi en su Drácula cinematográfico, con una capa de terciopelo negro en el exterior y seda roja en el interior, característica añadida en 1924 por Hamilton Deane.
Drácula aparece por primera vez en el teatro en 1897 en el Royal Lyceum Theatre de Londres, aunque la versión mas popular de Deane fue estrenada en 1923, mientras el musical “Tanz der Vampir” aun se representa en Viena, la capital austriaca.
La primera versión cinematografía resultó en 1922 bajo el título de “Nosferatu, una Sinfonía de Horror”, con el actor Max Schreck.
A finales del siglo pasado, la escritora estadounidense Anne Rice publicó sus “Crónicas Vampíricas”, trilogía compuesta de “Entrevista con el Vampiro”, “Lestat el Vampiro” y “La Reina de los Condenados”, con sus secuelas de “Memnoch el Demonio” y “Armand el Vampiro”.
Tenemos entonces vampiros en el cine, el comic, la música, la literatura, científicos examinando recursos paranormales previstos para los vampiros, gente de toda laya que cree en los vampiros, pero… ¿Cómo me hago vampiro?





























La buena receta del vampiro

Como en toda obra de horror y misterio, el motivo principal de este articulo queda para el final, ¿Cómo me convierto en Vampiro?, si es posible realizar tal deseo.
Cuentan los “entendidos” que para ser vampiro o vampiresa es necesario esperar a que un vampiro antiguo se decida a aparecer en su vida, morderle la yugular y transmitirle tales poderes.
Pero como esta “suerte” es de larga espera, los doctos en la materia recomiendan ver otros elementos.
Por ejemplo, empezando por ser hijo ilegitimo de progenitores igualmente ilegítimos, ser pelirrojo natural, o séptimo hijo, nacer con la cabeza envuelta en la placenta o que un gato salte sobre tu cadáver.
Y, “como es lógico”, todo ello implica morir a voluntad para reaparecer como un no-muerto, por lo que estaríamos hablando de un suicidio o pedirle a algún amigo te mate de manera violenta.
Sin embargo, ser bien malo, extremadamente malvado, constituye un buen aval para este propósito.
Los expertos recuerdan entonces que el Reichsfuhrer SS Heinrich Himmler, el nazi culpable de millones de muertos, pensaba en ser vampiro y tenía historial apropiado: murió de suicidio mordiendo una cápsula de cianuro.
A Himmler se le atribuyen 20 millones de sádicos asesinatos, directos o indirectos. Y Luego de ser enterrado en un lugar secreto, su cuerpo desapareció poco después, como consta en los documentos de los servicios secretos aliados, reflejados por el historiador inglés David Irving.
Por lo tanto, se alude en la receta para ser vampiro a una muerte violenta en situación de extremo pecado mortal, con grave perjuicio para la humanidad, ese seria el método más clásico.
Sin embargo, improbable cualquier pequeño pecado como un engaño matrimonial, aborto, robar o matar a alguien que te caiga mal; nada de eso, los “expertos” recomiendan la extrema crueldad, el sadismo durante décadas.
Acotan que el suicidio no es imprescindible, aunque si la muerte violenta, nada de fenecer en la cama de un hospital.
Otro método es bañarse en sangre obtenida mediante la tortura de al menos 500 jóvenes vírgenes, también beberla, no funcionan cifras inferiores, aclaran. Porque muchas de las víctimas se convertirán luego en tus esclavas.
Según dicen, otros ejemplos de vampiros son la Condesa Erzsébet Báthory de Transilvania (1560-1589), Reina de Francia; Nefertiti, Reina de Egipto de la XVIII Dinastía; y el varón, Philles de Rais “Barba Azul” (1404-1440).
Sin embargo, el mas sencillo método es el suicidio, un suicidio, no ejecución, o un buen empalamiento; es decir, uso de tortura antes del suicidio, garantiza ciento por ciento el deseo vampírico. Luego se oculta por tres días el cadáver en el monte o en el mar, y listo, sales vampiro.
Pero estos métodos, verdaderamente, carecen de elegancia o del romanticismo que se aprecian en muchas obras de ficción y por lo tanto decepcionan al común de los mortales.
Queda por tanto, descender de vampiros, en su relación entre sí y con seres humanos.
Ello requiere un alto grado de actividad sexual, aunque señalan las indicaciones en Internet que los vampiros tienen una tasa de fertilidad baja, pese a sus muchos coitos, y las vampiresas no logran dar a luz en el 99 por ciento de los casos.
Por lo tanto, si examinamos correctamente estas “recetas” malignas, comprendemos que las guerras pueden procrear verdaderos vampiros, muchos políticos que propugnan el belicismo y sus acólitos muy bien podrían aspirar a esa condición, oprimir a millones de personas, causarles dolor, tales actos ayudan mucho al vampirismo.
Mientras tanto, es mejor que las recetas queden como chiste, una idea literaria, entretenimiento o imagen, y desestimar el morderle el cuello a la novia para alimentarse de su sangre en medio del acto sexual. ¿No creen?.
rfc/