Restaurantes habaneros de más fama prueban a sus cantineros

Por Roberto F. Campos

La Habana, 18 ago. 2009. Como atractivo adicional para turistas de todo el mundo hoy los restaurantes habaneros de más fama e historia prueban a sus mejores cantineros en cuanto a maestría y habilidades para satisfacer a sus clientes.
La manera de examinarlos consiste en el Grand Prix de cocteleria, VIII edición, que en este mes de agosto cuenta con certámenes en la mayoría de las cadenas de restaurantes de la capital, de cara al torneo mayor, mundial, organizado cada dos años por Havana Club International.
Sin embargo, una competencia muy curiosa resultó la realizada por la empresa de Ciudad de La Habana de Restaurantes de Lujo, con una nómina de 29 de las más importantes casas de comida de la ciudad, algunas de ellas con más de 50 años de existencia.
La especialista en mercado y publicidad de la compañía, Hilda de la Vega, recordó a este periodista que como tal, la empresa se constituye en los años 80 del pasado siglo, aglutinando a unos dos mil empleados de todas las especialidades afines con la gastronomía y directivos.
Pero lo más notorio consiste en los nombres de sus restaurantes como el Monseñor, lugar amenizado por el genial músico y compositor cubano- ya fallecido- Bola de Nieve, en una esquina frente al Hotel Nacional de Cuba, aun hoy con una excelente propuesta culinaria.
Además, incluyen El Emperador, en los bajos del edificio Focsa, una de las más emblemáticas construcciones, premiada en su momento por sus recursos arquitectónicos, o El Cochinito, en la calle 23, frente a la heladería Coppelia, símbolo dulce de la capital cubana.
La lista trae también a El Mandarín, en la manzana donde se encuentra el Instituto Cubano de Radio y TV (ICRT) y por lo tanto eje muy transitado, o Las Bulerías y El Centro Vasco, centros comensales de las especialidades españolas.
Con esta historia y atractivo para viajeros en busca de una especie de recorrido especial de la culinaria y vinculo cultural, realizaron la competencia del Grand Prix, con 11 de sus mejores especialistas, todos miembros de la Asociación de Cantineros de Cuba (ACC).
Precisamente, la ACC, retomó en el pasado siglo sus andares, integró la IBA (International Bartender Association) y de esta manera recuperó una fundación primigenia en 1926, con colección tan significativa de más de 400 recetas de tragos, sobre todo muchos muy refrescantes.
La competencia, efectuada en el restaurante Centro Vasco, permitió a sus participantes probarse durante cinco minutos en confeccionar cuatro cocteles iguales, de su creación, del tipo aperitivo y empleando rones oscuros como el Havana Club 7 Años o el Reserva.
Al margen del ganador, listo para el certamen provincial y paso previo a la vez del Grand Prix Nacional. El éxito lo obtuvo la gastronomía cubana, la especialización y el desempeño de un experto muy en contacto con visitantes de todo el mundo, muchas veces en diferentes idiomas.
La culinaria y en particular la cocteleria distingue a un turismo como el cubano, que cada año atiende a mas de dos millones de viajeros en busca no solo de sol y playa, sino de cultura, historia, y de vincular lo que aprendan al conocimiento de una gastronomía propia del lugar.
rfc/