Novedades gastronómicas. Bar de Tapas en el NH de La Habana

Por: Roberto F. Campos

. A tono con las tendencias más modernas de la gastronomía mundial, el Hotel NH Colecction Parque Central de La Habana inauguró un nuevo servicio de tapas en su bar del Lobby.

Estilo, elegancia en la presentación y, sobre todo, exquisito sabor destilan los platillos propuestos por el Chef ejecutivo Jordi Weisel en el bar del Lobby del Hotel NH Colecction Parque Central, un lugar agradable y diverso.
Hace poco tiempo, esta iniciativa cobró lugar con un recetario de Tapas que a partir de las experiencias madrileñas de esta cadena hotelera española ahora aparecen en la capital cubana para otorgar toque de distinción y modernidad a una ya atractiva urbe para el turismo mundial.
Hablamos de una iniciativa que mucho tiene que ver con la versatilidad del servicio gastronómico y con el apoyo de empresas distribuidoras de bebidas como la española Freixenet, que incluso propició un encuentro con la prensa para potenciar el conocimiento del bar de tapas.

Un hotel muy cosmopolita

Ubicado precisamente frente al Parque Central, esta instalación hotelera cuenta con una arquitectura adecuada a los tiempos que corren y al bullicio de su derredor, ahora que en mayo de 2009 cumple sus 10 años de apertura, motivo más que sobrado para celebrar.
Su Director General Santiago Innerárity, señaló a este periodista que el hotel cuenta con 278 habitaciones y ofrece servicios de alojamiento y alimentación en dos restaurantes de la planta baja, y una terraza con vista al Capitolio de La Habana y al Parque Central -servicio de barbacoa y comida cubana.
Por demás, en breve pondrán en marcha una ampliación con 150 habitaciones, un restaurante y salones de conferencias para 600 personas, con variadas opciones de adecuación a los pedidos de reuniones y encuentros.
Recuerda que el año pasado lograron una ocupación lineal del 86 por ciento y que pese a las cancelaciones por dos huracanes, o a la influencia de la crisis financiera global el hotel marcha por encima del 2008, sobre todo debido a su ubicación y calidad en los servicios.
Entonces la preferencia por el lugar la recalcan británicos, españoles, alemanes, franceses, centroeuropeos y canadienses; con un 15 por ciento de repitencia y buen atractivo para grupos de turistas.
Además, cuentan con una Casa del Habano, salón de conferencias pequeño, para alrededor de 50 personas, y una fuerte apuesta por la gastronomía.
Comenta que NH apuesta con fuerza por la culinaria y uno de sus chef colaboradores es Ferrán Adriá Acosta (tres estrellas Michellín), considerado el mejor del mundo y conocido por sus proyectos innovadores.

Tapas de gran linaje

Bajo esta filosofía de altos vuelos, aparecen entonces las tapas en el bar del lobby del hotel, unas 12 recetas en estos momentos con la posibilidad de en una primera etapa llegar a 20 platillos, y después quizás más.
Entre los sugestivos nombres están Jamón Serrano, tomatada y tostas con aceite, Ensalada César, Ensaladilla rusa con crujiente de pan y mayonesa ligera de aceite de oliva (una de las predilectas), Bolitas de queso cremoso, rebozadas en tres sésamos, miel y Módena, o las muy demandadas Croquetas melosas de jamón ibérico.
Tal idea la lleva a vías de efecto el Chef ejecutivo del hotel Jordi Weisel con 15 años de experiencias en la profesión y seis de ellos dedicados a Cuba en el mismo cargo en el Meliá Habana, Meliá y Sol Santa María, Paraíso Varadero, Habana Libre Tryp y hace tres meses en el Parque Central.
Comenta que buscaban un concepto revolucionario a partir de las tapas españolas con la perspectiva de una fusión mayor bajo la filosofía del Snack Lobby y permitir de esta manera no solo realizar una comida en un restaurante, sino también en este tipo de espacio, durante una charla o en una estancia de menor tiempo.
A la par permite a los cocineros cubanos ganar en experiencias en este tipo de propuestas, cuando en la práctica la idea tiene mucha aceptación por los clientes.
En resumen, y al margen de los tecnicismos, estas Tapas tienen una excelente presentación y delicado gusto, sirven para picar mientras se bebe, pero también para realizar una comida ligera, que no por ligera puede resultar menos nutritiva o deliciosa.
Y además, llevan el espaldarazo de firmas españolas de bebidas espirituosas como Freixenet con una fuerte representación en la isla, capaz de ennoblecer tal empeño gastronómico con sus mejores productos, por la combinación de una buena bebida con estas inmejorables tapas.

NH, instalaciones de buen gusto por el mundo

La cadena hotelera española NH de presencia multinacional y radicada en España cuenta con más de 300 hoteles y una gran expansión, ampliándose a los destinos de Cuba con una rigurosa propuesta que incluye por demás el NH Crystal Laguna en el polo de recreo centro-norte de Jardines del Rey, perteneciente a la provincia de Ciego de Ávila, un lugar de encanto de cara al mar y a la naturaleza.
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A prado y Neptuno: Del Cha-cha-chá y la buena comida italiana

Por: Roberto F. Campos

. Una esquina emblemática para la música cubana y ahora también para la culinaria de la Isla: A Prado y Neptuno, referencia artística y de las mejores recetas italianas, casa de comidas operada por la compañía Habaguanex S.A.

