Por Roberto F. Campos
. Un tema de discordia en el pasado, ahora parece tener un camino sin retroceso, como clara luz hacia el futuro: el turismo de la familia cubana en cualquier parte e instalación de la Isla.
Aunque aún quedan algunas cuentas pendientes por resolver en cuanto al turismo interno en Cuba, hoy los datos apuntan a una solución parcial sobre el asunto, con potencialidades suficientes para un futuro promisorio.
Si bien es cierto, que el principal freno para que el cubano promedio pueda descansar en los mismos lugres destinados al turismo internacional está en la economía y los salarios, también lo es que las disposiciones del gobierno abren una posibilidad al parecer sin retroceso.
Las cifras más recientes sobre el particular, apoyan esos criterios de las autoridades cuando el año pasado un total de tres millones 41 mil 319 cubanos se hospedaron en hoteles del país, y aunque esta cifra parezca alta representó una caída del cuatro por ciento frente a 2009.
Y como elemento interesante, la remembranza de los lugareños sigue apuntando a la nostalgia por su balneario más importante, y principal polo de recreo del país, Varadero, distante unos 140 kilómetros hacia el este de la capital.
Allí, los datos anotan a 22 mil clientes alojados provenientes de todo el mundo, de entre los que aparecen cinco mil cubanos, para marcar al turismo nacional como el segundo mercado de mayor importancia para el balneario, detrás de los canadienses.
Tales cifras aportadas oportunamente por el periódico Granma, órgano oficial del Partido Comunista de Cuba (PCC), permiten vislumbrar un repunte de un turismo interno que en los años 80 del pasado siglo también tomó como puntal a Varadero, y a las excursiones por Cuba.
Sobre la actual situación en ese balneario, el jefe de comercialización y comunicación del Ministerio de Turismo en la occidental provincia de Matanzas, Velio Barrera, -también citado por Granma- mostró satisfacción por los meses de julio y agosto.
En ese período, a la sazón el tiempo de más calor y más personas de vacaciones en Cuba, anotó el directivo un crecimiento no previsto de los clientes cubanos en el balneario.
Indicó que la mayoría de los turistas locales proceden de La Habana y las provincias del centro de la nación, y consideró que este incremento se relaciona con el objetivo de dinamizar e impulsar el desarrollo del turismo nacional.
Este asunto tomó vuelo, teniendo en cuenta la decisión del gobierno de permitir el turismo nacional, además de en bases de acampadas y otro tipo de excursiones, también en los hoteles dedicados a la industria recreativa internacional.
Durante unos cuantos años, desde 1994 con el repunte del turismo como industria, esta posibilidad fue limitada debido a escasos recursos y una necesidad de potenciar el ingreso al país de moneda fuerte, tal y como lo reiteraron en diferentes oportunidades los directivos.
Ahora las declaraciones apuntan a una estrategia que permita aprovechar de mejor manera posible la infraestructura hotelera, incluida –en el caso del ejemplo de Varadero- la recuperación de unas 100 habitaciones que antes se emplearon como oficinas.
Indudablemente, en muchos países el turismo interno constituye el potencial fundamental para este tipo de sector, e impulsa un desarrollo recreativo de altos quilates, además de constituir un equilibro lógico en cuanto a las necesidades de descanso, en primer término de los locales.
Esos desempeños, tiene aun la Espada de Damocles, de una economía en desarrollo, necesitada de fuertes ingresos que permitan propiciar en primer término el alimento de esa misma población y otros renglones como la industria y agricultura.
A esos efectos, las autoridades resaltan el papel del turismo interno desde 2008, cuando eliminaran las restricciones para los cubanos residentes en la Isla de acceder a los hoteles y a los paquetes turísticos de diversos tipos.
Los más de tres millones de turistas internos del año anterior, a fuer de continuar como una cifra ínfima en comparación con una población de 11 millones de habitantes, representa un respiro para este tema que sigue en el interés de muchos.
El Ministerio de Turismo (Mintur) y sus dependencias propician algunas variantes de manera de tener excursiones de pocos días y por supuesto menos precio, que faciliten a algunos estratos de la sociedad la posibilidad de un descanso verdaderamente satisfactorios.
En el ejemplo de Varadero, el Mintur señala que durante los recientes tres años el balneario recibió más de un millón de visitantes extranjeros y en el 2010 el crecimiento se anotó en 4,3 por ciento frente a 2009.
Para la actualidad, el turismo ocupa el segundo puesto de ingresos en divisas de la economía cubana, después de los servicios técnicos y profesionales, y las autoridades esperan cerrar 2011 con la atención a 2,7 millones de viajeros foráneos.
No obstante, el tema de los paseos y descanso internos sigue como uno de los más necesarios para quienes en este país se dedican al turismo, por su impacto tanto económico, como social, con incluso capítulo aparte para la anunciada posibilidad de vacacionar en el extranjero.
rfc/
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