El autor durante un viaje a Baracoa |
Baracoa,
Cuba, 19 jun .2017. La oriental ciudad cubana de Baracoa acapara hoy la mirada de
los viajeros que llegan a esta isla con la intención de pasar vacaciones
relacionadas con la naturaleza y las aventuras.
Oportunamente las autoridades insulares
manifestaron su deseo de diversificar las ofertas, y además de la modalidad de
sol y playa –que caracteriza a este país- incluyen historia, cultura, circuitos,
congresos y, con destaque, contacto con el medio natural.
Esta región perteneciente a la provincia de Guantánamo,
atrae cada año a más personas, tanto nacionales como extranjeros, en busca de
conocer el lugar sus tradiciones y sobre todo el medioambiente, sumamente rico.
La
ciudad fue fundada el 15 de agosto de 1511 con el nombre de Nuestra Señora de
la Asunción de Baracoa por el explorador español Diego Velázquez que ostentaba
entonces el título de Adelantado.
Es el más antiguo asentamiento de la Isla
después de la llegada de los españoles, de ahí su nombre de Ciudad Primada. En
1518 recibió el nombramiento como tal de ciudad, además de ser la primera
capital y el primer obispado de la Isla.
Declarada Monumento Nacional, y luego de que
un ciclón casi la devastara, ahora exhibe un paisaje renovado y las bellezas del
lugar obligan al visitante el asombro.
Señala que
los primeros productos que venden son de naturaleza, cultura e historia, con el
Parque Alejandro de Humboldt, uno de los más atractivos del mercado cubano,
pues se debe al científico alemán que en su tiempo se enamoró de la región, y
de Cuba, con recorridos e investigaciones.
Baracoa
como tal es el principal destino del área, incluye diversos atractivos
naturales y culturales, lo que motiva a conocer el lugar, sus ríos, playas y
gente, la gastronomía autentica donde se mantienen las tradiciones del coco y
el chocolate.
Aquí
aparecen siete hoteles, además de 505 habitaciones privadas; en Guantánamo son
cuatro hoteles y dos instalaciones nuevas en Maisí, en su faro, el extremo Este
de Cuba: la Villa Punta de Maisí y el Faro de Maisí, todo ello floreciente
luego del cruento huracán del año pasado.
Diariamente
ómnibus de la compañía Víazul comunican a Guantánamo con Baracoa, además de
contar con un aeropuerto. Destaca para llegar el Viaducto La Farola, una
carretera que serpentea entre las montañas.
Señala que
la predilección de los visitantes apunta a las casas particulares y los
programas de naturaleza y cultura, los senderos, paseos en botes, conocer el
Parque El Yunque, el rio de Yumurí, la flora y fauna del lugar, en viajes con
estancias de dos días, o estancias mayores.
Ríos,
montañas, llanuras, gastronomía típica del lugar, contacto con pobladores
completan una carpeta turística muy demandada en estos momentos y que pone a
Baracoa en los primeros planos de este archipiélago.
/rfc
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