Factoría tabaquera argentina presente en evento internacional cubano

La Habana, 24 jun. 2009. Con un fuerte reconocimiento de la tradición tabaquera cubana, el estanquero y productor argentino Roberto Rodríguez Pardal participa hoy en el simposio internacional sobre este sector que aglutina en esta capital a 150 investigadores.
Expertos de Italia, Chile, Brasil, Perú, Venezuela y los anfitriones, debaten durante una semana este producto y sus vínculos socioculturales en el III Simposio Internacional Habana-Habanos 2009, con sede en la Biblioteca Rubén Martínez Villena, de la zona histórica citadina.
Rodríguez Pardal señaló a este periodista, que él es dueño y representa a la Fábrica Artesanal de Tabacos Manrique de Buenos Aires, con una historia familiar iniciada en 1863 por su abuelo Juan Rodríguez, quien fue torcedor en la Real Fábrica de Sevilla, España, y después se trasladó a La Habana.
Su abuelo comienza a laborar en Monterrey, luego se enrola en la guerra colonialista y emigra a la capital argentina; entonces, en 1928 el padre de Rodríguez Pardal registra la marca Manrique que continua hasta el presente en la calle Catamarca 211, ahora con 51 años de existencia.
Precisamente, el empresario argentino participa en Habana-Habanos con una ponencia sobre la trayectoria de su familia en el mundo del tabaco y su vínculo con Cuba (Manufactura de Tabacos Manrique. Nuestra historia, un linaje tabacalero).
Incluso señala que en la actualidad su hija Valeria Cristina, luego de realizar estudios universitarios de administración de empresa y mercadotecnia, incluyo en la Universidad de Buenos Aires detalles sobre los habanos, y la tradición cultural y productiva cubana.
Rodríguez Pardal llegó por primera vez a Cuba en 2003 y en los dos siguientes años participó en las ediciones del Festival del Habano, y ahora viene para exponer esos nexos, el desarrollo de su pequeña empresa familiar, y su defensa de la cultura y las tradiciones tabacaleras.
Como fumador reconoce la gran calidad de los habanos, y considera su tradición como algo sumamente hermoso; además, deseó “lo mejor para Cuba, para La Habana y para los torcedores cubanos”.
Señaló que está relacionado con estos productos desde pequeño y que por su casa pasaron más de 100 torcedores en los recientes 80 años, detalles atesorados por él mediante registros, facturas y otros elementos históricos que conserva con orgullo.
Relató que aún conserva una foto de su abuelo en la calle donde vivió en La Habana (Monte 58) en 1895 y la guarda con mucho cariño.
Habana-Habanos 2009 constituye un encuentro de investigadores sobre el tabaco organizado por el Museo de la Oficina del Historiador de La Habana y en particular animado por su directora Zoe Nocedo.
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