Entradas populares

jueves, 15 de agosto de 2013

El gran negocio de la ropa deportiva





Por: Roberto F. Campos

La Habana.- Deporte y comercio van de la mano hoy en día, tanto mediante las suculentas ganancias por promoción como por venta de artículos que cada vez se ponen más de moda, al margen de desarrollos tecnológicos.
   Tanto anuncios, patrocinios de atletas y equipos, y otros elementos completan un engranaje que mueve millones de dólares en todo el Planeta, y aprovecha el espectáculo de los músculos de una manera muy variada, donde las estadísticas y los medios de prensa juegan un papel significativo.
   Herramientas para las distintas lides, también se convierte en un buen negocio de cara a los lemas sobre salud, que cada día los abrazan muchas más personas en el mundo, en busca de tener un pulso contra asuntos de sumo interés como es el caso de la obesidad.

   Las marchas, el montañismo, los deportes extremos y otras especialidades requieren de ropa deportiva muy especializada, que las compañías promueven como necesarios, por que no imprescindibles, para un cuerpo protegido mientras se realizan dichas prácticas.
   Ese es el caso del sector de las zapatillas y botas para deportes como Trekking, Hiking, o Backpaking entendidos entre caminatas, montañismo y otros elementos a fines que hoy día muchas personas suman a sus prácticas cotidianas o a las preocupaciones durante las vacaciones.
   Se suma que algunas páginas de Internet ofrecen consejos para tener un mejor desempeño, y entre ellos está contar con un calzado apropiado o la ropa cómoda necesaria para tener una buena jornada activa, a lo que se suma –por supuesto- el gusto, el colorido de los productos y su durabilidad o resistencia.
  
