Nelson Domínguez explica sus proyectos |
Nelson D y obra Catarsis del Juego al fondo |
El pintor entrega dos de sus afiches a la prensa |
Nelson Domínguez con periodistas |
Por:
Roberto F. Campos
Fotos: El Autor
Considerado uno de los pintores modernos cubanos más reconocidos, hoy
Nelson Domínguez significa además vínculo ineludible entre el arte y la cultura
de este país con el turismo y el mundo del habano.
Sus obras para la ambientación de hoteles
constituyen verdaderas muestras del vínculo con la industria recreativa, como
el mismo artista lo reconoce en la actualidad.
Cuadros de este artista aparecen en hoteles
del archipiélago, operados por la cadena española Sol Meliá, con la finalidad
de sensibilizar a turoperadores y agentes de viajes, para un contacto mayor de
sus clientes con la rica cultura de esta nación.
Mediante un diálogo ameno en su taller de La
Habana Vieja, a unos metros de la Plaza de San Francisco de Asís, la más
antigua de la capital cubana, el pintor muestra sus opiniones de manera franca
y exhibe su satisfacción por su nexo con la sociedad y sus problemas.
Precisamente, por esos días convocó a artistas
cubanos y extranjeros a donar obras de importancia para una subasta de enero
próximo, con la finalidad de destinar la recaudación a los damnificados del ciclón
Sandy, que azotó la región oriental cubana.
Su espectro abarca un amplio margen, pues alguno
de sus manteles aparecieron en subasta durante el Festival del Habano, la
reunión más importante de los puros Premium en el mundo, que cada febrero acoge
a unas mil personas de 70 países en esta capital.
Domínguez es fumador de habanos, y reconoce que
puede escoger cualquier marca por la calidad indiscutible de todas. Fumar un
habano al amanecer le ayuda a reorganizar sus ideas, a trabajar, a programar el
día, dice con énfasis a este periodista.
Su vida se mueve por muchas de estas aristas
artísticas; en el balneario de Varadero, distante unos 140 kilómetros hacia el
este de la capital, también están sus cuadros, en el Meliá Varadero.
Y en el lobby del Meliá Cohiba de La Habana
por lo general siempre hay una obra suya.
Dejar huellas culturales es importante, y
adelanta que en breve irá a Camberra, Australia, donde planea crear una de sus
esculturas, en una plaza pública, junto con otros artistas latinoamericanos.
Turismo, cultura tabacalera, viajes,
esencias que forman parte de un todo aun mayor que signa esta vida de artista;
campechano, con una gorra, un puro en los labios y, sobre todo, con una sonrisa
tanto para el amigo, como para el recién conocido, son huellas indelebles.
Perteneciente al Club de Fumadores Jean
Nicot, de La Habana, exhibe su gusto por el tabaco de este país, junto con
otros diplomáticos, políticos y artistas cubanos que también tienen presencia
en ese grupo.
El tabaco cubano es bueno en cualquier
momento, ayuda a la reflexión, confiesa.
Nacido en el oriental poblado de Baire,
Santiago de Cuba (23 de septiembre de 1947), creció en la Sierra Maestra donde
estuvo hasta los siete años, de ahí su raíz popular, pues trabajó en una finca,
en contacto directo con la naturaleza.
La familia incluso puso a disposición del
Ejército Rebelde su casa en épocas de las luchas de este país que dieron origen
al triunfo de la Revolución Cubana en 1959.
Algunas de las reseñas sobre su persona
estiman que de pequeño conoció al líder cubano Fidel Castro; esa extracción
humilde le proporciona una visión muy popular del momento que le tocó vivir,
señales en sus obras y, sobre todo, en su vida y vínculos sociales.
El enriquecimiento artístico pasa por
estudios de acordeón, previo a su ingreso en 1965 en la Escuela Nacional de Arte
(ENA), y ya para quinto año apareció entre los mejores expedientes junto a
otras glorias cubanas como Pedro Pablo Oliva y Flora Fong.
Taller del artista en La Habana Vieja |
Profesor y artista, constituyeron en esos inicios
una simbiosis que le llevó de la mano hacia alumnos de destaque como Zaida del
Rio, Rogelio López Marín (Gory) y Flavio Garciandía; docencia hasta 1980.
Completaron su instrucción seis años en el Instituto
Superior de Arte (ISA); ese fue solo el comienzo de una fructífera vida como
artista.
Cuenta con más de 100 exposiciones
personales y muestras colectivas tanto en Cuba, como en el extranjero, con
colecciones en Japón, Estados Unidos, México, Nicaragua, España, Italia,
Alemania, Gran Bretaña, Rusia, Canadá, Argentina, Chile, Brasil, Panamá, y Holanda.
También sus obras están en Suecia, y en
varias instituciones cubanas, con la huella de una convicción poética, y la
remembranza del momento y el país en que vive.
Placa de la galería del pintor |
Con su habitual diálogo, frente al cuadro
Catarsis del juego - previsto para la subasta de enero-, explica la importancia
de esa puja, para ayudar a personas necesitadas; poner en función de las
personas su arte y el de muchos otros que deseen participar.
Reitera la necesidad de una obra original,
como Catarsis… que mostró oportunamente a la prensa, óleo sobre tela de 1,80
por 1.98 centímetros.
Su expresión es convincente; sus ademanes,
recordatorios del niño campesino criado en la Sierra Maestra. Sus
discrepancias, con los turoperadores que no conducen a los turistas a un
conocimiento del arte cubano, que identifican lo repetitivo y no la cultura en
sí.
Nelson Domínguez constituye la asociación
del presente con sus necesidades, con el arte; el impacto del turismo como
industria de paz y tolerancia, sus gustos con las tradiciones expresadas en el habano;
pintor de estos tiempos, emblema de una ínsula en desarrollo.
rfc/
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