TURISMO CONTRA LA COVID-19
Turismo en Cuba trabaja con fuerza para
momento post-pandemia
Por Roberto F. Campos
EL Doctor José Luis Perelló continúa su diálogo con QuintaEsencia y Prensa Latina.
La Habana, 29 may.2020. Pese a que
todavía no están definidas las líneas de tiempo para una reapertura del turismo
en Cuba, hoy los expertos consideran acertada la estrategia de trabajar con
fuerza para cuando llegue ese momento.
El catedrático cubano, especializado en turismo, José Luis Perelló,
refirió a Prensa Latina este viernes que la industria de los viajes aquí no
tiene descanso, y realiza labores de mejoramiento, incluso desde que se declaró
la pandemia, y aparecieron en la isla los primeros casos.
Dijo que Cuba, en medio de sus vicisitudes y circunstancias agravantes
como las presiones de los Estados Unidos, demostró la prioridad de poner al ser
humano en el primer puesto de la cadena de valores.
Recordó que ante la pandemia de la Covid-19 el sector turístico insular
asumió, desde el primer momento, los protocolos de enfrentamiento a la
enfermedad concebidos por el sistema de salud cubanos para estas situaciones de
emergencia
En esa cuerda, las instalaciones hoteleras cerraron sus operaciones
comerciales en la medida que 90 mil turistas extranjeros retornaban a sus
respectivos países de residencia.
Para ese primer momento, enumeró, estaban en el archipiélago 42 mil
canadienses, seis mil rusos, cinco mil estadounidenses, cuatro mil franceses y
tres mil alemanes (todavía queda una pequeña parte del total varados en Cuba).
Pese al problema, coincidió, fue el momento oportuno para que los
hoteles, con sus trabajadores, realizaran (y realizan) labores de
mantenimiento, higienización y limpieza profunda de los establecimientos.
Además, alojamientos menores e instalaciones de campismo (acampadas) se
transformaron eventualmente en centros de aislamiento o cuarentena en los
diferentes territorios y municipios, atendidos por sus empleados, en compañía
de profesionales de la salud.
Reflejó el entendido, que otras empresas turísticas, asociadas a los
servicios complementarios como las dedicadas a la elaboración de alimentos y la
transportación turística, prestan servicios a los centros hospitalarios y de
atención a la población vulnerable, en todo el país.
Mencionó que se trata de una reorganización interna en tiempos de la enfermedad,
sin menguar la continuidad de los proyectos estratégicos para el desarrollo
turístico, hidráulico, de energía renovable, agroindustriales y de las
telecomunicaciones.
Valoró este proceso como una obligación de las políticas gubernamentales
en aras del ordenamiento efectivo, la preservación de la justicia social, y el
control de todos los recursos.
Cuba recibió hasta el momento del destape de la pandemia más de cuatro
millones de turistas extranjeros por año, y operó 74 mil habitaciones hoteleras,
fundamentalmente de cuatro y cinco estrellas.
Reseñó Perelló que la actividad turística en Cuba, al igual que en
muchos destinos del mundo, atraviesa por los acontecimientos más negativos de
los más recientes 60 años, tanto en su estructura económica como en sus
objetivos y alcance.
Pese al crudo impacto de la enfermedad, aseveró, el sector turístico
insular busca paliar lo mejor posible el problema, y estar listo para cuando
puedan reanudarse los viajes, teniendo siempre en primer orden a la salud del
ser humano.
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