Comercio mundial ante la Covid-19, espada de Damocles Por Roberto F. Campos

Comercio mundial ante la Covid-19, espada de Damocles
Por Roberto F. Campos 
Ilustraciones: Internet

Fotos: El Autor


La Habana, 15 de abril de 2020. El descenso de los intercambios globales será probablemente mayor comparado con la crisis financiera de 2008 a 2009, examinó la Organización Mundial del Comercio (OMC) al atender el impacto de la Covid-19.

   Un informe de la organización presentado en este abril en Ginebra, Suiza, llamó la atención acerca del momento actual, sumamente crítico también para dicha esfera económica.
   La OMC prevé que el volumen del comercio mundial podría disminuir entre 13 y 32 por ciento o incluso más, en comparación con el año anterior. Detalló por regiones, entre los augurios, una caída como mínimo este año del 17,1 por ciento para Norteamérica, América del Sur y Central del 12,9 por ciento, y Europa del 12,2 por ciento.
   Afirmó que las importaciones norteamericanas bajarían como mínimo 14,5 por ciento, las de América del Sur y Central 22,2 por ciento, y las europeas 10,3.
   El analista de comercio y logística mundial de la encuestadora global Panjiva, Chris Rogers, declaró que China demostró lo extrema que puede ser la caída de la actividad industrial y su impacto en el comercio.
   También comentó que los envíos marítimos de China a Estados Unidos disminuyeron 45 por ciento en las dos primeras semanas de marzo, en comparación con el mismo período del año anterior.

   Las fábricas no trabajan, los empleados están en cuarentena. En algunos puertos, los productos se amontonan, mientras que en otras partes los barcos cargueros navegan vacíos.

   Según Rogers, la propagación del coronavirus afecta las cadenas de suministro mundiales, lo cual conduce a escasez y aumentos de precio graduales desde las fábricas hasta los puertos, desde las tiendas minoristas y hasta los consumidores.
   El director general de la OMC, Roberto Azevedo, estimó que las cifras son feas, subrayó que el comercio debe ser parte importante de la recuperación económica global tras la actual crisis, y para ello el apoyo fundamental está en que los mercados se mantengan abiertos y sean previsibles.
   Dijo que si las naciones colaboran se podrá apreciar una recuperación mucho más rápida que si cada gobierno actúa por su cuenta.
Este panorama también tiene en su contra las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, la incertidumbre por la salida británica de la Unión Europea (UE) conocida como Brexit y como botón final a la Covid-19, que golpea en primer orden.
   La perspectiva comercial dependerá de la duración de la pandemia y la efectividad de las respuestas políticas de los gobiernos, además de la colaboración entre territorios, regiones y países, según el informe.
   Sin embargo, ese documento tiene más elementos que ponen los pelos de punta en materia económica, comercial y financiera.
   Casi todas las regiones sufrirán en 2020 disminuciones de dos dígitos del volumen del comercio, y las exportaciones se verán especialmente afectadas en América del Norte y Asia.
   Es probable que la caída del comercio sea más pronunciada en sectores caracterizados por la complejidad de las cadenas de valor, sobre todo en el caso de los productos electrónicos y de la industria del automóvil.
   El comercio de servicios bien podría ser el más directamente afectado por la Covid-19 debido a la imposición de restricciones al transporte y los viajes.
   Por demás, el volumen del comercio de mercancías ya registró una desaceleración del 0,1 por ciento en 2019, lastrado por las tensiones comerciales y la ralentización del crecimiento económico.
   El valor en dólares de las exportaciones mundiales de mercancías se redujo en 2019 en tres por ciento, a 18,89 billones de dólares (un billón equivale a un millón de millones).
   En esa medida, el valor de las exportaciones de servicios comerciales aumentó dos por ciento en 2019, a 6,03 billones de dólares.
   La amplia gama de posibilidades para el descenso previsto se explica por la naturaleza de esta crisis sanitaria sin precedentes y la incertidumbre en torno a sus repercusiones económicas concretas.
   Por eso los economistas de la OMC piensan que el descenso probablemente sea mayor que el desplome del comercio registrado a raíz de la crisis financiera mundial de 2008-2009.
   Las estimaciones de la recuperación prevista en 2021 son igualmente inciertas, ya que los resultados dependerán en gran medida de la duración del brote y de la eficacia de las respuestas en materia política.
   Azevedo señaló que esta crisis es ante todo sanitaria, que obliga a los gobiernos a adoptar medidas sin precedentes para proteger la vida de las personas.
   Y recalcó que el inevitable descenso del comercio y de la producción tendrá dolorosas consecuencias para los hogares y las empresas, aparte del sufrimiento humano causado por la propia enfermedad.
/rfc