La Habana, 16 nov.2012.La forma
de cocinar los alimentos constituye hoy
peculiar manera de celebrar los 493 años de fundada esta ciudad, cuando
profesionales del turismo se reúnen en un evento bautizado como Saborear a lo
cubano.
Desde el 14 al 17 de noviembre, el Hotel
Ambos Mundos de La Habana Vieja y otras instalaciones gastronómicas, acogen a
unas 200 personas interesadas en homenajear la fundación de esta urbe (16 de
noviembre de 1519) mediante las reflexiones acerca de la manera de comer del
cubano.
El sugestivo nombre del encuentro (Saborear
a lo cubano) acompaña a una reunión que ya transcurre por su tercera edición y
a fuer de unir a expertos en la materia, también atrae a los turistas de visita
por estos días en la capital, y sobre todo su parte añeja.
Conferencias, talleres, catas y
degustaciones, componen un programa muy variado con temas sumamente
interesantes, entre los que se encuentran El chocolate en la gastronomía, Estilo
de vida saludable, Lo tradicional y lo gourmet, Vinos y tapas, o el Proyecto
Fiesta Mojito (trago cubano).
Sin embargo, los mayores atractivos los
aportan asuntos como: ¿De dónde son los manjares?, en alusión a una pieza
musical tradicional de este país cuyo estribillo señala ¿De dónde son los
cantantes?.
A la lista de tópicos de mayor agarre, se
agregan Arquitectura y Gastronomía, ¿Cómo se cocina en el mundo hoy?, Maridaje
de habanos y espirituosos, o detalles sobre la reapertura en diciembre próximo
de un emblemático bar de los años 20 nombrado Sloppy Joe.
Unos 30 asuntos llaman la atención de chef,
sommeliers, cantineros, directivos del turismo, turoperadores y agentes de
viajes, entre otros especialistas del sector reunidos en un ya emblemático
Hotel Ambos Mundos, que fuera hogar en su momento del escritor Ernest
Hemingway.
Al programa también se añadió una ruta por
Paladares o restaurantes privados, que toman auge en la actualidad económica cubana,
y sobre todo impactó de sobremanera la conferencia magistral del historiador de
la ciudad Eusebio Leal.
Una Noche de Guayaberas, resultó la cena de
apertura, destacando esa prenda de vestir cubana, consistente en una camisola
de bordados, larga y por lo general en color blanco, que ya lleva muchas
variantes y formas.
Los organizadores pusieron especial esmero
en las propuestas gastronómicas, mezcla de la tradición cubana y de las
adecuaciones a las formas sanas del momento propuesta por la medicina para
alimentarse.
Incluyeron títulos tan interesantes como Entónate
a saborear lo cubano como cóctel de bienvenida en cartuchones con casabe y
palitroques con oliva y aroma de orégano de la tierra, y extracto de naranja
agria con laurel, mezcla de tortilla indígena con hierbas del jardín.
Esa cena ocurrió en uno de los nuevos restaurantes
de la Habana Vieja, La imprenta, homenaje al surgimiento de las letras en este
país.
Y como toque de distinción, también
programaron filmes vinculados con la gastronomía internacional y un cierre para
el fin de semana en la Plaza Vieja, una de las cinco originarias de esta
capital, como un impulso a un turismo con miras a la historia y la cultura del
país.
rfc/
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