Equinos, turismo y Cuba: fórmula comercial renovadora
Por: Roberto F. Campos
Fotos: El Autor
La Habana 11 Febrero 2014..- Si de
caballos se trata, el mundo muestra símbolos, curiosidades y mitos, realidad
enriquecida este 2014, año dedicado a ese animal en el calendario lunar chino,
cuando Cuba organiza una nueva subasta de equinos.
En
particular, la ínsula antillana cuenta con sólidos nexos entre el hombre y
estos animales, devoción que data desde la exploración española del siglo XVI
cuando fueron introducidos, hasta una época más reciente de deportes, cultura,
medicina y apegos de diferentes tipos.
Los
caballos, grandes amigos de los rebeldes mambises contra la colonización
española, ahora forman parte de todo un complejo sistema que prevé su
comercialización y variados elementos turísticos.
Un sendero de buen trote
Con la
realización el 15 de febrero del V Remate de 33 caballos de la raza de salto Real
Sangre Holandesa, en el Centro Nacional Ecuestre del Parque Lenin, en la
periferia de La Habana,
las autoridades apuntan a remarcar una potencialidad comercial sumamente
interesante.
Esta nueva
estrategia tiene mucho que ver con turismo, tratamientos médicos y deportes,
tanto de salto como carreras, y con la posibilidad de que Cuba ofrezca una
nueva baza comercial de cara a Latinoamérica.
La Empresa de Protección de la Flora y la Fauna en el país lidera
estos esfuerzos. El Comandante de la Revolución, Guillermo García, uno de los
principales animadores de este tema, se inclina por retomar estas crías y
comercio.
Explicó oportunamente
que en la actualidad en Cuba existen 17 mil ejemplares de 17 razas, a partir de
40 fincas, y realzó la tradición del caballo en esta isla y su vinculación con
sus diferentes procesos históricos y productivos.
Las
compañías Flora y Fauna, Alcona, y la Agencia de Viajes Ecotur, conforman un sistema
que organiza de manera equilibrada estas miras y ya llevan cuatro subastas de equinos,
con su punto más alto en la versión de 2014.
Una visita
de este periodista a la finca Rancho Azucarero de la occidental provincia
cubana de Artemisa, corroboran la dedicación a estos caballos, en particular a
los de salto.
El
especialista en equino Edgardo Carulla y la veterinaria Maydet Vega, llevan
unos 30 años de experiencia en este propósito y explican detalles de suma
relevancia.
Algunos
elementos de los caballos en sentido general son sumamente interesantes, ese es
el caso de un cementerio de caballos campeones en este rancho, donde
simbólicamente se entierran las patas, el corazón y la cabeza de dichos
animales.
Estos
entrevistados argumentan que se trata de un homenaje a verdaderos deportistas,
y esas partes de sus cuerpos resumen una actividad vigorosa, sobre todo en el
caso de los saltos, la equitación.
Los
caballos viven a lo sumo 30 años, y pese a su dinamismo descansan en el día
tres horas, y 21 pastan, pues su sistema de reposo se conjuga con el resto de
las actividades.
Pero estos
son solo algunos detalles interesantes que se complican en el caso de los
caballos deportistas, tal y como lo relatan. La selección se corresponde con
sus características; la unión jinete-caballo constituye elemento fundamental.
Rancho
Azucarero, por ejemplo, abrió sus puertas en 1944 para la recría de caballos de
carreras y yeguas de otros criadores distintos al dueño del lugar, de ahí salían
los potros para el hipódromo del Oriental Park en el barrio de Marianao, en La Habana.
Ese
hipódromo cerró en 1967 y los caballos pasaron a la recría para formar el
Centro Nacional de Recría de Caballos de Carrera.
Artemisa
cuenta con 15 unidades de Flora y Fauna especializada en diferentes temas, como
ganado vacuno, ovino, caprino, pasto y forraje y la dedicada a los caballos
deportivos como Rancho Azucarero.
En ese
lugar (Rancho Azucarero) laboran 114 personas, de los que 85 están directamente
vinculados a los caballos, sean entrenadores o veterinarios y otros
especialistas.
Dicho
rancho de manera promedio atiende a 245 animales dependiente de los nacimientos
y salidas para competencias u otros ranchos.
La finca cuenta con 27 caballerías de tierra
(una caballería equivale a 13,4 hectáreas), con bosques, y repoblación
forestal, y 12 caballerías dedicadas directamente a los caballos.
Artemisa y
sus fincas de Flora y Fauna cuentan con un subsidio estatal de dos millones de
pesos cubanos (CUP, un CUP equivale aproximadamente a 24 dólares) -para el
trabajo genético-, pero ingresan seis millones, de ahí sean autosustentables,
explican.
En ese
territorio laboran la genética de caballos, vacunos y el asno americano.
Sin
embargo, el eje de Rancho Azucarero está en los caballos deportivos de la
Real Raza Holandesa, a los que se suman Pura
Sangre Inglesa de carrera, Pesados Belgas, Percherones, Asno americano y
algunos otros cruzamientos.
