Por Roberto F. Campos, enviado especial
Santiago de Cuba. Inspirados en increíbles aventuras, muchos canadienses rellenan hoy emocionantes páginas en un rincón apartado de la geografía cubana llamado, no por gusto, El Saltón, en medio de un conservado entorno natural de la Sierra Maestra.
Sitio ideal para pasar vacaciones activas, este escenario también guarda historias y leyendas vinculadas con las guerras libertarias, tal y como lo explicó Carlos Rosales, campesino de la zona devenido en especialista comercial del hotel que allí existe.
Recuerda Rosales, que esos espacios tuvieron la presencia de líderes revolucionarios de la Isla como el propio Fidel Castro, principal inspirador del Hotel a propósito de sus andares serranos.
Con una belleza particular y una caída de agua de 30 metros como eje de la estancia, aparece entonces un hotel de 25 cuartos como encajado en la exuberancia de la Sierra Maestra, territorio de la porción más oriental de este país.
El establecimiento como tal se inauguró el 13 de agosto de 1991 para darle continuidad a una tradición de los campesinos de la zona, que en sus descansos lo pasan en familia junto a esa cascada.
En la actualidad, la belleza indiscutible del paisaje se combina con las cabañas y los pasos, abiertos para un viajeros que busque tranquilidad y compartir su tiempo con la naturaleza, lo mejor conservada posible.
Operado por el grupo hotelero local Cubanacán, allí pernoctan alemanes, holandeses, suizos e italianos, en primer término, quienes desean conocer tradiciones como el asar un cerdo en una púa de madera, cerca de la cascada, amantes de aventuras y caminatas.
Desde el hotel se pueden organizar recorridos, aprovechando las rutas de los campesinos de la zona, por donde transitan en plan de faena, tanto a pie como sobre mulos.
Uno de esos recorridos, incluye poco más de dos horas de camino entre la serranía, en un trayecto que pese a contar con solo 1,5 kilómetros de distancia, parece de mayor alcance por lo empinada de la cuesta.
El lugar aparece en el mismo corazón de una de las sierras más emblemáticas de Cuba con accesos por los poblados de Maffo y Cruce de los Baños, donde se pude apreciar la cultura de la vida rural cubana.
Ese hotel cuenta con unos tres mil visitantes por año fundamentalmente en épocas de noviembre a abril, aunque con el conocimiento del lugar en el mundo, ya suman muchos viajeros que llegan en julio y agosto, los meses más calurosos.
Cercanos al lugar, están entonces sitios de la historia y las guerras, como el Mausoleo a los Mártires del III Frente (guerrilla que dio triunfo en 1959 a la Revolución Cubana) a solo siete kilómetros, o el Mausoleo a Carlos Manuel de Céspedes, a 25 kilómetros.
Precisamente, el 10 de octubre de 1868 Céspedes- conocido como el Padre de la Patria- otorgó la libertad a sus esclavos africanos, e inicio la primera guerra por la independencia contra la colonización española; eso también es parte de esos parajes.
rfc/
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