LOS 500 AÑOS DE
LA HABANA
Atarés, otra
fortaleza para el turismo cubano
Por Roberto F.
Campos
La Habana, 17
nov.2019. La fortaleza de Atarés abrió sus puertas como parte de las
recuperaciones arquitectónicas por los 500 años de La Habana (16 de noviembre),
y hoy es visitada por muchas familias y turistas.
Para la capital cubana, los 500 años de su
fundación le trajeron grandes alegrías, y en medio del primer leve frente frio
del año, los habaneros pudieron recorrer una serie de lugares rescatados al tiempo,
como Atarés.
El Castillo de Atarés, construido en 1767,
está abierto al público desde esta semana (14 de noviembre) luego de una
compleja restauración a cargo de la Oficina del Historiador de La Habana
-Eusebio Leal- con la cooperación de Italia.
La contribución
llegó de la ciudad italiana de Vinci, cuyo alcalde, Giuseppe Torchia, estuvo
presente junto a Leal en la reapertura.
La obra y segunda vida de la fortaleza, se
debió al equipo de la empresa Restaura, a los arqueólogos, cooperativistas y a
los alumnos de la Escuela Taller Gaspar Melchor de Jovellanos de La Habana
Vieja.
Lo más espectacular del escenario, es la
vista de la Bahía de La Habana y poder observar de lejos la cúpula del
Capitolio que resalta en medio del barroquismo de una ciudad multicolor.
Leal, en el momento de apertura, recordó el
gesto del príncipe Modesto Vecchia, presidente de la Fundación Anthropos, que
en 2012 donó la colección de piezas sobre los inventos de Leonardo D´Vinci, que
se exhiben en la edificación.
Ahora la fortaleza la pueden visitar los viajeros
de 09:30 a 16:30 de martes a viernes, y de 0900 a 1300 los domingos, ubicado en
la calle Fábrica, detrás de la rada habanera, a donde se llega por un empinado
camino, ahora pavimentado.
El Castillo de Santo Domingo de Atarés o,
Castillo de Atarés es una fortaleza militar parte del sistema defensivo de La
Habana, construido por el colonialismo español para proteger la ciudad.
Desde su edificación fue además empleada
como sede de la guardia presidencial, prisión y unidad militar, sobre todo en
épocas antes de 1959.
Cuando España recuperó La Habana tras 11
meses de ocupación inglesa, decidió transformar a la ciudad en una plaza
inexpugnable.
Para ello se construyó la fortaleza de La
Cabaña, en la zona este del canal de la bahía de La Habana, y dos castillos más
que venían a completar en forma de triángulo el sistema defensivo, entre ellos
el de Atarés.
El Castillo de Santo Domingo de Atarés debe
su nombre al entonces gobernador de la Isla, el Conde de Ricla, cuyos padres
eran los Condes de Atarés. Su construcción estuvo bajo la dirección del
ingeniero Silvestre Abarca, y la intervención del ingeniero belga Agustín
Crame.
Este castillo tiene forma de un hexágono
irregular, sin baluartes y coronado en sus vértices por garitas también de
forma hexagonal.
Posee una pequeña plaza de armas central,
rodeada por seis bóvedas a prueba de bombas para alojamiento de soldados,
almacenes de víveres, pertrechos, y armería.
En sus azoteas aparecen plataformas para el emplazamiento de la
artillería pesada, compuesta en su momento por 21 cañones. Lugar ideal para
visitar, tomar fotos y admirar una buena parte de La Habana.
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