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martes, 11 de junio de 2024

El Parque del Agrimensor, presencia turística en Cuba Por Roberto F. Campos

El Parque del Agrimensor, presencia turística en Cuba

Por Roberto F. Campos

 

LA HABANA.-  El Parque del Agrimensor constituye un escenario poco común para el turismo, pero hoy muy apetecido por quien quiere llevarse un recuerdo gráfico de La Habana, en una Cuba muy de viajes y vacaciones, sobre todo para muchos europeos.

   Está relacionado ese parque con el ferrocarril, y buena muestra de ello la dan viejas locomotoras colocadas en diversas partes del lugar y que sirven tanto de sombra como de perfecto entorno de recreo.

   Algunos historiadores dan cuenta de su importancia. El Parque del Agrimensor, en las inmediaciones de la Estación Central Ferroviaria, en la Habana Vieja, exhibe un grupo de locomotoras centenarias.

   La Empresa de Restauración de Monumentos, de la Oficina del Historiador de la Ciudad (OHC), construyó este museo al aire libre, entregado en saludo al Aniversario 490 de la fundación de la Villa de San Cristóbal de La Habana (fundada el 16 de noviembre de 1519, próxima a los 505).

   Allí hay una exposición con cuatro máquinas centenarias de vapor, entre las cuales se encuentra la locomotora 1112, marca Baldwing y fabricada en 1878, que se utilizó en la filmación de la película sobre José Martí, bajo la dirección del cineasta Fernando Pérez.

   A raíz de la reestructuración del sector azucarero, la Oficina del Historiador de la Ciudad se encargó de localizar y solicitar 40 locomotoras de vapor en todo el país, para su uso con fines históricos, comentaron en su momento voceros de esa instancia.

   Por demás, se trasladaron de otras provincias a la capital 23 de estos equipos, de los que algunos se exhiben en el mencionado parque.

   De esa suerte, el Parque del Agrimensor en La Habana, es un espacio con una historia interesante. A mediados del pasado siglo, se inauguró este parque en un terreno cercano a la Terminal de Ferrocarriles de La Habana.

   Su nombre hace referencia a los agrimensores, profesionales encargados de medir y delinear terrenos, y así consta en una tarja en el lugar.

   Aunque sufrió años de abandono y deterioro, hoy ha sido restaurado gracias a la labor de la Oficina del Historiador

 

CRÓNICA OBLIGADA

   Contrario a lo que muchos piensan, la pequeña isla caribeña tiene muchas novedades, entre ellas contar con el primer ferrocarril de Iberoamérica, antes incluso que en España.

   Viejas locomotoras embellecen en estos momentos La Habana e ilustran de toda una época de oro cuando ese transporte incluso fue primero en esta isla para el mundo iberoamericano. Por tanto, turismo y transporte se dan la mano para una nueva etapa que ya tiene su sólida trayectoria y atractivo.

   De tal suerte, existe un Museo del Ferrocarril propiamente en una antigua terminal de La Habana, en plan de reformulación, y la presencia de viejas locomotoras en sitios de recreo de la parte vieja capitalina.

   Por una parte, el Museo amplía sus colecciones y de la otra se transforma en una exhibición al aire libre bajo la iniciativa de la Oficina del Historiador de La Habana.

   Ahora transcienden informes sobre un parque de por lo menos 40 viejas locomotoras de vapor de los años 1878 a 1925 en fase de recuperación para exhibirlas, una idea difundida en su momento y aún por materializarse.

   Un grupo de expertos de esa Oficina, labora desde 2007 para el rescate de esas piezas, algunas que además se muestran en un parque frente a la Terminal de Ferrocarriles de La Habana.

   En ese período de tiempo buscaron y atesoraron más de 200 máquinas de ese tipo bajo el concepto de que forman parte del patrimonio histórico nacional.

   Dicho rescate refuerza al Museo del Ferrocarril en la antigua Estación de Cristina, antigua sede del Ferrocarril del Oeste, frente al Mercado de Cuatro Caminos, estación de 1861.

   Los expertos incluso valoran en siete millones de dólares el precio de la importante colección ferroviaria conservada en Cristina y otros escenarios habaneros.

   Recuerdan que ya se repararon 30 locomotoras, algunas de ellas en el mencionado parque (El Parque del Agrimensor) frente a la Estación de Trenes y otras distribuidas en su momento cerca de la nueva cervecería del puerto, o los Almacenes San José, dedicados a artesanía.

   Algunas de esas piezas incluso funcionaron hasta 2005, lo que les llevó a acumular 127 años de trabajo, sobre todo en centrales azucareros, rescatadas de cualquier parte de esta Isla.

   La iniciativa corrió a cargo de la Empresa de Restauración de Monumentos de la Oficina del Historiador de la Ciudad, que tiene la estrategia de potenciar este empeño, tanto en Cristina como al aire libre.

   El Museo del Ferrocarril de Cuba de Cristina propiamente, en noviembre de 2002 fue declarado Monumento Nacional, inaugurado el 19 de noviembre de 2000, con el peso de la historia de este medio de transporte, el primero de Iberoamérica.

   Cristina resultó la estación principal de la Empresa del Ferrocarril del Oeste, compañía fundada en 1859 por la familia Pedroso, de la vieja oligarquía terrateniente habanera.

   La terminal tomó su nombre de la propia calle donde se encuentra ubicada, bautizada de esa manera en honor a la gobernadora Doña María Cristina de Borbón, Regente del Reino de España. La edificación actual se terminó en el año 1902.

   En ese museo se exhiben locomotoras de vapor de vía ancha y estrecha, también diesel y eléctricas, fotografías, documentos, medios utilizados para el movimiento de trenes, y señales.

   Una de las piezas más emblemáticas del museo es la nombrada Locomotora La Junta, construida en 1842, y que llegó a la occidental provincia cubana de Matanzas en enero de 1843, cuando presta servicio hasta los años 90 de ese siglo.

   De finales del XIX y principios del XX, Ferrocarriles Unidos de la Habana adquiere y unifica ese transporte de la provincia de Matanzas, cuando construye la Estación Central, y lleva hacia ese lugar a La Junta, de ahí que se conserve.

 

ESE FERROCARRIL CUBANO

   Entre las novedades que atraen a miles de viajeros de todo el mundo a visitar a Cuba, está su ferrocarril inaugurado hace 187 años.

   Ahora con cierto deterioro, pero bajo la atención del turismo extranjero que llega a esta Isla. El ferrocarril se puso en servicio en 1837 para el transporte de mercancías y viajeros, y desde un inicio resultó un medio de suma relevancia.

   Este primer ferrocarril español se construyó en Cuba y fue también el primero en servicio en las Antillas y del mundo iberoamericano, de ahí la relevancia.

   Para septiembre de 1830 llegó a la ínsula una Real Orden de 19 de julio para informar que José de Jesús Herrera y Herrera había recurrido al Rey de España con el propósito de solicitar permiso para construir un camino de hierro desde La Habana hasta San Antonio.

   Esa vía pretendió unir San Antonio de los Baños hasta la villa de Güines (occidente), maniobra para distraer la atención del verdadero primer ferrocarril.

   El 6 de julio de 1830 se iniciaron las gestiones para la construcción del tramo con el visto bueno de la Junta de Fomento, y las obras comenzaron el 19 de noviembre de 1835.

   Finalmente, se decidieron por inaugurar el primer tramo entre La Habana, San Felipe y Santiago de Bejucal, el 19 de noviembre de 1937, al amanecer (por ello existe en La Habana Vieja un hostal con ese nombre).

/rfc

 

 

 

 








 

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