Un mundo casi insospechado

  Este comercio tiene toda una historia desde que un primer producto de zapato con clavos ocurrió hace por lo menos 115 años, a partir de ese entonces el desarrollo de accesorios fue constante.
  Los juegos olímpicos y otras competiciones desarrollaron una batalla feroz por el mercado deportivo donde todo vale, incluida la unión de marcas líderes para enfrentar a otros conglomerados.
   Firmas como Reebok, Adidas y Nike, aparecieron en ese mismo orden, se transformaron en reyes del mundo deportivo, y en los eventos no solo buscan los podios los atletas, sino las empresas patrocinadoras y productoras de estos equipos.
   Como ejemplo está Reebok, cuando Joseph William Foster de Bolton, Inglaterra, un corredor entusiasta y miembro del club Bolton Primrose Harrier buscaba un par de zapatos de atletismo para correr, por tanto a partir de sus ahorros, a inicios de 1890, este deportista fabricó manualmente sus zapatillas.
   Los Spike of Fire o zapatos con clavos de fuego fueron el origen de esta carrera, siempre en un inicio fabricados a mano, incluso para otros corredores.
   Este entusiasta perfeccionó la técnica e instaló su propio negocio y con el tiempo le encargaron sus Fosters, que cambiaron las carreras para siempre, y se mantuvo como el mejor calzado para correr por 50 años.
   En 1900 la pequeña empresa desarrolló una clientela internacional de deportistas hasta el punto de ser empleados en los Juegos Olímpicos de París de 1924, y emplearon esos zapatos los deportistas Harold Abrahams, Eric Liddell, Lord Burteigh, inmortalizados en la película "Carrozas de Fuego".
   Los descendientes de Foster hicieron su propio negocio, la compañía Mercury, y finalmente al buscar en un diccionario le parecieron a estos descendientes mejor otra palabra, Reebok que significa Gacela Africana; así surgió el nombre oficial.
   Ya para 1979 los expertos en marketing colocaron en buenos puestos comerciales los Reebok y para ese año lograron la distribución en Estados Unidos, aunque su principal salto ocurrió en 1982 al introducir el calzado femenino deportivo.
   Luego, las Industrias Petland adquirieron Reebok de la familia Foster en 1984 y el nieto del fundador, Joseph, quedó manejando las operaciones internacionales, retirándose en 1989.
   En 1995, a 100 años del primer par de zapatos de este tipo, Reebok cierra el año con ventas en 140 países y resultó el número uno en deportes y fitness en muchos países (ahora está en 170 países).
   La competencia ya tomaba ribetes sumamente altos teniendo frente a la estadounidense Niké. La alemana Adidas (unida la suiza Salomón) en 2005 compra la inglesa Reebok en una operación por tres mil 800 millones de dólares para transformarse en la mayor del sector, ejemplo de geopolítica comercial.
   En esa cuerda Adidas va al primer puesto, bajo un lema muy significativo “Nada es imposible”, que por encima de la intención sobre la práctica deportiva parece apuntar al tema comercial y de competencia.
   Adidas, que surgió en 1920 durante la primera gran posguerra mundial, tuvo inicios de de la mano de los germanos Adolf Adi Dassler y su hermano Rudolf, que también confeccionaron los primeros calzados deportivos.
   De esa suerte nace la Dassler Company, (Dassler otro atleta aficionado) y para crear esos primigenios productos pensó en zapatillas más ligeras y funcionales para mejorar el rendimiento de los deportistas.
   Como nota curiosa, un corredor con zapatillas Adi Dassler logró la primera medalla de oro en los Juegos Olímpicos de 1932, y Jesse Owens corrió con el mismo calzado para el récord de cuatro medallas doradas en 1936, cuando se comenzaba a gestar en nazismo.
   Adi Dassler (Adi Das) y los juegos olímpicos tienen historias muy cercanas con los pies de figuras de la talla de Emil Zatopek, Wilma Rudolph, Bob Beamon, Dick Fosbury, Nadia Comaneci y Haile Gebrselassie quienes marcaron hitos en el deporte usando productos de esta marca.
   En 1948, luego de la II Guerra Mundial, su hermano Rudi se separa y crea la empresa Puma, momento en que Adi registra como marca las inconfundibles tres rayas que le identifican (Adidas).
   Adi Dassler muere en 1978 y su hijo Horst queda al frente de la compañía y se empeña a fondo en las estrategias de mercadotecnia y publicidad de Adidas, pero la suerte no le acompaña y muere en 1987, para que su viuda decida convertir a la empresa en una corporación.
  Luego aparecen fusiones pues, con la compra de Reebok, el grupo Adidas-Salomon A.G. se convierte en un gigante deportivo para disputarse el mercado con Nike.
  Nike, con orígenes en las manos de Phil Knight vinculado a la Universidad de Oregon, licenciado en empresas, viajó a Japón en los 50 para entrevistarse con los directivos de la firma de zapatillas Tigre, de Onitsuka6 (luego ASICS).
  Alianzas, desacuerdos, lucha por el mercado caracterizaron a estas firmas, que disputan en el presente la aplicación de tecnologías capaces de facilitar mejor rendimiento y comodidad, pero también un enriquecimiento desmedido de los administrativos.
   Solo en 1991 la compañía Nike reconoció más de tres billones de dólares en ventas, de los que 200 millones de dólares fueron a parar al astro deportivo Michael Jordan por sus anuncios con dichas zapatillas. Nike, para ese año, declaró un beneficio de 287 millones de dólares.
   Mientras, en agosto de este año, Adidas eleva ganancias en 5,6 por ciento durante el primer semestre con un beneficio neto de 641 millones de dólares, pese a que sus ventas descendieron 2,8 por ciento hasta los nueve mil 534 millones de dólares.
   Cifras y disputas comerciales; la guerra por el mercado continúa, con la presencia de otras marcas que se disputan con ferocidad su pedazo de pastel, siempre a partir de una masa trabajadora que cobra comparativamente poco salario, con factorías en todo el mundo para abaratar los costos de producción.
rfc/


1 comentario:

Unknown dijo...

Agradecido por la acusiosa informacion de que dispone tu articulo. Felicidades

Free counter and web stats