El deporte
de salto es sumamente caro, y requiere un fuerte entrenamiento, de ahí que en
este rancho, como en otras partes de Cuba, exista un centro de entrenamiento,
con niños a partir de los ocho años, quienes compiten a nivel nacional e
internacional.
Comentan
los interlocutores que en 2005 realizaron la primera importación de la
Real Raza Holandesa, en estos momentos en
el mundo el caballo de mejor posibilidad para los saltos.
En ese año
mencionado entraron 23 animales, incluidas 19 potrancas de dos años y cuatro
reproductoras adultas, que gestaron en Holanda.
Los
primeros potros nacidos en Cuba de esa raza fueron gestados en Holanda. A
partir de esa fecha todos los años se importan animales de este tipo.
Anotan dos
grandes importaciones del 2005 hasta la fecha, sobre todo la de 2013, que
incluyó 54 animales de esa misma raza. En esos grupos llegaron tanto machos
como hembras.
Al principio
eran animales de más edad, preocupados los técnicos holandeses por la
adaptación al clima de este país, pero con el tiempo y el buen desarrollo de
tales animales se cambio la estrategia.
El buen
manejo de los caballos de parte de los técnicos y la aclimatación se equipara
en la actualidad con el trabajo de los especialistas en Holanda, y ello permitió
importar animales más jóvenes.
De los 54
caballos llegados el año pasado, 50 fueron de un año y medio de vida, muy
jóvenes, pues se desarrollan a partir de los tres años, que empieza el
entrenamiento. Los caballos que entran en subasta son tanto traídos desde
Holanda, como criados en Cuba.
Es
importante tener en cuenta que un caballo tiene metas altas, como en las
competencias de las Olimpiadas o Grand Prix de hasta 1.60 metros, y para
ello requieren de elasticidad y largo, pero sobre todo de un recio
entrenamiento hombre-caballo.
Los
caballos provenientes de las subastas cubanas cada año ganan en prestigio y
compiten tanto a nivel Centroamericano como Panamericano, ello crea una mayor
expectativa cada año, aclaran los entrevistados.
El
desarrollo mayor de la equitación en Latinoamérica está en México, Guatemala,
Chile, Brasil y Venezuela, de esos países vienen a las subasta los criadores y
entrenadores, en busca de animales con cualidades superiores.
A la
subasta de 2013 acudieron 40 pujantes de 12 que concurrieron a la primera, y
para esta se espera una mayor asistencia.
De igual
manera, la primera cita llevó un promedio por animal de 25 mil euros, pero el
año pasado algunos caballos llegaron a cotizarse a 49 mil euros.
Algunos
caballos para Olimpiadas llegaron a costar 700 mil euros, en otros mercados
fuera del cubano, y en Rancho Azucarero está un bisnieto de un caballo que en
Estados Unidos estuvo cotizado en 42 millones de dólares.
Los
expertos que vienen a pujar por caballos a Cuba tienen la ventaja de poder
comprar en un lugar más cerca, caballos de igual raza, bien preparados, y por
lo tanto el transporte les cuesta menos, de ahí que esta subasta cada año cobre
auge.
Rancho
Azucarero trabaja en la actualidad con cinco razas genéticas o puras, y cuatro
cruzamientos, es decir con nueve tipos de animales distintos, y realce de la
Real Raza Holandesa de saltos.
Para los
entrenamientos, combinan caballos con experiencia para facilitar el aprendizaje
de niños y novatos, mientras a la inversa colocan jinetes experimentados para
facilitar las prácticas de caballos novatos.
Insisten
que el caballo tiene su personalidad, cada uno es único, de ahí el cuidado de
entrenadores, cuidadores y jinetes.
Ese parecer
lo refuerza Miguel Díaz Santana, con 25 años de entrenador, y aún jinete, con
un matricula de 25 alumnos de entre ocho y 10 años, que explica tres
categorías, de 60 a
70 centímetros
para Pequeño campeón, y Pre-infantil 80-90 centímetros.
También
abarcan Infantil para un 1.10
metros, Juvenil en 1.10 y 1.20 metros, y Adulto
de 1.20 en adelante. Señala que el récord aun vigente en el mundo está en 2,47 metros.
Además,
Flora y Fauna en Artemisa cuenta con una villa turística nombrada Charco Azul,
de 10 habitaciones, entre otras comodidades, que permite los paseos a caballo,
senderos, caminatas, observación de aves y un contacto con la naturaleza.
Los guías
recuerdan además que la equinoterapia constituye un tratamiento muy
significativo, tanto para pacientes adultos, como niños, quienes experimentan
mejoría con dichos tratamientos.
Por tanto,
el mundo del caballo en Cuba reboza de vida, desde cualquiera de sus ángulos,
sea turístico, comercial, deportivo, medico, científico e incluso, poético.
rfc/
La veterinaria y Edgardo, especialista en equinos, ambos del Rancho Azucarero |
No hay comentarios:
Publicar un comentario