A Prado y Neptuno tiene varias connotaciones, fue la esquina donde los expertos dicen que surgió el baile y ritmo cubano Cha-cha-chá; y por demás, desde hace 10 años abrió sus puertas un restaurante precisamente con ese mismo nombre y dedicado a la comida italiana.
Nombre de cruce de caminos, nombre de ritmos, nombre de una pieza musical, ahora al viajero lo recibe un espacio para 130 comensales en su momento de mayor apogeo, restaurante que abrió las puertas el 30 de enero de 1999.
Casa de comidas operada por la compañía Habaguanex S.A., que se encarga del turismo en La Habana Vieja y pertenece a la Oficina del Historiador de la Ciudad.
Con 30 empleados, y la experiencia acumulada por el asesor italiano Aldo Amadori, el lugar tiene mucho de clientes fieles, que prefieren pasarla bien, o reunirse con amigos a charlar y a probar platillos de muy delicado gusto.
Abierto cada día desde el medio día hasta la media noche, tiene una de las cartas más versátiles en materia italiana de la capital y quizás de todo el país, con 80 platos que varían según la jornada e incluso las exigencias de los comensales.
Esa carta incluye hasta 20 pizzas, 12 de pastas y muchas ensaladas, en realidad hay recetas para todos los gustos, y una carta de vinos, de varias procedencias y una fuerte representación itálica.
Los principales clientes son italianos, y la segunda procedencia que más busca su puesto en A Prado y Neptuno son los canadienses. Allí van diplomáticos, empresarios y turistas de paso, también viajeros repitentes en sus estancias cubanas que descubren el lugar y ya no pueden abandonarlo.
Algunos clientes llegan preguntando por Amadori, vienen con alguna recomendación, hacen su pedido y junto con él establecen una nueva amistad.
Los cubanos, como el chef Gerardo Luca adquieren mucha experiencia en el lugar, si tenemos en cuenta que el personal del restaurante tiene un promedio de edad de 28 años y hablan italiano e inglés, además del castellano natal, y cuentan con un título de nivel superior.
Las pastas, las salsas y todo lo necesario se prepara fresco en cada turno y se sirve de la mejor manera posible, a partir de recetas de hace muchos años, algunas de la manera original como la Pizza Margarita, cuyo nombre se debe a una monarca italiana llegada a Nápoles, o formas adaptadas al paladar del consumidor.
Porque la cocina italiana es una de las más difundidas en el mundo, pero se presenta de diferentes maneras en diferentes lugares. Su gerente Pedro Hernández, quien abrió hace más de 10 años las puertas, el primer día, sigue convencido de la calidad del servicio y su atractivo para quienes alguna vez traspasan el umbral.
Tal es así que diariamente pueden atender a más de 300 personas de diferentes nacionalidades, y para muchos expertos este puede ser el más versátil de los restaurantes italianos en Cuba, con una mayor variedad de propuestas y la mejor manera de probar las pastas al estilo originalmente italiano.
En el lugar muy cerca del céntrico Paseo del Prado floreció la bodega de Alonso en el siglo XIX y en el XX el Café Las Columnas y el Restaurante Miami, después nombrado Caracas y al final Budapest, señala un plegable del lugar. Ahora, el restaurante lleva el diseño del arquitecto italiano Gottardi.

El Cha-cha-chá omnipresente

El Cha-cha-chá es uno de los ritmos cubanos más popularizados en el mundo, creado por el músico, compositor, violinista y director de orquesta Enrique Jorrín (1926-1987), responsable de la orquesta América, muy popular en los años 50 del pasado siglo.
La esquina de A Prado y Neptuno tiene mucho vínculo con este ritmo por una de sus composiciones titulada La Engañadora y que pese a este bautizo la gente repitió como A Prado y Neptuno, parte del estribillo de esa canción.
Y es que en el lugar, además de en estos momentos estar allí mismo, donde surgió esta tonada, un restaurante, aparece el Hotel Telégrafo que nació en 1860 en otra calle y lo trasladaron para la actual en 1899.
Jorrín, era graduado del Conservatorio Municipal de La Habana cuando emprendió su camino profesional en la Orquesta del Instituto Nacional de la Música, dirigida por el Maestro González Mántici.
Este músico se inspiró en miradas y piropos a muchachas cubanas y una ocasión en que estaba en un salón de bailes ubicado entonces donde se encuentra hoy el restaurante y al paso de una fémina, compuso su tonada que tan popular se hiciera después.
Por tanto, en 1953 compuso la partitura que resultara el primer paso en ese nuevo ritmo cubanísimo; y por tanto, en un espacio del restaurante aparece un cartel que alude a ese acontecimiento.
La letra de la canción (La Engañadora) dice al inicio así: “A Prado y Neptuno/ iba una chiquita/ que todos los hombres la tenían que mirar/ Estaba gordita, muy bien formadita, / era graciosita, /en resumen, colosal"
El ritmo Cha-cha-chá se desarrolla en un compás de cuatro tiempos. Los pasos que se siguen para bailar son simples y fáciles de seguir.
Y de igual manera es fácil seguir el ritmo impuesto por el “nuevo” restaurante, donde al comensal sentarse puede además de degustar lo mejor de la comida italiana recordar la relevancia de ese espacio que tiene mucha relación con la cultura cubana.
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