Comodoro José Miguel Díaz Escrich |
Actividad marinera frente al Malecón de La Habana |
Colorido y emoción durante los festejos |
Pesca de orilla por el cumpleaños |
La familia de cara al mar |
Por Roberto F. Campos
. Luego de dos décadas de organizar
regatas, encuentros y competencias de cara al desarrollo de la náutica
recreativa, el Comodoro del Club Náutico Internacional Hemingway de Cuba prevé
mayores potencialidades para esta entidad que constituye espaldarazo principal
al turismo cubano.
Regatas por el Aniversario 20 del Club |
Con la satisfacción de cumplir 20
años de existencia, el Club Náutico Internacional Hemingway de Cuba infla sus
velas a favor de un futuro promisorio, declara su Comodoro José Miguel Díaz
Escrich.
Atesorando una amplia trayectoria en el mundo marinero y el turismo, Díaz
Escrich lleva el peso de esta iniciativa desde su surgimiento el 21 de mayo de
1992, con la satisfacción de constituir un espaldarazo a la industria
recreativa de este país.
Destacado por reforzar la imagen del novelista estadounidense Ernest
Hemingway, este club recuerda las andadas del novelista estadounidense que
dejara su nombre a la marina de la zona oeste capitalina, donde además está el
Club.
Por un lado, esta institución, sin fines de lucro, logró fortalecer la
imagen náutica de la Isla y establecer recios lazos de amistad con la comunidad
náutica internacional, objetivos declarados por Díaz Escrich como
fundamentales.
Principal animador de la náutica recreativa, este experto tuvo orígenes
marineros en diferentes esferas desde hace muchos más que los 20 años del club,
en una juventud cargada de la pasión por navegar.
Ahora anota que se siente orgulloso de la obra del Club por su
simbolismo en cuanto a amistad, deporte y turismo, elementos esenciales para
unir a las personas.
Entrevistado por periodistas especializados de varios países,
recientemente la revista canadiense CubaPlus puso en sus páginas la trayectoria
de este hombre de mar.
Ahora repite que el itinerario del Club nadie lo puede ignorar, pese al
breve trecho en su historia náutica, sobre todo –recalca- a partir de las
relaciones de amistad a nivel internacional en esta materia.
Recuerda que durante los tiempos de la fundación del Club, este país
estaba en un mundo desconocido para los funcionarios de turismo, donde aparecen
decenas y decenas de millones de personas amantes de la recreación marinera.
Existen por tanto muchos seguidores de las actividades marinas
integrados o no a instituciones como los clubes de yatismo, asociaciones de
cruceristas o miembros de entidades vinculadas a la industria de la náutica
recreativa, en ese espectro apareció el Club.
El Hemingway asomó solo con 32 socios, de ellos algunos Miembros de
Honor por su aporte a la náutica recreativa cubana, representantes de México,
Estados Unidos, Grecia e Italia, principalmente diplomáticos y hombres de
negocios, asentados unos en la Isla, otros de paso.
Esa pequeña cifra creció rápidamente, sentencia, hasta disponer en la
actualidad de dos mil 140 socios de 60 países, y la cuenta sigue su curso, por
la cantidad de interesados que ya manifestaron su deseo de pertenecer a este
Club.
Recalca que lo más significativo de estas cifras es el reconocimiento
internacional a dicha entidad, sobre todo debido a su pujanza en cuanto a
organizar eventos y, sobre todo, en cuanto a la filosofía de siempre hacer
nuevos amigos en cualquier parte del mundo.
Relata que entre las actividades de mayor relevancia organizadas por el
Club aparece, en primer orden, el Torneo de la Pesca de la Aguja Ernest
Hemingway, fundado hace más de 60 años por el propio escritor de El Viejo y el
Mar, Adiós a las armas y tantas importantes novelas.
Ese relevante encuentro deportivo estuvo en peligro de desaparecer
durante los años 90 del pasado siglo, sin embargo, la gestión del Club y sus
socios logró rescatarlo, y tenerlo hoy como uno de los certámenes de pesca más
antiguo del Planeta.
Fueron
los socios de distintas partes los verdaderos héroes a la hora de defender este
evento que es pieza clave en la actualidad del patrimonio tanto histórico como
deportivo de este país, insistió Díaz Escrich.
El resultado de ese esfuerzo lo remarca el entrevistado mediante las
relaciones del momento del Hemingway con centenares de Yacht Clubs en todos los
puntos cardinales.
Por demás, esta entidad simboliza a Cuba en numerosas asociaciones
mundiales como en Ocean Cruising club, Cruising Association del Reino Unido; y Trans-Ocean
y Kreuzer-Abteilung, ambas de Alemania.
También reflejan la náutica cubana en asociaciones de cruceristas de
Suiza y Austria, en la Asociación de dueños de Yates de Suecia, en la
International Game Fish Association (IGFA, Asociacion Internacional de Pesca).
Y pese a las discrepancias políticas de Washington contra La Habana, también
mantienen muy buenas relaciones con Seven Seas Cruising Association de los
Estados Unidos.
Sin embargo, el Comodoro considera que estos 20 años solo son punto de
partida para el futuro, cuando tienen el propósito de ampliar y fortalecer las
relaciones de amistad y colaboración con la comunidad náutica internacional.
Además, declaró que están enfrascados en seguir como la esperanza de
miles de cubanos ansiosos por estar frente al mar y disfrutar de las bondades
del archipiélago y de sus miles de islas, cayos, y playas.
Díaz Escrich acentuó palabras claves de estas dos décadas en el Club,
simbólicas para su futuro a partir del trayecto iniciado: alma, corazón, pasión
y amor tanto al mar, como a la paz.
rfc/
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