Atractivos
del edificio de la OMC en Ginebra (II Parte-final)
Por
Roberto F. Campos
Ginebra,
13 jul .2019. Los atractivos del
edificio de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en Ginebra, Suiza, son
muchos y muy valorados por las personas que recorren sus salones, tanto en plan
de labores, como de turistas.
De ahí que este periodista tuviera el
privilegio de ser guiado por el lugar, y tener las explicaciones de Edmundo J.
Murray de la División de Información y Relaciones Exteriores de la OMC.
El Centro William Rappard, sede de la OMC es
testigo de más de 90 años de cooperación internacional, y se concibió como
parte de los esfuerzos realizados después de la Primera Guerra Mundial para
crear una Sociedad de las Naciones.
Propiamente en 1994 es que pasa como sede de
la OMC, incluso en la actualidad existe una visita virtual del recinto para
descubrir, sobre todo, las obras de arte que lo adornan.
Allí se preparan visitas guiadas de
preferencia el primer jueves de cada mes en la mañana, bajo el objetivo de
aprender la historia del edificio y sus obras de arte (guided.tours@wto.org).
Visitas de aproximadamente una hora que ilustran el arte y la arquitectura,
además de las funciones.
Muchas obras de arte y objetos decorativos fueron
donados por países e instituciones a lo largo de los años para complementar el
diseño del edificio original.
Las dos majestuosas estatuas situadas a
ambos lados de la entrada principal del edificio representan la Paz (parte
izquierda) y la Justicia. Fueron esculpidas por el artista ginebrino Luc Jaggi
en 1925.
La Paz está representada por un niño que
sostiene una rama de olivo y la Justicia está sólidamente sentada sobre una
serpiente.
Cuenta con un panel de porcelana de Delft
del ilustrador holandés Albert Hahn hijo, situado detrás del mostrador de
recepción en el vestíbulo del edificio. Está formado por más de dos mil
azulejos. Por demás, el artista Maurice Denis tiene allí su mural La Dignidad
del Trabajo (1931)
Una amplia escalinata conduce del vestíbulo
al rellano de la primera planta, que está decorado a ambos lados con grandes
pinturas murales que representan diversas actividades del comercio, la
artesanía y los oficios.
En el muro de la parte este, el artista francés
Maurice Denis pintó la obra La dignidad del trabajo. En la parte oeste del
rellano el artista irlandés Sean Keating continuó la obra representando en su
pintura mural el trabajo en todas sus formas.
El siguiente tramo de escaleras conduce ante
otra interpretación de las faenas en tierra y mar, plasmada en azulejos
pintados por el artista portugués Jorge Colaço.
Pero hay mucho más de arte allí, pues Grandes
murales (1940) decoran las paredes de la Sala de los Pasos Perdidos. Son obra
del artista franco-suizo Gustave-Louis Jaulmes.
También están Dans la joie universelle,
cuadro de Gustave-Louis Jaulmes, Salle des Pas Perdus o Le travail dans
l'abondance, cuadro de Gustave-Louis Jaulmes.
Los pasos llevan, a la derecha del fresco de
azulejos, a la entrada de la Biblioteca de la OMC, que está decorada con
exquisita madera tallada y alberga una colección única de 40 mil títulos u obras
sobre el sistema multilateral de comercio.
Y por demás, se encuentra el parque William
Rappard, ubicado entre la Villa Barton y el Jardín Botánico de Ginebra, con una
vista privilegiada
sobre
el lago Lemán y los Alpes que se elevan en la margen opuesta.
Allí vemos la escultura más monumental del
parque, de 1935, del artista ginebrino James Vibert: El esfuerzo humano, junto
a otros regalos escultóricos, un caballo en metal, y un atractivo patio entre
otras bellezas de tal escenario, incluso más allá del tema del comercio./rfc
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