Cocodrilos y
viajeros, alianza turística en Cuba
Por Roberto F.
Campos FOTOS EL AUTOR
La Habana, 27 ago.2025
La búsqueda de un turismo de naturaleza, aventuras y ruralidades trae hoy la
novedad en Cuba de viajeros interesados en conocer los asentamientos de
cocodrilos en la isla.
Esta motivación está vinculada en la
actualidad sobre todo a dos centros de recría de dichos animales, la Ciénaga de
Zapata y la de Lanier, ambas en el occidente, la primera en la porción sur de
la provincia de Matanzas y la segunda en la Isla de la Juventud, también en la
región meridional.
Son sitios de investigación científica, pero
también de visitas frecuentes de personas de vacaciones, tanto cubanos como
extranjeros, con el ejemplo más sobresaliente en Zapata.
Por tanto, cada día son más los viajeros de
todas partes del mundo que llegan a Cuba en busca de un descanso activo, que
permita conocer las realidades de esta isla y además complementar sus intereses
medioambientales, tal y como lo certifican los guías de ambas sedes consultados
por este periodista.
Estos
reptiles dan vuelcos bruscos, pueden correr por tierra a más de 80 kilómetros
por hora, ni se diga en el agua, y golpear a cualquier ser humano rápidamente;
entonces ¿qué hay de turismo en enfrentar a estos monstruos?
Pues parece que pese a tales peligros, los
cocodrilos tienen mucho que ver con unas buenas vacaciones, pues en el país
existen los dos criaderos mencionados, de gran atractivo para los turistas.
La Ciénaga de Zapata es un ecosistema
pantanoso, ubicado en la península homónima, perteneciente a la provincia de
Matanzas en Cuba.
Es el mayor humedal del Caribe insular con
un espacio aproximado de unas 300 mil hectáreas. Presenta una longitud de 175 kilómetros
de este a oeste, entre Punta Gorda y Jagua, y ancho máximo de 58 kilómetros de
norte a sur.
Tiene el más complejo sistema de drenaje
cársico de la isla de Cuba. Forma parte de las regiones verdes mejor conservadas
del archipiélago y en ella uno de los mejores atractivos está en visitar su
Cocodrilera o criadero de cocodrilos.
Tanto Zapata como Lanier albergan las dos
especies principales de cocodrilos en existencias en el país, el cocodrilo
cubano y el americano.
El cubano posee un hocico comparativamente
corto y alcanza unos 3,5 metros de longitud. Pertenece a un grupo de reptiles
cuya existencia sobre el planeta se remonta a más de 70 millones de años, lo
que los hace contemporáneos con los dinosaurios.
La Ciénaga de Lanier, está en la parte sur
de la Isla de la Juventud, separada por unos 50 kilómetros, hacia el sur, de la
isla grande que es Cuba. Allí cada semana turistas de varias partes del mundo
llegan decididos a tener estos encuentros cercanos, acompañados por criadores.
Dicho escenario está ubicado en Cayo
Potrero, segundo criadero del país con más
de 25 años de creado y 21 personas que atienden a estos saurios.
Para el área de cautiverio deparan 80
cocodrilos, entre ellos 27 hembras reproductoras y siete machos con el mismo
fin, sobre todo de la especie Rhombifer, típicamente cubana.
Lanier es un brazo de ciénaga que apareció
por la acción del hombre con la extracción de turba para la siembra y cosecha
de cítricos y luego se empleó para la introducción de una especie que existió
en el lugar en los años 50 del pasado siglo.
Una captura indiscriminada por su piel,
colmillos y carne –bastante caras- disminuyó su presencia, y desde los años 60
gestionan un plan de recría y cuidado.
La ciénaga de Lanier es considerada Parque
Nacional. Posee alrededor de 100 kilómetros cuadrados de extensión y es el
segundo humedal de importancia en Cuba después del de Zapata.
Ambos son toda una novedad de viaje y
vacaciones, donde se aprende de estas especies, del medioambiente, de la
naturaleza cuando se añade elementos muy curiosos a un descanso en familia, con
amigos, o bajo interés científico.
/rfc
No hay comentarios:
Publicar un comentario